Propiedades

Los 3 nichos de mercado más rentables para los arquitectos: exclusivo con Caterina de la Portilla

La arquitecta y urbanista roquense Mijal Orihuela entrevistó a su colega canaria, quien anima a los profesionales argentinos a navegar la crisis con altas posibilidades de éxito. Cómo hacerlo: ella lo comparte.

Por Mijal Orihuela, especial para «Río Negro»

Mientras que muchos arquitectos argentinos temblamos ante la inflación y los rumores sobre una presunta devaluación, la española Caterina de la Portilla nos invita a mantener la calma, diciendo que ella puede ayudarnos a navegar la crisis con éxito. ¿Quién es esta española y qué es lo que realmente nos puede aportar? En una entrevista en exclusivo para «Río Negro» se lo preguntamos.

Fundadora y Directora de Líderes para la Arquitectura, la arquitecta Caterina de la Portilla.

Sos conocida por tu escuela de negocios para arquitectos, que ha marcado tendencia en el área. ¿Dirías que tus cursos son también adecuados para interioristas y paisajistas?

Comencé ayudando a arquitectos por cercanía, pero con los años fui trabajando también con ingenieros, interioristas, paisajistas, urbanistas y aparejadores ( maestro mayor de obra). Y, la metodología es la misma. Entonces, ahora hemos abierto las puertas a todos ellos, a todo el campo de la arquitectura y la construcción, por eso, ahora nuestro estudio se llama “Líderes para la arquitectura”.

Hoy, necesitamos aprender de negocios. Por eso, hemos empezado a entender el ejercicio de la profesión de una manera diferente y disruptiva. Y esto es lo que nos permite impulsarlo, porque aportamos soluciones y valor a los profesionales.

Caterina de la Portilla, arquitecta española en diálogo con «Río Negro»

¿Cuáles dirías que son, hoy en día, los 3 nichos de mercado más rentables para los arquitectos?

Son muchos. Aún así, podría decirse que el top tres son:

El cliente inversor. Son personas que quieren hacer una inversión inmobiliaria para salvaguardar o su dinero, garantizarse una buena jubilación o incrementar su capital. Como su interés no es tan emocional, sino que están más centrados en los números que en sus gustos personales, el servicio de arquitectura se torna más sencillo y rentable.

El mundo de los padres y las madres o la industria de la infancia, que mueve muchísimo dinero, porque son personas que quieren invertir para darle lo mejor al niño que cuidan. Además, al diseñar cuartos infantiles, juegos o aulas, podemos contribuir a algo precioso, que es el desarrollo humano.

El tercero en realidad no es un nicho. Es cuando pasamos de un “hecho para ti”, donde reinventamos la rueda con cada cliente, porque hacemos un servicio totalmente artesanal, a aplicar sistemas de diseño. Aquí, primero, definimos una biblioteca. Por ejemplo, un número de pavimentos que usamos, y, de los cuales conocemos sus precios y proveedores. Y luego, podemos generar un producto arquitectónico para un nicho específico, como personas que quieren una cabaña en la montaña para pasar sus vacaciones o alquilar.

Contanos sobre tu estudio de arquitectura, ¿cómo es?, ¿qué hacen?, ¿trabajan de forma física o virtual?

Primero empecé con un compañero, Gabriel. Hice tarjetas de visita, web y portfolio…, no sabíamos cómo conseguir clientes, nos fuimos a pique y cada uno siguió por su lado. Ahí fue cuando empecé a estudiar este tema y fui creando la metodología que enseño.

A partir de aquí, el estudio siguió vivo y siempre trabajé de manera virtual, con dos o tres colaboradores y Tao (mi compañero), que es diseñador gráfico. Nunca tuvimos empleados ni quiero tenerlos, porque no creo en la mentalidad del empleado y el empleador, sino en la del liderazgo y la meritocracia. Nos caracterizamos por pagar muy bien y, claro, que luego exigimos resultados y excelencia. Pero, no tenemos un contrato firmado por el gobierno de España.

Dentro del estudio hay una rama, que se llama Isla State, donde nos dirigimos principalmente a personas en el norte de Europa que quieran poseer una vivienda en las Islas Canarias, que disfrutan cuando están aquí y rentabilizan cuando están fuera.

¿Seguís trabajando en esta línea o ahora te dedicás solamente a dar clases?

Hace un año y medio que no tomo ninguna obra y no hago ningún proyecto, porque he sido madre y he tomado la decisión de volcar toda mi energía a Líderes para la Arquitectura, dado que está adquiriendo un tamaño muy brutal. Pero, es algo que quiero retomar en dos años. Porque estoy enseñando metodología de negocios y, creo que, es muy importante mantener la práctica activa para no desconectarme de la industria a la que pertenezco.

«Más que revolucionaria, soy una arquitecta disruptiva»

En el interin, como vamos a lanzar un fondo de inversión para los compañeros que están en el curso avanzado y tienen proyectos con potencia, me voy a meter en la cocina de esos proyectos, lo que me va a ayudar a rellenar ese vacío que me deja el no tener proyectos propios.

Parte de tu branding es el hecho de ser una arquitecta revolucionaria, ¿en qué sentido dirías que estás revolucionando nuestra profesión?

Mas que revolucionaria, diría que disruptiva.

Hasta la crisis del sector inmobiliario, tan sólo diez o quince años atrás, ser creativo era suficiente para vivir de la arquitectura. Pero, hoy no es así. Hoy, necesitamos aprender de negocios. Por eso, hemos empezado a entender el ejercicio de la profesión de una manera diferente y disruptiva. Y esto es lo que nos permite impulsarlo, porque aportamos soluciones y valor a los profesionales.

«El arquitecto no se siente bien vendiendo…»

Además, los cursos de marketing que existían, no abordaban productos intangibles y de gran valor económico como los que nos implican a nosotros. Y, por otro lado, el arquitecto no se siente bien vendiendo, entonces humanizamos la venta, apuntando a saber cuál es el propósito de cada profesional, con qué quiere ayudar. Así, hemos traducido el marketing de la calle al mundo de la arquitectura, y funciona.

Estás relanzando tu marca, ¿qué has creado de nuevo y cuál es tu visión de acá a 3 años para la misma?

Queremos dar voz a otros arquitectos brillantes, con quienes venimos trabajando hace cuatro o cinco años, quienes están desarrollando proyectos brutales en sectores como el inmobiliario, la inversión, el hospitalario, el infantil y el cohousing.

También, pasar de ser 2.500 a 100.000 personas, porque ser muchos nos regala poder de negociación, ante instituciones financieras y proveedores, y, nos da poder de influencia. Por último, vamos a empezar a invertir en soluciones para el colectivo, como integrar la inteligencia artificial con el desarrollo de ideas de negocios, consultores (abogados, financieros) a quienes podremos consultar de manera gratuita, bolsa de trabajo y mediación para que los clientes encuentren su arquitecto.

En verdad, que queremos convertirnos en el colegio mundial de arquitectos. Y los colegios locales están invitados a sumarse a la fiesta.

Ser mamá me hizo quitarme un montón de tareas insignificantes, porque me ha hecho ver dónde está lo importante. Pero, nada de esto sería posible sino tuviera treinta personas trabajando. O, sin Tao, mi compañero.

Caterina de la Portilla, arquitecta

Recientemente, has abierto un segundo curso y publicado un libro, “Cómo vivir de la arquitectura”. ¿De qué tratan?

En el libro explicamos las bases para desarrollar una línea de negocios que genere clientes, una estructura no jerárquica para el estudio, que permita a su director focalizarse en innovar, en vez de estar controlando a sus colaboradores, y, generar clientes de forma automática. Esto es lo que desarrollamos en los dos programas [o cursos], incluyendo el proceso de búsqueda y filtrado de colaboradores, técnicas de publicidad específicas a nuestro caso y un mindset avanzado, para adquirir la mentalidad de empresario.

La diferencia, es que en el libro está la teoría pero, al aplicarla, surgen dudas, y, los programas ofrecen más de cuarenta sesiones semanales donde se puede despejar esas dudas.

Hasta diciembre, trabajabas 10 horas por día, 4 días a la semana, pero recientemente has sido mamá, ¿cómo estás compatibilizando tu vida profesional con tu maternidad?

Teniendo un equipo maravilloso y trabajando pocas horas. He comenzado a trabajar dos o tres horas al día, pero muy bien, totalmente enfocada. Llevo mucho tiempo entrenando eso y, también, me ha ayudado a mejorar el esto tener a Roque, mi bebé. Ser mamá me hizo quitarme un montón de tareas insignificantes, porque me ha hecho ver dónde está lo importante. Pero, nada de esto sería posible sino tuviera treinta personas trabajando. O, sin Tao, mi compañero.

Que el padre se implique, y dejarlo implicarse, es fundamental. Hacemos un ping pong, para que cada uno lo cuide unas horas al día y, esto también hace que el niño vea a la pareja como unidad.


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