Pescar en el Limay Inferior, una propuesta con truchas y carpas como protagonistas

Desde la represa de Arroyito hasta la confluencia del Río Neuquén, el Limay Inferior ofrece una alternativa más económica para los pescadores. La pesca deportiva de la carpa, una de las novedades. Sebastián Rivanera, guía de la Provincia, nos ofrece un panorama del sector.

Dentro de los diversos destinos para los pescadores de la región, el Limay Inferior es uno de los puntos más interesantes. Y para conocer bien todos sus secretos, nada mejor que hablar con quienes más saben. Es el caso de Sebastián Rivanera, guía de la provincia y titular de Sendas Patagónicas, una empresa de turismo activo.


«Con la pandemia lo que hicimos es tratar de ofrecer alternativas de pesca cerca de la ciudad para todo el Alto Valle. Aire libre y contacto con la naturaleza, cerca de la ciudad, a un paso del trabajo, en el patio de tu casa», relata Sebastián. Y todos esos condimentos son ofrecidos por el Limay Inferior, que va desde la represa de Arroyito hasta la confluencia del Río Neuquén. «También frente a la Isla 132, hay unos brazos para salir a bucar unos peces. Es una buena alternativa, más económica», agrega. 

Arroyito es el mini Limay medio, salvando las distancias, porque Limay es otra cosa. «Las truchas viven en El Chocón y en época reproductiva suben el río y son de gran porte, pero en Neuquén también podemos tener alguna sorpresa de alguna arcoíris y marrón de lindo porte», comenta; al tiempo que agrega que «además le sumamos la pesca deportiva de la carpa, que estamos fomentando, porque hay algunas que ya superan los 15 kilos». 


Desde Sendas Patagónicas ofrecen pesca con mosca, en flotadas en balsas con plataformas que están preparadas para llevar dos pescadores (en proa y en popa, y en el centro va el guía botero), con remos largo que indica los mejores lugares, para en algunos a hacer vadeo y sostiene la embarcación para crear derivas y lograr el pique. 

El Limay inferior se caracteriza por tener una pesca fina. Se usan equipos chicos, livianos. Moscas chicas, ninfas, secas o mini streamers. Es una particularidad de este río que tiene brazos chicos, correderas y requiere más sutilezas. La gruesa donde se buscan grandes truchas, se da más en Limay medio. 


Usan equipos livianos, de 2, 3 4 o 5 hasta 6 como mucho, líneas de flote, o algún hundimiento de velocidad no muy profunda y moscas chicas. La temporada en esa zona abre el 1 de noviembre y finaliza el 31 de mayo. 

Sebastián también pescó en el Río Neuquén, desde el dique compensador hasta El Chañar, y cuenta que «es una linda pesca, porque tiene menos presión. Allí se complican los accesos. Se está pidiendo a la provincia una entrada cerca del dique. Luego, el Río Negro, de la Isla Jordán para abajo, también la pesca es interesante. Al ser un río más caudaloso, y profundo se presta más para combinar pesca fina con gruesa». 


En Mari Menuco y Barreales se puede hacer algo de pesca desde la costa, pero lo mejor es embarcarse. El tema es que no se puede ir a remo, porque un viento se puede llevar la embarcación.  

Se pueden encontrar truchas arco iris, perca, pejerrey y trucha marrón. Los pejerreyes se refugian en las algas, por eso hay que situarse en cercanías a las algas y captar al pez cuando va en busca de comida. 


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