Menú de mar, la mejor excusa para visitar Chile

La devaluación dejó los viajes de compras en el recuerdo, pero los tours gastronómicos siguen siendo una tentación para cruzar la frontera. ¿Precios? Anotá: una sopa de mariscos y trozos de pescado por entre 150 y 200 pesos. Y una picada de mariscos para compartir, 600.

Agencia Bariloche

“El Océano Pacífico se salía del mapa. No había dónde ponerlo. Era tan grande, desordenado y azul que no cabía en ninguna parte. Por eso lo dejaron frente a mi ventana”, dice el poeta chileno más prestigioso del mundo, Pablo Neruda, en una de sus poesías. Y este océano tan grande que atraviesa toda la extensión de Chile ofrece un sinfín de variedades de mariscos que tientan a cualquiera.


Por eso la gastronomía es uno de los atractivos que hoy conducen a los argentinos a Chile, pasado el auge del turismo de compras por una diferencia económica que ya no favorece.


La devaluación del peso argentino no dejó chances para estos paseos cortos que eran habituales y que colmaban los pasos fronterizos cada fin de semana. Pero el plan de recorrer la ruta de la gastronomía de mar, es un atractivo que no tiene objeciones.

Color local. Ambiente cálido y platos sabrosos, dos virtudes que valoran los argentinos.

Lo más buscado

¿Qué es lo más buscado por quienes cruzan la frontera? El salmón y el congrio son los pescados más requeridos por los paladares argentinos.
En los mercados y restaurantes los ofrecen cocidos a la mantequilla o frito, y el acompañante habitual son las famosas papas mayo (papas hervidas con mayonesa), el puré (cargado de manteca) o las papas fritas.

Una opción más saludable es la ensalada chilena compuesta por lechuga, tomate y cebolla. El plato tiene un costo promedio de $ 500, dependiendo el lugar. Para entrar en calor en los días fríos y lluviosos habituales en esta época en el sur de Chile, la paila marina es ideal. Una sopa que tiene una mezcla de mariscos y trozos de pescado cocida en caldo y al vino blanco. El caldillo de congrio puede ser un sustituto aunque es de mayor consistencia con papa y en algunos casos un toque de crema. El costo oscila los $ 150/200.

Paila marina. Sopa inolvidable.

Picada a la chilena

Otro atractivo para degustar un poco de cada variedad de mariscos es compartir un “Jardín de Mar”, que en argentina se le llamaría a una picada de mariscos.

El menú trae al menos diez cazuelas pequeñas con camarones, chupe de jaiba, mejillones, ceviche, choritos, machas, cholgas, picorocos, entre otros. Siempre hay limón natural disponible. El plato, que es para compartir, cuesta $ 600.

Un menú exclusivo que solo se encuentra en Chile es el loco (concholepa), una especie de molusco que habita únicamente en las costas del vecino país y también el sur de Perú. Es carnoso, de forma ovalada, que puede medir unos 13 centímetros de diámetro. Se cocinan durante unos 45 minutos en agua y se sirven solos con mayonesa. Cada plato trae unos 6 o 7 ejemplares y es bastante costoso en el menú de un restaurante (puede costar unos $ 700).

Loco (concholepa). Se sirve con mayonesa.

Parte del recorrido gastronómico en Chile no deja afuera otros menúes clásicos –que no conducen al mar– como el pastel de choclo, la cazuela y la empanada de pino (que lleva carne picada y mucha cebolla).

Pastel de choclo chileno. Delicioso.

Vinos

Para beber, si bien sugieren acompañar los pescados y mariscos con vino blanco, en Chile se puede degustar una cepa de vino tinto muy particular y exquisita: el carmenere (la botella cuesta a partir de $ 230 en el supermercado). Y para la hora del brindis, antes del regreso, es infaltable una copa de pisco sour ($ 200 en la carta de restaurantes).

Antes de viajar a Chile hay que tener en cuenta que en el vecino país en invierno hay una hora menos que en Argentina. La documentación requerida en la Aduana es el documento de identidad (tarjeta) y la documentación del vehículo (tarjeta verde). Allí se completa una planilla de AFIP y se firma ante la autoridad.

Mamuil Malal. A 68 kilómetros de Junín de los Andes.

El paso fronterizo Cardenal Samoré es el que se encuentra más cercano a Villa la Angostura, a 40 kilómetros por la Ruta 231. La Aduana del lado argentino tiene un horario habilitado de 8 a 19 (para regresar del lado de Chile cierra a las 18).

El tránsito por este paso está asfaltado en su totalidad y entre la aduana argentina y la chilena hay un tramo de 22 kilómetros. Habitualmente hay máquinas trabajando en el despeje de nieve y en esta época es obligatorio portar cadenas (si se deben colocar se da aviso al realizar el trámite aduanero). La primera ciudad que se encuentra del lado chileno es Entre Lagos (71 km) y luego Osorno (119 km).

El cambio

1.500
pesos chilenos es el equivalente a 100 pesos argentinos.

Otro paso fronterizo utilizado en la región es Mamuil Malal (ex-Tromen), ubicado a 68 kilómetros de Junín de los Andes. Se debe tomar la Ruta Provincial 60 y hay un tramo que transita por el Parque Nacional Lanín que es de ripio pero una vez en el complejo fronterizo comienza el asfalto. El horario es de 8 a 19 (para el regreso de Chile cierra a las 18). La primera ciudad del lado chileno es Cararrehue (40 km) y luego Pucón (72 km).

Para degustar platos abundantes y bien caseros en Chile no hay como ir a un mercado.

En Puerto Montt (ubicado a 200 kilómetros al sur del paso Samoré) el punto de encuentro para la gastronomía es el puerto de Angelmó donde un edificio en forma de herradura y con ingresos independientes concentra las llamadas “cocinerías” que son pequeños restaurantes de comida casera, con espacios reducidos. En el sector externo de este complejo hay puestos de venta de pescados y mariscos frescos y allí se puede comer al paso un ceviche de salmón por muy bajo precio (oscila entre $ 75 y $ 100).

Arquitectura marina. Con vista al Pacífico y las playas.

En Osorno (a 115 km de Samoré) en pleno centro de encuentra el edificio del mercado municipal que tiene locales de todo tipo de comercios y varias cocinerías. En la planta alta cuenta con un patio de comidas amplio con una carta con amplia variedad de pescados y mariscos.

Si se toma la ruta al mar desde Osorno, se puede llegar al pequeño poblado de Pucatrihue, en la costa del Pacífico donde se encuentran puestos de comida de los pesadores y marisqueros que cada día salen con sus barcazas en busca de productos frescos que ofrece el mar. Allí es habitual pedir al paso sierra ahumada o ceviche.

Más al norte, es otro destino para los regionales visitar Valdivia (a 225 km de Samoré) que también tiene un mercado junto al río Calle Calle.
Y en Pucón, la coqueta ciudad situada a solo 75 km del paso Mamuil Malal (cercano a Junín de los Andes) hay una gran variedad de restaurantes en sus calles céntricas.


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