Varios detenidos en Chile por protestas en el tercer aniversario del estallido social de 2019

Durante la mañana, el presidente Boric admitió en un discurso que el estallido social “trajo consigo mucho dolor y ha dejado enormes secuelas”, y aseguró que no permitirá que eso sea en vano.

La Plaza Baquedano en Santiago de Chile, emblema de las protestas de 2019, volvió hoy a ser escenario de choques de la Policía con manifestantes que habían levantado barricadas y prendido fuego a contenedores, con al menos cuatro detenidos, en el tercer aniversario del estallido social, que incluyó marchas en otros puntos del país.

Los primeros disturbios generaron el cierre del metro (subte) en Santiago en algunas de sus estaciones, donde unos 5.000 agentes de carabineros fueron desplegados por las manifestaciones, especialmente en los alrededores de La Moneda y justamente en la Plaza Baquedano.

Según Tele13, Carabineros de Chile detuvo a cuatro personas, algunas encapuchadas, luego de que los manifestantes incendiaran barricadas en la cercanía de la Plaza Baquedano.

La Prefectura Santiago Central de Carabineros (policía chilena) señaló que pasadas las 17 seguían intentando dispersar a un grupo de individuos que generaban destrozos en la propiedad pública y privada en la zona, algunos de los cuales se desplazaron a otros sectores de la capital.

Entre tanto, en la comuna santiaguina de Renca fue bloqueada la autopista y en otras, como La Florida, Quilicura, Cerro Navia y Peñalolén se montaron barricadas.

En Valparaíso, tras una marcha estudiantil, también hubo enfrentamientos entre universitarios y las fuerzas de seguridad chilenas, según detalló el sitio de La Tercera.

Pese a las manifestaciones y barricadas en distintos puntos de la ciudad, el ministro de transporte, Juan Carlos Muñoz, señaló que esto “no ha impedido que el servicio de buses siga operando en forma relativamente normal”.

“Tenemos un monitoreo permanente del sistema de transporte público de la ciudad a través de los centros de monitoreos de los buses”, dijo el secretario de Estado, quien agregó que existe “una coordinación con la fuerza de Carabineros y con la Subsecretaría de Prevención del Delito para ir tomando de forma cauta las medidas de desvío”.

En la Santiago también se reportó el saqueo a una farmacia situada en la Avenida Vicuña Mackenna, muy cerca de la plaza Baquedano.

La fecha está marcada por las recientes agresiones sufridas por varios policías, entre ellas la del sargento Carlos Retamal Jaque, que murió la semana pasada durante un operativo, así como por las últimas advertencias de varios miembros del Gobierno, entre ellos el presidente Gabriel Boric, de que perseguirán sin descanso los comportamientos violentos y el crimen.

Foto: Martin BERNETTI / AFP.

En este tercer aniversario, el primero desde que Boric está en La Moneda, la oposición reseñó el pasado de algunos de los ahora funcionarios, a los que acusó de no haber condenado en su momento aquellas protestas que derivaron en disturbios y enfrentamientos con los policías.

Las movilizaciones por el aniversario se saldaron el año pasado con dos muertos y unos 450 detenidos, además de saqueos y hechos violentos después de que la marcha se hubiera desarrollado en gran parte de forma pacífica.

El Gobierno desplegó 25.000 policías para prevenir los hechos de violencia. Además, empresas privadas y colegios adelantaron el horario de cierre, para que trabajadores y alumnos pudieran regresar tranquilos a sus casas. Por el mismo motivo el transporte público adelantó la hora pico.

Durante la mañana, el presidente Boric admitió en un discurso que el estallido social “trajo consigo mucho dolor y ha dejado enormes secuelas”, y aseguró que no permitirá que eso sea en vano.

“No podemos ser los mismos como sociedad después de esta experiencia, no podemos cometer los mismos errores ni quedarnos arrinconados en nuestras cómodas veredas”, dijo desde el Palacio de La Moneda.

Asimismo, Boric destacó que, pese a la violencia que caracterizó las protestas, estas dieron como resultado una marcha masiva que reunió a más de 1 millón de personas en Santiago y otros miles en el resto del país el 25 de octubre de 2019 y que en meses “más del 70% de la población apoyó el estallido social y se sintió interpretado por este. No pretendamos negar la historia”.

El 18 de octubre de 2019, el pueblo de Chile salió masivamente a las calles para protestar por la suba en el precio del transporte público, lo que dio paso a movilizaciones que se mantuvieron constantes durante varios meses y que canalizaron el descontento de la sociedad por la desigualdad.

Una de las principales demandas era el cambio de la actual Constitución, escrita durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90), que fue canalizada en un pacto entre todos los sectores políticos.

Dicho pacto abrió la puerta a un plebiscito, que de forma aplastante (casi 80% de los votos) derivó en una Convención Constituyente que escribió, en un año, una propuesta de Constitución.

La nueva propuesta de Constitución fue rechazada por casi el 62% de los votos en el plebiscito de salida, así que continúa vigente la actual Carta Magna pinochetista, por lo que en las últimas semanas, parlamentarios de casi todas las bancadas están manteniendo reuniones para alcanzar un nuevo pacto, que pueda lograr una constitución con amplio apoyo ciudadano.

Agencia Télam.


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