Crece el número de chicos que van por una taza de leche y un pedazo de pan

La cantidad de personas que acceden a los merenderos y comedores en la ciudad de Neuquén crece a pasos agigantados. Según las organizaciones sociales se calcula que hay más de 40 establecimientos entre los que dependen el aporte estatal y los comunitarios.

Ir en busca de una taza de leche caliente y un pedazo de pan con dulce o queso, es para los chicos de las familias más vulnerables uno de los momentos más importantes del día. “Los chicos llegan al merendero y esperan la merienda con entusiasmo” indicó Gladys Aballay, referente de la organización Barrios de Pie.

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A pesar que el gobierno de Neuquén no prevé desbordes sociales, en los merenderos crece diariamente el número de niños y adultos principalmente en sectores del Oeste como Isla Malvinas o Toma Pacífica. Lugares donde la condición económica es cada vez más compleja por la falta de trabajo y aumento de los precios de la canasta familiar.

Frente a la situación, los merenderos son la primera opción. Por eso, tanto los que dependen del aporte del gobierno como aquellos que subsisten del aporte de la comunidad, por niño se calcula que son 80 pesos diarios. Un monto que tiene en cuenta las compras que se hacen cada 15 días y las donaciones de algunas empresas o comercios.

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“Nosotros tratamos de hacer las compras de los packs de harina, azúcar y otros alimentos, en no más de dos semanas porque los precios aumentan muchísimo” afirmó Marcela Alvarado, responsable administrativa de Barrios de Pie.

En la misma línea Carolina Huenchuleo, coordinadora de la Corriente Clasista y Combativa, indicó que las cuentas se hacen de acuerdo a los precios de las donaciones y de lo que deben comprar. “Sabemos que en las escuelas los directivos tienen que administrarse cuidadosamente con los precios de las cosas porque sino no alcanza, y por eso les dan un vaso de leche dos veces por semana” agregó.

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Barrios de Pie tiene registrado aproximadamente dos mil chicos que ingresan diariamente a los 25 merenderos que tienen distribuidos en la capital. Mientras que la agrupación CCC asiste a más de 650 niños en los 13 establecimientos que poseen.

“Hay casos de chicos que solo comen en el merendero o en la escuela, es su único lugar para comer”, afirmó Gladys Aballay. Es así que ambos lugares se complementan diariamente para que los más necesitados tengan acceso a una alimentación relativamente saludable.

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Si bien los merenderos que dependen del aporte del estado tienen la coordinación de una nutricionista, los encargados aseguraron que el presupuesto actual de los alimentos no alcanza para satisfacer la nutrición que un niño necesita. “La situación es crítica, los chicos no solo vienen por ellos mismos, sino que tienen la responsabilidad de llevar algo a la casa para su familia” expresó Huenchuleo.

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Según las referentes, la dieta que se puede brindar a las personas que van a merendar está, en su mayoría, basada en harinas “porque termina siendo lo más barato”. Asimismo, no descartaron que las donaciones son esenciales para que durante todo el mes haya comida en la mesa de los establecimientos.

Datos

Los merenderos reciben donaciones, como yoghurt, cereales, galletitas o incluso fruta.