Los títeres de los seres más fantásticos desfilaron por la calle Mitre

Esta vez, ni el frío logró opacar el «Desfile de Gigantes» que dio el cierre a la 19 edición del Festival Internacional de Títeres Andariegos que arrancó en la calle Mitre, recorrió algunas cuadras de la calle Moreno y concluyó en el Centro Cívico.

Desde muy temprano en la mañana, docentes, padres y niños comenzaron a concentrarse en la calle Mitre con disfraces, banderas y «seres fantásticos gigantes», muchos de ellos, con materiales reciclados. En esta ocasión, 30 jardines, escuelas y agrupaciones se sumaron al desfile.

La Murga del Tomate, del centro cultural para personas con discapacidad, Crearte, abrió el desfile con música y baile que acompañaron toda la actividad.

Al llegar a la plaza del Centro Cívico, cada una de las instituciones se presentaron y detallaron sus producciones, bajo el lema «seres maravillosos y animales fantásticos». En total, se sumaron 12 jardines de infantes, 10 escuelas primarias, 3 colegios secundarios y agrupaciones scouts, Camino Abierto y payamédicos, entre otros.

Un árbol verde elaborado principalmente con cartapesta sobresalía en el desfile. «Se llama corazón de arrayán, al igual que nuestro jardín. Le pusimos una cara y lo hicimos con cartapesta, telas, maples de huevo y un carrito de supermercado», explicó Ana Inostroza, maestra del jardín 32 .

La comunidad de la escuela 320 presentó a «Sensibilisimus Afectus Cóndor«, nombre elegido por los mismos alumnos, que también sobresalió por su tamaño. Mariana Álvarez, directora de la escuela 320, destacó que «trabajamos las emociones y a partir ahí surgió el ser mágico que logró expresar cuando los nenes están tristes, alegres, se enojan. También tienen alas para volar con la imaginación».

La escuela 295 creó un «dragón mariposa» en base a la lectura de cuentos fantásticos. Los alumnos concurrieron al desfile con caretas de ogros y mariposas. «Es un lindo encuentro para las familias y la comunidad», dijo Natalia Insaurralde, docente del colegio.

«El pájaro rallador» y «El super parlanchín» fueron los trabajo del jardín de infantes del colegio Don Bosco. «Nos basamos en el cuento de Pablo Bernasconi y en cuentos tradicionales. Trabajamos con materiales cotidianos. Los títeres fueron 100% hechos por las familias. De esta forma, se trabajan los vínculos familiares y la integración», subrayó la docente Malena Urra.