Noviazgos adolescentes: celos, control y violencia

Jóvenes coincidieron en que estas prácticas “no deben ser normalizadas”. Especialistas señalaron la importancia de reconocer hechos que indican “cuando algo no funciona”. Reclaman una efectiva implementación de la ley nacional de Educación Sexual Integral.

Jóvenes de entre 15 y 19 años alertaron que los celos, el control y la violencia sexual son las problemáticas más frecuentes en noviazgos adolescentes y coincidieron en que “no deben ser normalizados”, mientras que especialistas señalaron la importancia de reconocer hechos que indican “cuando algo no funciona” en una relación y pidieron por una efectiva implementación de la ley nacional de Educación Sexual Integral.


“Se suelen dar bastante seguido situaciones violentas, lamentablemente; sin embargo no debe ser normalizado”, contó Aldana Lapuente, de 17 años.

“Situaciones como el control de la otra persona, querer saber dónde y con quién está siempre, revisar sus cosas personales sin permiso, o poner presión a la hora de mantener relaciones sexuales porque ‘soy tu novio’ o porque ‘si no, significa que no me querés’ son comunes”, agregó la joven que vive en el barrio porteño de Villa Pueyrredón y es estudiante del Colegio Agustín Tosco.

En la misma línea, Mora Zaro (15 años) aseguró que “los celos son lo que más genera violencia”. “Está la típica de ‘la novia o el novio tóxico’ que romantiza los celos y las prohibiciones, ya sea verse con otres amigues, salir a bailar o hablar con alguien por Instagram”, explicó la adolescente que vive en el barrio de Versalles y advirtió que estos estereotipos “se ven un montón en redes sociales y consiguen normalizarlos”. También remarcó que es “muy triste que vuelva a haber este tipo de influencias y pensar que si no sos celose es porque no proteges o no amas lo suficiente a tu pareja”.

Sobre estos relatos, Nayla Procopio, psicóloga y coordinadora de la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva (RedNac), explicó que “en los modos de vincularse de les jóvenes hay una ruptura en relación a los vínculos más tradicionales o de adultos, hay toda una búsqueda de una sexualidad mucho más abierta, pero también estos nuevos vínculos reproducen ciertas lógicas de poder, control y formas de violencias”.

Según aseguró la profesional Nora Schulman, una cosa es el cuidado y otra las pequeñas violencias que llevan a una situación mayor. (Foto: Télam)


“El tipo de violencia más frecuente es la psicológica”, aseguró la profesional, quien integra la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), y subrayó que “la manipulación emocional es violencia”.

El 38,2% de las mujeres entre 14 y 18 años vieron menospreciada su opinión en público o privado al menos alguna vez, según la encuesta “Cortá a tiempo” elaborada en 2019. También, cinco de cada diez afirmaron que fueron acusadas de haber sido infieles o coquetear con otras personas en alguna oportunidad.

Sobre las causas de este tipo de violencia, Procopio apuntó que “hace falta la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en sentido integral y amplio. Gran parte de los celos tienen que ver con las inseguridades. Nos falta la cultura de enseñar a dialogar y expresar lo que nos sucede”.

La Defensoría de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación, en su último pronunciamiento de noviembre, dijo que “las brechas de género son también un problema que afecta a las adolescentes, y en la mayoría de los casos el problema se agrava a medida que las niñas se acercan a la edad adulta, dado que a medida que se solidifican estereotipos de género, las niñas y adolescentes pierden oportunidades educativas y laborales”.


Frases como “¿por qué vas a estudiar si nos vamos a casar?” son recurrentes en las parejas, indicó Nora Schulman, directora ejecutiva del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (Casacidn).

“Trabajamos con chicas que tienen embarazos precoces y muchas veces son relaciones consensuadas donde está la cuestión del amor romántico, de que el novio las cuida. Pero una cosa es el cuidado y otra las pequeñas violencias que van llevando a una violencia mayor”, apuntó Schulman.

El 70% de los embarazos adolescentes son no intencionales y condicionan “las posibilidades de las adolescentes mujeres de poder construir su vida presente y futura”, según el informe de la Defensoría. Jóvenes coincidieron en que los estereotipos de género influyen “un montón” en sus relaciones, y apuntaron que “se juegan mucho por el lado de la sumisión, la protección y el cuidado”.

Joaquín Benítez, de 15 años y estudiante del Colegio Nº19 Luis Pasteur de Villa Devoto, sostuvo que “se impone una jerarquía hombre-mujer, donde la figura femenina queda por debajo de la masculina provocando una situación de desigualdad y de abusos de poder que son renormalizados”. “Falta muchísima información porque lo que suele pasar es que termina siendo muy borroso qué es y qué no es violencia en una relación”, agregó el joven.

“Es muy triste que vuelva a haber este tipo de influencias”, dijeron.


Para Schulman, “cuanta más información tengan, menos posibilidades hay de tener que tolerar situaciones violentas que muchas veces empiezan como una cuestión de cuidado y pueden llevar a la muerte”.

Según el último relevamiento del Observatorio de Femicidios Adriana Marisel Zambrano, de la Asociación Civil La Casa del Encuentro, un total de 251 femicidios y 10 travesticidios fueron cometidos entre enero y noviembre de este año en el país, de los cuales en 30 casos eran menores de 18 años.

Otra problemática que advirtieron las especialistas es la violencia sexual, que “está mucho más presente de lo que se habla”, según la experiencia en talleres de educación sexual. Brenda Fraga, de 19 años y oriunda de Posadas, participó de los talleres virtuales de la RedNac que la ayudaron a “entender de otra forma la salud sexual reproductiva”.

La joven consideró que “se dan situaciones violentas en las relaciones sexoafectivas al obligar a tu pareja a no usar un método anticonceptivo, o al quitarse el preservativo sin el consentimiento de la otra parte. También hay parejas donde no se entiende el no como respuesta”.


Sobre este punto, la directora de Casa Casacidn enfatizó que “cuando la chica dice que no, obligarla a tener relaciones sexuales es una situación violenta”. Schulman destacó la importancia de que “las chicas puedan darse cuenta cuando algo no funciona en noviazgo, que sepan reconocer los esbozos de violencia que hay desde el principio de la relación”.

En la misma línea, Procopio afirmó que “recién ahora estamos hablando de una ESI un poco más implementada con perspectiva de género y se está trabajando en las masculinidades. Podemos apostar a que en las futuras generaciones la educación sea con perspectiva de género”, concluyó.


Likes, ghosteo y sexting: las redes y los vínculos



Estar pendiente de a quién le da like a una publicación, controlar el celular de la pareja, dejar de responder mensajes sin razón aparente o exigir fotos íntimas son algunas de las nuevas prácticas que contaron los jóvenes sobre su experiencia en el uso de las redes sociales y aseguraron que “influyen muchísimo” en las relaciones sexoafectivas.

“Lamentablemente, ahora a los celos se le sumó el andar pendiente de a quién seguís o a quién le diste like en las redes. Mismo cuando no subís fotos con tu pareja, tus amigas te andan preguntando si está todo bien, como si no compartir tu relación por las redes sociales significara que no se está en un buen momento”, aseguró Aldana Lapuente, de 17 años, que vive en el barrio porteño de Villa Pueyrredón.

Entre las formas de control, “en muchas relaciones se piden las contraseñas de las redes sociales de la pareja”, aseguró Brenda Fraga, una joven de 19 años oriunda de Posadas, Misiones. Mora Zaro, de 15 años, agregó que las redes “influyen muchísimo” en los vínculos y mostró su preocupación por la circulación de videos conocidos como “chismosos” donde se muestra cómo se revisa el celular de la pareja.

“Se graban mirando las conversaciones de WhatsApp o de Instagram, y encuentran chats con otra personas, como que le puso los cuernos. Están armados y son para llamar la atención, pero igualmente dejan una influencia muy grande a quienes después piensan que está bien tener esas acciones de desconfianza que llegan a ser muy violentas y posesivas”, indicó la joven que vive en la Ciudad de Buenos Aires.


Respecto a estas conductas, Nayla Procopio, psicóloga y coordinadora de la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva (RedNac), advirtió que generalmente se habla “de la violencia en las relaciones tomando formatos tradicionales de una pareja formal y ahora hay otros matices que no son un noviazgo. Quizás hablamos de dos personas que ni siquiera se conocen o que se vieron una sola vez pero después el vínculo sigue por redes sociales”.

La especialista aseguró que en las plataformas “se generan compromisos por más que no haya una relación de lo presencial y también entran en juego la violencia y hay toda una parte de la violencia psicológica que es muy fuerte”, y destacó como una práctica habitual el “ghostear”.

El término proviene del sustantivo en inglés “ghost” que significa “fantasma” y hace referencia al hecho de terminar una relación sin dar explicaciones, desapareciendo de un día para el otro.

Procopio explicó que se habla de la importancia de la responsabilidad afectiva y “sabemos que no hay que ghostear”, pero este imperativo “esconde otra cara que es compleja: ¿qué hacemos cuando el varón no acepta que no querés seguir la relación?”.


“Ahí hay una cuestión de violencia básica del varón que empieza a insistir y por no ghostear muchas chicas quedan a merced”, detalló la psicóloga, y subrayó que “a veces sí es necesario el ghosteo si la persona no entiende que no”.

Otra problemática que se incrementó durante la pandemia fue la exigencia de pedidos de fotos íntimas, llamadas “nudes” y situaciones de extorsión, indicó Procopio.

“Son complejidades que se empiezan a dar en la fusión de vínculos entre lo digital y el cara a cara”, agregó, y remarcó la importancia de brindar a través de la Educación Sexual Integral herramientas a las jóvenes para afrontar estas situaciones.

Por Milagros Alonso, Télam.-


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