Chile desplegará militares para evitar la migración irregular

El grupo contribuirá al refuerzo del control policial en las carreteras. Custodiarán distintos puntos de la frontera con Perú, en la región de Arica y Parinacota. Realizarán controles de identidad a personas que sospechen que entraron por pasos irregulares. Si hay indicios de delito, las detendrán por 24 horas.

En el marco de la Ley de Infraestructura Crítica -que permite a las Fuerzas Armadas chilenas resguardar la zona fronteriza del país por decreto del Gobierno- el Ejército de Chile inició ayer su despliegue en distintos puntos de la frontera con Perú, en la región de Arica y Parinacota.

De acuerdo a lo señalado por el Ejecutivo, los efectivos contribuirán al refuerzo del control policial en las carreteras, con el objetivo de realizar los respectivos controles a las personas que se movilizan por la frontera, vale decir, resguardar y controlar la migración irregular.

Entre los principales problemas que enfrentó el presidente Gabriel Boric a su llegada al poder hace casi un año está la inmigración descontrolada en el extremo norte chileno. Para regularizar la inmigración el mandatario ha presentado varios proyectos de ley, el último de ellos otorgó facultades a las Fuerzas Armadas para controlar los múltiples pasos ilegales por su porosa frontera norte.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, y el de Defensa subrogante, Gabriel Gaspar, viajaron al poblado de Cariquima, cerca de Colchane, unos 2.000 kilómetros al norte de la capital chilena, para estar presentes en el despliegue de los militares. A su llegada Tohá declaró que el gobierno espera que la presencia militar “tenga un efecto disuasivo”. “No está prohibido entrar a Chile, pero lo que está prohibido es hacerlo por pasos irregulares”, añadió.

Los militares usados para el control fronterizo ya estaban distribuidos en sectores de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, donde se produce la mayor inmigración ilegal, pero no tenían facultades especiales y sólo colaboraban con la policía. El decreto que permite el uso de las Fuerzas Armadas estará vigente por 90 días y es prorrogable con el respaldo del Congreso.

Los militares podrán hacer controles de identidad a personas que sospechen que entraron por pasos irregulares, registrarán los equipajes y si ven indicios de algún delito, precisó Tohá, las detendrán y transferirán a la policía en un plazo máximo de 24 horas.

En casos extremos las Fuerzas Armadas podrán hacer uso de armas de fuego como última opción y luego de cumplir varios pasos previos, entre ellos, advertencias verbales, uso de granadas de humo, gas pimienta, bastones, dispositivos eléctricos, proyectiles de pintura, armamento antidisturbios y hacer disparos de advertencia.

Por su parte, Gaspar explicó que el primer contingente militar fue entrenado por la policía uniformada y que, de ser necesario, se entrenará a nuevos grupos.

El abogado Rodolfo Noriega, de la Fundación Defensoría Migrantes, dijo a The Associated Press que el gobierno lo que hace es “seguir criminalizando la migración”.

En Chile viven casi 1,5 millones de migrantes, incluidos unos 500 mil venezolanos que mayoritariamente regularizaron su situación.



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