Ignacio Torres reunió a la militancia y fue crítico: «La discusión que se viene en Chubut es futuro o pasado»

Después de una semana movida, el gobernador de Chubut reunió a la militancia y por primera vez habló de una “derrota electoral”. Los instó a “despabilarse”. Nunca con LLA y críticas al PJ. 

Ignacio Torres reunió a la militancia y fue crítico.

“Basta de navegar en el olvido. Basta de bendecirnos en la lluvia. Basta de no ser nadie. Basta de convivir con la derrota. Basta, carajo”. 

El gobierno de Ignacio Torres no tuvo una buena semana. Pese a alardear sobre los buenos resultados de su viaje a Estados Unidos, de la aprobación del presupuesto y de la puesta en marcha de su plan para bajar el gasto del Estado, las largas sonrisas del principio se fueron convirtiendo en sonrisas de trapecistas. Cortas y nerviosas. 

La llegada a Chubut le tenía preparada la sorpresa de un corte intempestivo de prestaciones de farmacias y médicos a la obra social de los miles de trabajadores de la administración pública. Los mismos trabajadores que todavía no saben cuándo cobrarán el aguinaldo y se lo hacen saber con distintas verborragias en las redes sociales o en donde pueden. 

Por eso, el joven gobernador buen manejador de los tiempos removió las cenizas y volvió a encender el fuego de la militancia. “El último resultado electoral nos tiene que despabilar”, les dijo en una reunión nocturna organizada para despedir el año arropado en su naciente partido Despierta Chubut. 

Por primera vez en casi dos meses, Torres reconoció en una frase que la inesperada derrota del 26 de octubre les había dado un golpe en el mentón que no alcanzó para que le cuenten hasta ocho pero que lo dejó políticamente agarrado de las cuerdas. 

Había que dar un golpe de efecto, un cambio de timón, una inyección de energía. Comienza el segundo tramo del mandato y no es cuestión de dejar pasar oportunidades frescas que reaviven las ansias de repetirlo en 2027. 

“La discusión que se viene en Chubut es futuro o pasado”, les dijo a quienes hacían flamear banderas rodeados de funcionarios y dirigentes del partido. Le agregó al párrafo fuertes críticas al Justicialismo. “Es que ellos son el pasado”. 

También dejó en claro en rechazar cualquier posibilidad de alianza con La Libertad Avanza porque “acá está la verdadera pelea, no es Milei o Cristina, es que a la provincia no la pasen por arriba”. 

Y llamó a que “a partir de mañana empecemos a organizarnos todos, del PRO, radicales, independientes, todos los que forman parte de este espacio. Nosotros vamos a discutir futuro, eso es lo que se va a elegir la provincia”, dijo. Y no ahorró críticas a la anterior gestión provincial, ni al peronismo y enfatizó que “tenemos que cambiar el chip y a partir de marzo salir y ganar en la calle, dejar todo en la cancha”. 

Las noticias desde economía trajeron un poco de calma. Se había normalizado la prestación de las farmacias y acordado pagos con algunos médicos, en especial con los odontólogos. Aunque las noticias a los consultorios no llegaron a tiempo: muchos afiliados tuvieron que pagar la consulta y esperar el reintegro. 

Torres hizo la última arenga, sosteniendo fuerte los errores: “No supimos provincializar la elección. El haber atravesado una derrota electoral como la que atravesamos nos tiene que despabilar. Tenemos un mandato de nuestra gente, la misma gente que bancó al presidente en una elección recontra polarizada con mucho miedo de volver atrás”. 

Así, el gobernador cerró el año entre su gente. Rodeado del intendente de Trelew y su delfín Gerardo Merino y del vicegobernador Gustavo Menna quien fuera uno de los candidatos de la derrota. Menna es de Comodoro Rivadavia donde el partido del gobernador salió tercero. Merino es el intendente de Trelew, donde “Despierta Chubut” terminó cuarto. Doble dolor para Torres porque es la ciudad donde nació. 

Torres entendió la frase poética de Mario Benedetti de su libro “La Vida adrede”. Y si no lo dijo, seguro lo pensó: “Basta de convivir con la derrota. Basta, carajo”. 

A despabilarse. 


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