No hay esperanzas de hallar más sobrevivientes

Los muertos por el terremoto son cerca de 22.000.

IRAN (AFP-DPA).- Las autoridades iraníes y los socorristas no albergaban esperanzas ayer por la noche de encontrar supervivientes debajo de los escombros tras el terremoto que el viernes sacudió la región de Bam, en el sureste de Irán, causando al menos 22.000 muertos, mientras 15.000 víctimas ya fueron enterradas. El gobierno anunció que continuará con la búsqueda, aunque pidió que dejen de llegar a la región voluntarios del resto del mundo.

Aunque, según informes oficiales, más de mil personas fueron rescatadas vivas en la noche del sábado al domingo, es dudoso que puedan sobrevivir, debido a las graves heridas que sufre la mayoría. «Hasta la esperanza tiene un límite, y éste ya ha pasado», dijo Ali, un miembro de los equipos de rescate de la MediaLuna Roja totalmente agotado. Unas 22.000 personas murieron en el sismo que devastó Bam y su región, según un último balance provisional anunciado por Asghar Voccugh, responsable de la Gobernación de la ciudad de Kerman, capital regional.

 

Resignados

 

Muchos de los 30.000 heridos siguen debatiéndose entre la vida y la muerte. «Nos hemos resignado a que los que están bajo los escombros están muertos. Lo que nos queda y lo que les queda a ellos es un entierro honorable», dice Fathollah, uno de los supervivientes. Pero el cementerio de Bam está saturado. Y muchos muertos no tienen ya familiares que los puedan enterrar. Por ello, muchos cadáveres siguen en las calles, en coches y en camiones. «Tenemos que construir lo más rápido posible u nuevo cementerio, eso debería poderse hacer», reclama Fathollah.'

En las tareas de rescate en cooperación con diversos equipos internacionales se han recuperado más de 10.000 cadáveres. Los supervivientes exigen más ayuda, prevención de epidemias y la reconstrucción de la infraestructura. Los afectados centran sus esperanzas en la anunciada visita del presidente iraní, Mohammad Jatami, quien les ha prometido todo el apoyo que sea humanamente posible.

Pero las predicciones meteorológicas causan preocupación. Va a hacer más frío aún en Bam. Aquellos que todavía no han obtenido tiendas de campaña tienen que prepararse a noches aún más duras.

Aun así, se espera que este domingo vuelva a funcionar la electricidad en la zona. Y a los habitantes les ha llenado de esperanza el anuncio de que se van a repartir calentadores.

Equipos médicos procedentes de todo Irán han llegado ya a la región. Aun así, los heridos más graves siguen siendo trasladados a Teherán y otras provincias iraníes. El gobernador de la provincia de Kerman, Mohammad Alí Karimi, afirmó que el terremoto causó por lo menos «10.000 muertos sólo en la ciudad de Bam», que tenía una población de 90.000 habitantes.

El esfuerzo de los rescatistas

Grupos de rescate de todo el mundo trabajaban ayer en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros en Bam, una ciudad situada a 1.015 kilómetros al sureste de Teherán-la capital iraní-, y devastada por un terremoto en que habrían muerto más de 22.000 personas.

A medida que el hedor de los cuerpos en descomposición se elevaba de las ruinas, menguaban las esperanzas de hallar sobrevivientes. Pero no los esfuerzos. Por lo menos 45 aviones de otros países aterrizaron el sábado y el domingo trayendo grupos de rescate, perros rastreadores, equipos médicos y abastecimientos. El tráfico congestionó los caminos que conducen a Bam. Sobrevivientes que contaban con algún medio de transporte cargaron sus pertenencias y enfilaron a otras ciudades.

El sismo en Bam se registró poco antes del amanecer, cuando la mayoría de las personas dormían. Los expertos dicen que un ser humano puede sobrevivir hasta 72 horas entre los escombros de un edificio derrumbado, y algo más, si las temperaturas son templadas y cuentan con aire suficiente. (AP).


IRAN (AFP-DPA).- Las autoridades iraníes y los socorristas no albergaban esperanzas ayer por la noche de encontrar supervivientes debajo de los escombros tras el terremoto que el viernes sacudió la región de Bam, en el sureste de Irán, causando al menos 22.000 muertos, mientras 15.000 víctimas ya fueron enterradas. El gobierno anunció que continuará con la búsqueda, aunque pidió que dejen de llegar a la región voluntarios del resto del mundo.

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