Las hipótesis sobre la presencia de roedores muertos en lagos y ríos

La imagen es tan asquerosa como preocupante: los ratones flotan en los lagos Espejo, Villarino, Correntoso y Nahuel Huapi. Pero hay varias explicaciones para este proceso natural que acompaña la floración de la caña colihue.

El hallazgo de roedores muertos en las aguas y en las costas de los lagos Espejo, Villarino, Correntoso y Nahuel Huapi pareciera indicar el final del ciclo de la floración de la caña colihue y la ratada en la zona de Villa La Angostura y Traful.

En las áreas silvestres, los animales comienzan a quedarse sin alimento y terminan desplazándose por vía terrestre y acuática.

“Es una buena señal y suponemos que estamos en el inicio del final del ciclo. Pero no sabemos cuánto puede durar”, advirtió Mariana Armendáriz, médica veterinaria del Departamento de Zoonosis de Villa La Angostura.

Reconoció que “la hipótesis de máxima es que el fenómeno se extienda a la temporada de verano” y por eso, las autoridades se prepararon a fin de prevenir situaciones de confusión. “Estamos trabajando mucho con los prestadores turísticos para que todos manejen la misma información”, dijo.

Los peces no se contagian de hanta, tampoco las aves o los animales domésticos. El único transmisor es el colilargo”.

Mariana Armendáriz, médica veterinaria del Departamento de Zoonosis.

En este momento, la semilla está terminando de caer de la caña colihue en el sector de Siete Lagos, Brazo Rincón y el camino a Portezuelo. Esas semillas sirven de alimento para roedores de distintas especies, entre otros, el colilargo que puede portar o transmitir hantavirus.

La teoría más fuerte sobre la presencia de roedores en los lagos es que al quedarse sin comida, los animales se desplazan en busca de más alimento. “No ven la dimensión del lago y no llegan a cruzar porque son superficies muy extensas y se ahogan”, expresó Armendáriz.

Una de las hipótesis es que mientras nadan, sufren un shock fisiológico producto de la sobrealimentación, mueren y el viento los arrastra a las costas. También se está evaluando esta teoría.

A orillas del lago Espejo, dos roedores muertos.

“El viento los trae a diferentes costas, según cómo sople -agregó Armendáriz- No se sabe con certeza por qué aparecen muertos en los lagos. Estamos tomando muestras para que el Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (Cean) haga la necropsia y corrobore si tienen estómago lleno de semillas o no”.

La floración de la caña colihue ocurre cada 40 o 60 años. En el parque Lanín, el fenómeno se registró en el 2000 y 2001; en el sur del Nahuel Huapi, entre 2010 y 2011 y en 2014, el del parque Los Alerces.

La cantidad de roedores encontrados en las costas de los lagos al noroeste del Nahuel Huapi asemeja esta floración a la de Los Alerces cinco años atrás. Aun así, Armendáriz mencionó que “todos los procesos se manifestaron de manera diferente”.

La famosa caña colihue, cuya floración es la causante de la presencia de roedores.

En la zona cercana a Bariloche, por ejemplo, el proceso solo duró tres meses y no hubo desplazamiento de los roedores gracias a la erupción del volcán Cordón Caulle.


Recorridas


Cuadrillas del municipio de La Angostura recorren las costas de los lagos dos veces por día. En caso de encontrar roedores, los recolectan. Algunos de los roedores que se recogen se conservan en formol hasta que los técnicos puedan estudiarlos pero la mayoría se entierra. “Venimos encontrando menos cantidad en las costas”, plantean con optimismo.

Si no aparecen roedores en la costa, también se deja asentado. Todos los registros son apropiados para evaluar la magnitud del fenómeno.

Estamos tomando muestras para que el Cean haga la necropsia y corrobore si tienen estómago lleno de semillas o no”.

Mariana Armendáriz, médica veterinaria del Departamento de Zoonosis.

La veterinaria explicó que Parques Nacionales hace las recorridas en la zona de Lago Espejo. Enfatizó además que es necesario seguir tomando las medidas de prevención en las que se viene trabajando desde hace meses. “Por más que no aparezcan, se sigue recorriendo porque se dan picos. Tuvimos uno a principios de octubre, y a los 20 días volvieron a aparecer. Tenemos un protocolo y todo el personal está capacitado y lo hace con medidas de bioseguridad”, acotó la médica veterinaria.


No baja la cantidad


El último “trampeo” se realizó en Brazo Rincón, uno de los lugares más afectados, 20 días atrás. Allí se detectó un 80% de capturas en relación a la totalidad de trampas en el sector.

“Se empieza a terminar la semilla y la gente de los lugares de riesgo detecta mayor presencia de roedores. Es que buscan comida”, afirmó Armendáriz.

El colilargo es el único que transmite el hanta.

Los pobladores en las zonas rurales de riesgo por la floración implementó todo tipo de barreras físicas, como zanjas para que los roedores caigan, trampas y chapas en sus viviendas, desde hace meses.

Armendáriz recordó que la principal recomendación es no tocar roedores muertos. Tampoco bañarse en lagos o ríos donde aparezcan ratones muertos. Y consumir agua potable o envasada.


Lo que deben saber los pescadores


El descubrimiento de roedores tanto en el curso de los ríos como en las costas de los lagos coincidió con el inicio de la temporada de pesca.

De ahí que haya crecido la preocupación entre quienes practican este deporte. Pero Mariana Armendáriz, médica veterinaria del Departamento de Zoonosis de Villa La Angostura, aclaró que “los peces no se enferman de hanta. Ni peces, ni aves, ni animales domésticos. El único transmisor, comprobado científicamente, es el colilargo y a los que contagia es a los seres humanos”.

Para llevar tranquilidad, se comenzó a entregar folletería informativa a los pescadores y se brinda capacitaciones a los prestadores turísticos y a los administradores de campings y cabañas. “La idea es dar información y guiarlos hacia donde es mejor salir a pescar y dónde no”, señaló Armendáriz.

Recordó también que hay 13 senderos cerrados en el parque nacional Nahuel Huapi “por el estado de los senderos y el incremento de los roedores”.


Cinco consejos para tener en cuenta


– Comer y dormir en lugares limpios

– No tomar agua de fuentes naturales. Sólo agua envasada o clorada.

– Lavarse las manos con frecuencia

– No meterse en la boca tallos, semillas, frutas fresas silvestres

– Instalar carpas en lugares habilitados, alejados de malezas, cañaverales o leña.


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