Un intento de contagio patagónico

Figueroa selló una alianza por el gas con Chubut y Río Negro y propuso exportar su estrategia de representación federal. Pidió cortar con la obediencia central y llamó a elegir legisladores que defiendan los intereses de cada provincia

Desde Rawson, donde se firmó el convenio para finalizar el gasoducto cordillerano que abastecerá de gas a localidades andinas de Neuquén, Chubut y Río Negro, el gobernador Rolando Figueroa propuso algo más que infraestructura.


Con el gas como excusa, intentó instalar en la agenda regional un proyecto político de mayor alcance: la construcción de un bloque patagónico de diputados y senadores que represente, sin condicionamientos, a las provincias del sur.

Lejos de enunciarlo como consigna, Figueroa planteó la iniciativa con precisión: propuso conformar un bloque parlamentario real, con autonomía de criterio y voto propio, cuya prioridad sea la defensa de los recursos y derechos de la Patagonia.

La idea se sustentó en su propia experiencia legislativa, pero también en la evidencia.

La región, recordó, aporta mucho más de lo que recibe. En el caso de Neuquén, la relación es elocuente: 4 % del PBI nacional y apenas 1,72 % de coparticipación.

La propuesta llegó acompañada de un diagnóstico crítico sobre la representación actual.

Señaló que muchos legisladores accedieron a sus bancas arrastrados por la boleta presidencial, gracias a la lista sábana.

Con la boleta única papel -que este año se estrena- eso ya no será posible.

Figueroa celebró la reforma y destacó el aporte de una senadora rionegrina, Mónica Silva, para eliminar el casillero de lista completa. Ahora se deberá votar por cargo, con marcación individual gracias al voto de una representante de una provincia patagónica que pudo cambiar la forma en que los partidos nacionales elegían a sus representantes.

El acuerdo energético firmado con Alberto Weretilneck e Ignacio Torres fue presentado como una muestra de coordinación federal.

Pero buscó algo más: contagiar su modelo político, expandirlo, volverlo bloque.

Los gobernadores propusieron en el Senado dos proyectos de ley. Uno que establece el reparto de los fondos que se cosechan con el consumo de combustibles líquidos y el otro es un nuevo reparto de los ATN, actualmente manejados de forma discrecional desde el Ejecutivo nacional.

Hay un dato interesante en la distribución de aportes no automáticos de Nación a Provincias: la distribución provincial de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) durante el primer semestre de 2025, fue por un total de $91.000 millones en etapa pagada.

Neuquén encabezó la lista con $15.000 millones, seguida por Buenos Aires con $10.000 millones y Salta con $9.500 millones.

El resto de las provincias recibió montos menores, destacándose una distribución notablemente desigual.

A pesar de estos desembolsos, solo se ejecutó el 20,2 % del Fondo ATN total, que ascendió a $451.048 millones, dejando un remanente sin utilizar de $360.048 millones en lo que va del año.

Retomó el espíritu del Grito de Alcorta, que en 1912 fundó la Federación Agraria, para invocar un “grito patagónico”.

El planteo no fue retórico. Apuntó a una construcción duradera, suprapartidaria y orientada a discutir de igual a igual con la Nación los términos de la relación fiscal y legislativa.

El reconocimiento judicial de La Neuquinidad, con su lista próxima a oficializarse, completó el cuadro.

El frente justicialista convocó por su parte a un frente anti-Milei y La Libertad Avanza ya cuenta con aval para competir. Más por Neuquén también estará en carrera.

Pero más allá de las alianzas, lo que propuso Figueroa fue otra escala: una bancada regional con voto coordinado en ambas cámaras, no como gesto simbólico, sino como herramienta real de presión política.
La Patagonia, dijo, debe hablar con una sola voz.


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