Triple femicidio: los dos datos que alimentan el enigma de «Pequeño Jota» y la banda narco acusada de los crímenes
Fuentes vinculadas a la investigación, confirmaron en exclusiva a Diario RÍO NEGRO los puntos grises que complican una causa que investiga un hecho sin precedentes en el país.
El triple femicidio en Florencio Varela sigue posicionándose como uno de los hechos más impactantes y brutales en la historia criminal del país. Brenda del Castillo (20 años), Morena Verdi (20 años) y Lara Morena Gutiérrez (15 años) aparecieron muertas tras haber desaparecido el 19 de septiembre al subir a una camioneta blanca en La Tablada. Este viernes, los cuerpos fueron despedidos por familiares.
Diario RÍO NEGRO confirmó con fuentes ligadas a la causa dos datos claves para el futuro de la causa. El primero es que no existe investigación previa ni se reconoce a la banda sospechada como una organización narco con trayectoria en el país. Este indicio complica a la fiscalía, que debe avanzar sin antecedentes como punto de partida.
El otro hecho relevante es que se verificó que no hay registros ni investigaciones previas contra el supuesto cabecilla conocido como “Pequeño Jota”. Según la información proporcionada, no figuran pedidos de captura ni antecedentes en organismos locales o internacionales.
La falta de estos datos abre la posibilidad de que se trate de una estructura criminal nueva o de una célula vinculada a una organización extranjera con ramificaciones en Argentina. Esta hipótesis se mantiene bajo análisis por parte de los investigadores, que tampoco descartan que el grupo busque imitar modos criminales de organizaciones narcocriminales mexicanas o colombianas.
Este diario logró confirmar que incluso la Procuraduría de Narcocriminalidad de la Nación (PROCUNAR) no cuenta con registros ni investigaciones previas sobre este presunto jefe narco.
El enigma de “Pequeño Jota” y un nuevo nombre en la causa
El enigma sobre la identidad de “Pequeño Jota” sigue alimentándose con el paso de las horas y la insuficiente búsqueda de su paradero. Sobre su perfil no existen registros en la policía local, la Policía Federal ni en Interpol. Se le adjudica nacionalidad peruana y una edad aproximada de 23 años, pero su identidad real todavía no fue ni siquiera confirmada.
Las primeras versiones lo describieron como un líder sin piedad, capaz de transmitir en redes sociales escenas de tortura y asesinato como una forma de adoctrinamiento criminal. Sin embargo, hasta ahora no existen pruebas concretas.
Mientras tanto, en las últimas horas, la fiscalía sumó otro nombre a la causa: Matías Agustín Ozorio, un joven de la misma edad que “Pequeño Jota”. Su posible rol dentro de la estructura criminal está bajo análisis.
Avances en La Matanza
El caso, ahora en manos del fiscal de Homicidios de La Matanza, Adrián Arribas, tiene cuatro detenidos y continúa con una investigación a cargo de la DDI de ese distrito. Los allanamientos realizados en distintos puntos apuntaron a desarticular a la organización.
Los aprehendidos en los operativos realizados el miércoles son Daniela Iara Ibarra, Celeste Magalí González Guerrero, Maximiliano Andrés Parra y Miguel Ángel Villanueva Silva.
Todos ellos se negaron a declarar ante la justicia. De los cuatro detenidos, solo Parra es de nacionalidad peruana. Esto bastaría para que se los conozca como «Los peruanos».
Una investigación en desarrollo
La confirmación de que no hay antecedentes sobre la banda ni sobre “Pequeño Jota” refuerza la incertidumbre en torno al triple femicidio. La justicia deberá determinar si se trata de una organización emergente o de una célula con conexiones internacionales.
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