Llega «300», la película de la polémica
El miércoles, los cines Village de Neuquén se sumarán a su preestreno nacional. Está basada en el libro de Frank Miller. Es el filme más visto de los Estados Unidos y el más criticado.
Las imágenes son tan espectaculares como la polémica que desató en todo el mundo. Literalmente. La ya famosa película «300» recaudó 70 millones de dólares el fin de semana de su estreno en los Estados Unidos. Pero a la vez, la misión iraní ante la ONU se declaró indignada «por la demonización grosera de los persas como encarnación del mal y la corrupción moral».
El origen de semejante discusión es el cómic que escribió Frank Miller -el mismo de «La ciudad del pecado»- y que luego fue traducida a la pantalla grande por director norteamericano Zack Snyder. Una novela que cuenta la batalla de Termópilas, en la que el rey Leónidas (interpretado por Gerard Butler) y 300 espartanos, lograron contener durante cinco días a un ejército persa de más de cien mil soldados, antes de morir. El sacrificio fue previo a la derrota de Persia por los atenienses, que inspiró luego la formación de Grecia.
En los Estados Unidos, algunos críticos de cine advirtieron en el argumento del filme un trasfondo político de «Occidente-contra-Irán», así como la presentación de los persas como hombres decadentes y malignos en contraposición a la nobleza de los griegos. Pero lo cierto es que los iraníes lo sintieron más. «La imitación servil de los discursos antiiraníes por parte de la película está indisolublemente ligada con el impulso metafórico de la voz superpuesta, reflejando una propaganda sutil que no observa el menor respeto por la susceptibilidad del pueblo iraní», sostuvo la misión iraní ante la ONU.
El director, por supuesto, negó tajantemente cualquier intención de ofender a Irán en la película. Mientras promocionaban la película en Brasil, tanto el director como el protagonista brasileño, Rodrigo Santoro,enfatizaron que la obra no está basada en hechos históricos sino en la «novela gráfica» de Miller, y no tiene ningún vínculo con la realidad. «Nunca nos reportamos al Irán de hoy o a la Persia de hace 2.500 años», afirmó Santoro, quien interpreta al emperador persa Jerjes. El director, por su parte, afirmó: «Es una película de ficción y, aunque busca transmitir la esencia de la historia, no persigue un rigor histórico».
Lo cierto es que más allá de la polémica, la película, que tuvo un presupuesto de alrededor de 60 millones de dólares, pudo transformar con efectos visuales el 90 por ciento de los fotogramas que forman el libro. Y con este estreno, parece que el género épico, ese que ganó terreno y oscars con «Gladiador», vuelve a probar suerte.
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