Volvió la polémica por la acreditación de las carreras en la Universidad

Estudiantes de la Universidad Nacional de Comahue tomaron anoche la sede del rectorado que se ubica en Neuquén, reclamando la anulación de una medida que permite la acreditación de las carreras de grado.

Las evaluaciones que realiza la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) han sido un tema de polémica dentro de la Casa de Altos Estudios, que en 2004 votó la ordenanza 738, impidiendo la realización de las mismas.

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Sin embargo, algunas carreras de la Universidad han sido acreditadas interponiendo la necesidad de dar validez a los títulos. Este punto fue el que plantearon 14 licenciados de Biología, cuyo caso se trató sobre tablas en la sesión ordinaria del Consejo Superior que se realizó el jueves pasado.

Según la vicepresidenta del Centro de Estudiantes de Facultad de Humanidades, Mayte Galván, se pidió la derogación de la ordenanza, pero finalmente se resolvió la suspensión durante un año del artículo 3, permitiendo las evaluaciones de la Coneau.

Esta medida despertó rechazo, por lo que ayer se realizó una asamblea con más de 500 estudiantes, detalló Galván, en la que se resolvió la toma del rectorado hasta esta mañana, reclamando una reunión con el rector Gustavo Crisafulli, para exigirle que el Consejo Superior vuelva a sesionar para anular la polémica suspensión. Los estudiantes se retiraron alrededor de las 10 y, por su parte, el rector afirmó que evaluarán su pedido.

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Anteriormente, Crisafulli aclaró que si es reelecto en su cargo, una de las prioridades de su gestión será la acreditación de las carreras de grado. Su compañera de formula, Adriana Caballero, aseguró: “creemos que es necesario porque beneficiamos a los estudiantes que después tienen problema en el reconocimiento de sus títulos. No hay otro compromiso que no sea ese al momento de la acreditación”.

Otro de los candidatos a rector, Sergio Bramardi, quien se postuló junto a Omar Jurgeit, también anunció su apoyo a las evaluaciones de la Coneau afirmando que “el Estado, que subvenciona la universidad, tiene derecho a garantizar la calidad académica.”

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Por su parte, la dirigente estudiantil planteó que las acreditaciones fueron parte de “una reforma de los años ‘90 que ve a la educación como un servicio y no como un derecho”. Afirmó que se permitiría la intervención de entes privados en los planes de estudios y que se arancelarían las especializaciones, lo que llevaría a “una mercantilización en vías de una privatización”.