Ratifican sanción a una trabajadora del hospital de Bariloche que tenía cargo gremial

La Justicia laboral de Bariloche resolvió que la condición de dirigente gremial ejercida por una trabajadora del área de Odontología del hospital Ramón Carrillo, de esta ciudad no la dejaba a salvo de recibir una sanción por maltrato laboral.

En instancia administrativa la agente había recibido una suspensión en sus tareas luego de que una compañera de trabajo la denunciara por “hostigamiento”, pero intentó acogerse a una excepción, por formar parte de la comisión directiva del gremio ATE.

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El tribunal que examinó el caso consideró que los fueros gremiales no eran aplicables en su caso y que la sanción prevista en el régimen disciplinario debía aplicarse como en cualquier otro, sin atenuantes. Lo hizo al acoger un planteo de la Fiscalía de Estado provincial, de acuerdo a lo informado por el área de prensa del Poder Judicial.

La trabajadora sometida a sumario alegó que había sido investigada y suspendida sin haberse pedido con anterioridad su exclusión de los fueros gremiales. Los jueces descartaron ese criterio y dijeron que la tutela sindical no impide al empleador realizar investigaciones internas.

La situación conflictiva ocurrió hace tres años, cuando una trabajadora del área de odontología del hospital denunció a otra por hostigamiento. El tribunal apuntó que el objetivo de los fueros no es “blindar a la persona sindicalizada frente a cualquier actuación del Estado, sino impedir represalias gremiales encubiertas como medidas disciplinarias”, según refirió el comunicado.

Entendió también que el sumario en contra de la dirigente de ATE no violentó las garantias del debido proceso y que el fuero gremial “ampara el cargo” de los dirigentes en su actividad representativa, “pero no cualquier conducta”.