Video | Ruta 22 en el Alto Valle: cómo es el estado del tramo «nuevo» entre Cervantes y Chichinales

A más de 15 años del inicio de la construcción de la autovía de la Ruta 22, Diario RÍO NEGRO realizó una recorrida por los 46 kilómetros que comprenden el trayecto entre Cervantes y Chichinales. Hicimos un relevamiento del estado actual y destacamos los puntos más críticos de la principal vía de acceso al Alto Valle.

“Las tareas de conservación se realizan. Se trabajó en la optimización de banquinas en todo el recorrido, también se hizo bacheo y trabajos de señalamiento vertical. La planificación existe y se ejecuta”, expresaron desde Vialidad Nacional ante la consulta de este medio por el mantenimiento del tramo.

Pese a los esfuerzos del organismo, el incesante flujo de autos, camiones y colectivos ha derivado en un precipitado deterioro del asfalto en algunos kilómetros. La presencia de ondulaciones, pozos, grietas y el afloramiento de maleza se repiten en ciertos sectores, aunque también hay áreas que permiten un tránsito fluido para los conductores.

Nuestro recorrido comenzó en el nacimiento de la sección II del proyecto de ampliación, que comprende entre Cervantes y Godoy. La obra fue licitada en el año 2010 y en la actualidad se encuentra en un 90% de ejecución.

A pocos metros del cartel —para nada visible por las noches— de “inicio de obra”, se observa desde la cinta asfáltica la persistencia de la maleza y los restos de neumáticos a un lado de las barreras new jersey. Desde Vialidad aseguraron que, tras el mejoramiento de las banquinas, comenzaron con el corte de pasturas. Pero, actualmente las labores del personal se centran en el tramo Chimpay – Chichinales.  

Uno de los primeros puntos críticos está en el límite con Mainqué, en las colectoras norte y sur. Son apreciables importantes baches en el asfalto, en un sitio donde confluyen canales de riego por debajo de la calzada. Una situación similar se repite a un lado del puente elevado del acceso principal a la localidad, en proximidades a un galpón de empaque. 

Los kilómetros que siguen hasta Huergo suelen ser los más amenos para la circulación. Sin embargo, el sector de los “Tres Puentes” también reviste especial atención. No tanto para quienes transitan por arriba de los pasos elevados, sino para quienes lo hacen por debajo.

A nivel del suelo existe un cruce de caminos rurales, el cual es particularmente concurrido durante la temporada de cosecha. Allí se suelen producir embotellamientos en horas pico y las malas maniobras de los conductores suelen ocasionar «experiencias límites».  

Godoy es quizás uno de los casos más paradigmáticos de la obra de ampliación. El paso de altura que atraviesa el acceso principal fue uno de los últimos en habilitarse en 2021. Los trabajos no llegaron a ser totalmente concretados, a tal punto que el propio municipio decidió tomar cartas en el asunto. 

“Nosotros pusimos cartelería y unas tachas refractarias, porque para entrar estaba todo oscuro. En el acceso nos tomamos el atrevimiento, con la colaboración de la estación de servicio YPF, de colocar luminarias. Eso está enganchado del alumbrado público y no corresponde, porque yo le estoy haciendo pagar a los vecinos de Godoy algo que debería asumir Vialidad”, comentó el intendente Albino Garrone en diálogo con este medio. La comuna formalizó el pedido para que organismo nacional avance en una regularización de la situación, pero hasta el momento no se han tenido respuestas.

El límite entre Godoy y Regina es también blanco de críticas. El área, escenario de incesantes accidentes a la altura del kartódromo, presenta problemas de iluminación por la noche y un delicado aspecto de los guardarraíles. 

“Ahí hay muchos accidentes porque se cruzan ciclistas, motociclistas y peatones. Incluso a 50 metros del cruce hay una salida del sector rural, por lo que algunos productores para ir a Godoy tienen que hacer siete kilómetros en dirección a Regina y volver. Para evitar eso, cuando ven que hay poco tránsito, hacen los 50 metros, se cruzan de vía y eso es totalmente peligroso. Hay que buscar una solución”, agregó Garrone.

Otro aspecto a destacar son las ondulaciones, palpables sobre todo en Regina y Chichinales. Dos casos paradigmáticos son la intersección de la calle Pioneros, donde se encuentra el primer semáforo en el ejido reginense, y el sector lindante al destacamento de la policía caminera,  a unos escasos kilómetros de finalizar la autovía.

“Las deformaciones en la ruta son por la falta de control de peso al tránsito pesado. Mientras no hagan control de peso, tiene que haber un gesto de Vialidad de empezar a reparar los sectores más críticos y más complicados”, mencionó al respecto el ministro de Obras y Servicios Públicos de Río Negro, Alejandro Echarren.

Este tramo en controversia es uno de los más antiguos de la autovía. La obra fue licitada por Nación en el año 2006, durante la presidencia de Nestor Kirchner, y su construcción inició en el 2008.  

Durante estos años el grado de desgaste de la cinta asfáltica se ha acentuado, con presencia de grietas, baches y desniveles potencialmente peligrosos. Esto es observable en el límite entre “La Perla del Valle” y el “Portal del Valle”, a la altura de Otto Krause, sitio donde suelen repetirse siniestros.

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El pedido por seguridad vial en la Ruta 22

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Desde la ONG Estrellas Amarillas Río Negro impulsan desde hace años el pedido por la declaración de la emergencia vial. Esto no solamente para prevenir futuras pérdidas de vida, sino también para que se destinen fondos al mejoramiento de todas las vías de comunicación.

“Se ha complicado mucho el tramo Chichinales – Regina, por falta de luminarias y de readecuación de los sistemas indicadores. Se suman así un montón de inconvenientes para los conductores. Además, hay que agregar que un 70 o un 80% de los siniestros viales son responsabilidad de los conductores”, comentó Carlos Torres, referente provincial de Estrellas Amarillas, al enumerar algunas áreas potencialmente peligrosas.

El referente señaló, además, que algunos informes revelaron que el material empleado en la ampliación de la autovía no es apto para el transporte pesado, lo que ha derivado en que algunas partes de la calzada cedan y se agrieten.

Sobre la ausencia de cartelería en algunos tramos, ejemplificó: “No hay tampoco una identificación donde se producen serruchos, como ocurre de Regina a Godoy. Esas deformaciones provocan que el auto salga despedido hacia la banquina o hacia adentro”.

La ONG contabilizó en lo que va del 2025 unas 18 personas muertas en las rutas de Río Negro. Del total, ocho se produjeron en la Ruta 22.

“Cualquier ciudadano que circule por la 22 se va a dar cuenta de cuál es el estado. Yo no soy quién para estar haciendo una crítica. Pero ellos (las autoridades) tienen conocimiento de esto y nosotros siempre salimos a decir lo mismo”, agregó Torres.

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¿El mantenimiento de la Ruta 22 se lo quedará la Provincia?

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“Es de público conocimiento que el gobernador está pidiendo hace un tiempo el traspaso de la ruta. Yo creo que como traspaso en sí, siempre lo dije, no es viable que se pierda el dominio desde Vialidad Nacional”, opinó Enzo Fullone, director del Distrito 20 de Vialidad Nacional, en diálogo con Diario RÍO NEGRO. 

Días atrás, el gobierno de Neuquén informó que asumiría el mantenimiento de la Ruta 22 desde Tercer Puente hasta China Muerta. Sin embargo, del lado rionegrino el panorama es más “complicado” como para delimitar una medida de ese estilo.

“La realidad en Río Negro es un poquito más compleja porque inclusive hay contratos abiertos que están ejecutando, como la obra de Choele Choel y la obra de Cipolletti que se se se pretende también terminar”, agregó Fullone. 

El titular del Distrito aseguró que desconoce el grado de avance de la negociación entre Nación y la Provincia. Sin embargo, precisó que su jurisdicción presentó un proyecto para concesionar a privados las rutas nacionales que pasan por territorio rionegrino, tal como sucede en otros puntos del país. “El proyecto está elaborado, bastante avanzado. Siempre siguiendo el curso del gobierno nacional”, aseveró.

Por su parte, el ministro de Obras y Servicios Públicos de Río Negro, Alejandro Echarren, expresó que el proceso de negociación con las autoridades nacionales por el traspaso se mantiene abierto. En tanto, se definen aspectos técnicos claves. 

“La diferencia grande que nosotros tenemos con Neuquén, es que ellos tienen mucha menos cantidad de kilómetros de rutas nacionales y en mejor estado que los nuestros”, mencionó el funcionario.

Echarren destacó que en Río Negro hay cinco contratos de obras sin concluir, por lo cual debería tenerse una definición de los mismos antes de ceder una concesión del camino. 

Por otra parte, también restan definiciones respecto a cómo se avanzará con los proyectos pendientes. “Lo que plantean es terminar la 22 así como está, en 1 + 1. O sea, dos carriles, uno de cada mano. Nosotros decimos que no. La ruta, por el grado de tránsito en el Valle, tiene que tener dos carriles por cada lado. Eso va a permitir descomprimir el tránsito”, concluyó Echarren.