María Emilia Gallegos: «Siempre supe que quería vivir acá en Roca»

La joven oftalmóloga destaca que el sector de la salud que ejerce tiene un nivel más que óptimo con respecto al Alto Valle.

No cambio mi infancia y adolescencia en Roca por nada en este mundo. Y siempre supe que quería lo mismo para mis hijas y para mi futuro”, comenta María Emilia Gallegos (37), oftalmóloga que no tiene dudas que es acá donde podrán ella y su familia desarrollarse como personas y profesionales.

Su vida es bastante igual a la de jóvenes de años pasados que terminado el secundario se veían obligados a irse a estudiar a Buenos Aires. El primer año que vivió allá no le resultó fácil, se sentía lejos de todo, pero con el tiempo fue armándose un andamiaje emocional con sus nuevas amigas. Eso sí, cada vez que podía pegaba la vuelta unos días por casa, por su pueblo.

Un día vivió una escena que le hizo click en su cabeza. “No me la voy a olvidar jamás. Iba caminando por la calle Las Heras y vi a un nene andar en bicicleta en un balcón. Fue en ese preciso instante que me prometí que nunca iba tener un hijo en Buenos Aires”.


La naturaleza impactante se la puede ver desde cualquier punto de la ciudad, recupera María Emilia Gallegos, oftalmóloga.

Cerca de recibirse se fue a vivir a San Isidro e hizo la residencia en Oftalmológia en un hospital de la zona norte. “Fue entonces que conocí a mi marido, terminamos juntos la especialización y decidimos venirnos a vivir acá después del nacimiento de nuestra segunda hija. Las razones eran muchas, y si bien él nació y se críó en Capital sabía que criar a nuestras hijas allá no estaba en nuestros planes. Muchas horas de viaje, embotellamientos, ruido, jornadas extensas de trabajo, guardias los fines de semana… Queríamos ganar calidad de vida”. Y acá están, todos juntos, contentos. “Vuelvo a mi casa cada día agradeciendo el paisaje cotidiano y de poder vivir tan cerca de lugares tan lindos como las bardas o el río. Tenemos una naturaleza impactante. Acá soy feliz. Tengo a mi familia, amigas, trabajo. Ganamos en cantidad y calidad de vida”.

Duda que tras la pandemia surja algo nuevo en nosotros, como sociedad. “Nos tropezamos una y mil veces con la misma piedra y no cambiamos. Lo digo como país. En esta extensísima cuarentena tengo colegas que la están pasando muy mal. La medicina en este país está muy desvalorada. Es una lástima”.

En cuanto a su especialidad considera que en oftalmología “tenemos absolutamente todo lo necesario para ser (y por eso somos) centro de derivación de muchas zonas del Alto Valle. La complejidad a nivel tecnológico y la presencia de una Asociación de Oftalmólogos que nos respalda hace que no sea necesario derivar ningún paciente y que todo pueda resolverse acá”. “Si todos los que decidimos vivir acá pensamos en cómo desarrollarla, cada uno dentro de sus posibilidades, Roca va a ser y estar mucho mejor que hoy. ¿Qué le falta? Un centro comercial o un espacio para poder disfrutar en días de frío. Hay espacios con vistas espectaculares que podrían aprovecharse para crear espacios recreativos, eso sumaría mucho”.

– ¿Qué le aportás a tu ciudad?

Mi servicio como profesional, mi predisposición siempre para campañas de salud y mis ganas de seguir creciendo en la ciudad donde nací. Ojalá mis hijas la aprovechen y disfruten tanto como yo y si algún día deciden irse sueño con que siempre quieran volver.


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