Polémica por construcción de un templo en Neuquén: agresiones a un inspector

Un grupo de vecinos del barrio Confluencia expresó en un escrito que según la normativa en ese sector solo pueden haber viviendas unifamiliares.

Un grupo de vecinos del barrio Confluencia de Neuquén denunciaron que allegados a una pastora golpearon el sábado a un inspector durante un control y amenazaron a residentes del barrio que se oponen a la construcción de un templo evangélico. Vecinos indicaron que la ordenanza 10100 solo permite en ese sector que se levanten viviendas unifamiliares y con un límite de ocupación en los terrenos.

«Exigimos a la municipalidad actúen dentro de su función de policía para que tengan las sanciones correspondientes: clausura, demolición y lo que estimen corresponder ante tales hechos de violencia e incumplimientos constatados», expresaron los vecinos en un escrito dirigido al intendente Mariano Gaido y a Luis López de Murillas, de Obras particulares del Municipio.

Relataron que su reclamo inició hace tres años. «La obra que intenta llevar adelante la pastora Liliana Fernández de la Catedral de la Fe no cumple con lo dispuesto en la ordenanza 10010, ni con la reglamentación urbanística, y ahora tampoco con el decreto municipal 219/20», afirmaron.

En la nota solicitaron la clausura y demolición de la obra ubicada en Pomona y Los Álamos.

Sostuvieron que como desde el Concejo Deliberante se le denegó el pedido de excepción que hizo la pastora para construir el templo, presentó «planos falsos y mentirosos ante la Municipalidad con el único objetivo de avanzar con su obra y llegar a obtener la construcción prohibida».

Contaron que luego se enteraron que se le otorgó un permiso de construcción «pese a las reiteradas infracciones que viene cometiendo».

Ante este motivo, expusieron que pidieron y tuvieron una reunión con López de Murillas y dos inspectores, quienes le manifestaron que le comunicaron a la pastora que tenía «un plazo de dos años para readecuar la obra y demoler la parte en la que se encuentra excedida, pero que en principio los planos presentados son de vivienda unifamiliar». Además que por las dimensiones de la obra la cantidad máxima de trabajadores era de cinco personas.

Pero expusieron que el viernes vieron a diez obreros en el lugar y luego el pasado sábado a siete que estaban «sin barbijos ni lentes de protección como pide la reglamentación».

Fue ahí que volvieron a llamar  al Municipio y cuando se acercó el inspector, unos fieles que se encontraban en el sitio «salieron a increparlo, llegando a rodearlo y empujarlo». Además comentaron que un vecino que se asomó a ver lo que ocurría  «fue insultado, golpeado y hasta lo persiguieron corriendo hasta su casa tirándole piedras». Al rato, unos efectivos se acercaron y la situación se calmó momentáneamente. La construcción no se detuvo.

«En este barrio no puede construir su iglesia, existe una ordenanza de Cordineu que es clara en sus fundamentos al establecer que nos encontramos en una zona próxima a los ríos y a la confluencia que se debe proteger, debido a su flora y fauna sensible a la actividad humana», subrayaron desde el grupo de residentes en la nota.


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