Los entrenamientos de ciclismo en ruta, una actividad de riesgo

En vísperas de la Vuelta al Valle y luego del trágico accidente que derivó en la muerte del joven allense, se reavivó el debate sobre las responsabilidades de ciclistas y conductores. Las normas de tránsito dejan grises y no son tajantes al respecto.

A la hora de hablar del tránsito en las rutas de la región, uno de los debates más repetidos y, a su vez complejos, es el de la responsabilidad de los ciclistas y su relación con los vehículos.

La trágica muerte del joven allense, Juan Hernández, producto de un choque en la Ruta 6, reavivó las discusiones. Independientemente de cómo ocurrió el accidente en la cercanías de la Termo Roca, las disputas entre los deportistas y los conductores existen desde hace mucho tiempo.

A dos meses de una nueva edición de la popular Vuelta al Valle, en esta época del años es común ver a los atletas entrenar en las rutas donde se realizará la prueba.

Sin la organización y los cortes de tránsito de la competencia, su circulación en estos caminos es riesgosa por diversos factores. El estado de las rutas, el incumplimiento de las normas y la falta de espacios mejores para practicar la disciplina, son algunas de las razones.

“La Ley establece que los ciclistas no pueden circular en vías multicarriles o autopistas. En rutas provinciales pueden hacerlo a un mínimo de 55 kilómetros por hora y en fila india. También respetando el sentido de circulación, por el margen derecho”, describió Mario Figueroa, director de Tránsito y Protección Civil de Villa Regina y exJefe de la caminera Alto Valle Este de Roca.

Es tolerable en la práctica que los que compiten circulen en estas rutas porque suelen alcanzar esa velocidad. El problema es si no lo hacen, o se forman en paralelo en vez de en fila india”, agregó.

La distancia de 1,5 metros entre el vehículo y el ciclista está reglamentada en el artículo 26 de la Ley de Tránsito de Río Negro, N° 5263. En ese ítem se indica que «para adelantar a un ciclista o un grupo de ciclistas, el vehículo automotor que supera debe dejar una distancia lateral de seguridad de por lo menos un metro y cincuenta centímetros. Solamente está permitido adelantar cuando la maniobra se pueda realizar en condiciones de seguridad».

De acuerdo a la Ley Nacional, 24449, la velocidad mínima es «en zona urbana y autopistas: la mitad del máximo fijado para cada tipo de vía» y «en caminos y semiautopistas: 40 km/h, salvo los vehículos que deban portar permisos, y las maquinarias especiales

Figueroa aseguró que “este debate se generó siempre y nunca se legisló claramente al respecto. No dice que es taxativamente prohibido circular en bicicleta por rutas provinciales, hay un gris ahí”.

El presidente de la Comisión Central Organizadora de la Vuelta al Valle (CCO), Ricardo Valenzuela, consideró que “es un tema largo para hablar. El ciclista necesita andar en las rutas pero se debe cuidar. Hay gente que te pasa finito a propósito”.

También opinó que “se deberían hacer campañas para que la gente tome conciencia. ¿Cuánto tiempo puede perder un automovilista en el momento en el que baja la velocidad para pasar a un ciclista?”.

A poco de la Vuelta el Valle es común ver muchos ciclistas entrenando en la rutas de la región. (Foto: Juan Thomes)

Al mismo tiempo, expresó que “los ciclistas deben hacer lo suyo, tienen que comportarse para no entorpecer el tránsito”.

El artículo 46 bis de la Ley Nacional de Tránsito, incorporado en 2004, contempla que “las autoridades competentes promoverán la planificación y construcción de una red de ciclovías o sendas especiales para la circulación de bicicletas”.

Figueroa afirmó que para un municipio “es imposible” llevar a cabo una obra así por su elevado presupuesto y que se necesita financiamiento de “provincia o nación”. Sobre el tema, Valenzuela agregó que “los ciclistas hacen muchos kilómetros en una vuelta, no hay un lugar para entrenar que pueda reemplazar a las rutas. ¿Cuántas ciclovías tendrían que hacer? Es imposible”.

Los ciclistas piden que se respete la distancia de 1,5 metros.


La falta de espacios que sirvan de práctica para los ciclistas profesionales, y el estado de las rutas, dificultan una solución.

“Serían útiles más velódromos o autódromos acondicionados para la ocasión. Las rutas no están preparadas, no todas cuentan con las dimensiones mínimas’’, explicó.

‘‘La ruta 6 es muy angosta, tiene menos de 7 metros de ancho, lo ideal serían 7,40 o 7,50. Las banquinas tampoco están al mismo nivel”, explicó el director de tránsito de Regina.

Ante este escenario intrincado, sin una solución clara en el corto plazo, es indispensable la paciencia y predisposición de ambas partes. La convivencia en las rutas, en la previa a la Vuelta al Valle, seguirá ocurriendo. Evitar más accidentes, dependerá del comportamiento de todos los que circulan.


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