“La clave es hacer lo que nos apasiona”

Mauricio Méndez no puede caminar, pero se abrazó al deporte, gana medallas de oro y venció al rival más temido, la adversidad.

Mauricio Méndez (27) decidió tomar las riendas de su vida para convertirse en un deportista de oro. Logró el primer premio en una carrera de 100 kilómetros, días atrás en Puerto Madryn.

El mérito no solo fue a la mejor marca sino a su actitud frente a la vida. Fue el único que corrió en silla de ruedas, la herramienta que lo acompaña desde que sufrió un accidente de trabajo.

“Debemos hacer lo que nos apasiona, solo hay que tomar la decisión de hacerlo”, remarcó el joven.

Después de correr siete horas, de padecer la rotura de sus guantes y de darle batalla al viento, llegó a la meta y no podía creer lo que estaba viviendo. “Cuando llegué sentí orgullo y una alegría inmensa”, dijo.

Actualmente distribuye su tiempo entra la familia y el entrenamiento. Se ejercita en la calle San Luis, una arteria troncal de Cipolletti, y también en el gimnasio. Pero su vida no siempre fue así. El destino, le dio un revés cuando tenía 17 años.

Trabajando se asfixió con el humo de la soldadora y cayó desde un techo de 20 metros de altura. El caer parado le ocasionó una lesión lumbar que le impide caminar. Le colocaron una prótesis y ahí inició la rehabilitación, que le demandó unos dos años. Así aprendió a usar la silla de ruedas y cómo manejarse en la calle.

Al tiempo de sufrir el accidente, Mauricio conoció a un chico que practicaba básquet adaptado en Villa Regina. El equipo le empezó a dar aliento y se sintió acompañado por las personas que entrenaban con él. Así pudo dedicarse nuevamente a la actividad física ya que antes del accidente hacía fútbol y atletismo.

Tras el triunfo en Madryn lo llamó el entrenador nacional de atletismo adaptado para felicitarlo. Ahora su meta es entrenar en la selección argentina.

horas le demandaron recorrer los 100 kms. de la prueba en Madryn. Sufrió varios contratiempos, pero “cuando llegué sentí una alegría inmensa”.

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horas le demandaron recorrer los 100 kms. de la prueba en Madryn. Sufrió varios contratiempos, pero “cuando llegué sentí una alegría inmensa”.

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Tras el triunfo en Madryn lo llamó el entrenador nacional de atletismo adaptado para felicitarlo. Ahora su meta es entrenar en la selección argentina.

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