Quitar a los ricos

Neuquén

Trabajadores socialistas proponen “expropiar a los expropiadores”, haciendo alusión a las fortunas grandes. El problema con los redistribucionistas más radicales es que no les dan los números. En la siguiente lista pueden encontrarse los nombres, el cargo y el patrimonio de quienes, de acuerdo con la internacional revista “Forbes”, son las personas o familias más ricas de Argentina:

• Hermanos Rocca (Grupo Techint), u$s 9.700 millones.

• Alejandro Bulgheroni (Pan American Energy), u$s 7.300.

• Gregorio Pérez Companc (Molinos y Pecom), u$s 3.900.

• Jorge Pérez (Icom Brickel), u$s 3.000.

• Eduardo Eurnekian (Corporación América), u$s 2.700.

• Familia Werthein (La Caja- Telecom), u$s 2.300.

• Edith Rodríguez (Pluspetrol), u$s 2.000.

• Alberto Roemmer (Roemmer), u$s 1.800.

• Hugo Sigman y Silvia Gold (Grupo Insud), u$s 1.600.

• Marcos Galperín (Mercado Libre), u$s 1.600.

Si sumamos la riqueza de las 10 fortunas más grandes de Argentina (que recién aparecen en el ranking global a partir del puesto 400), llegamos a un total de u$s 35.900 millones. Esto luce como un patrimonio formidable. Y sin dudas que lo es. Estamos hablando de la suma de la riqueza de los 10 más ricos de un país de 40 millones de habitantes. Es lógico que el monto sea sideral. No obstante, ¿qué pasa cuando lo comparamos con lo que el gobierno, por ejemplo, gasta en un año?

De acuerdo con el presupuesto 2019, este año el gobierno nacional gastará SAR 4,32 billones entre Gasto Primario e Intereses de Deuda. Pasado a dólares, llegamos a una cifra de 107.600 millones. Es decir, tres veces más. O sea que si el gobierno llegara a expropiar toda la riqueza de las 10 familias más ricas del país, solamente se haría de dinero para financiar el 33% de su presupuesto. Solo le alcanzaría la plata para 4 meses de gasto público. Claro que podría usar el dinero para pagar solo las jubilaciones, por ejemplo. En dicho caso, el dinero se acabaría a los 8 meses.

¿Y las tarifas? Hace poco en Twitter algunos pedían seguir sosteniendo los subsidios a la energía que pagamos los hogares y las empresas en argentina cobrándoles impuestos “a los ricos”.

Bueno, muy bien, ahora si quisiéramos mantener las tarifas tal como estaban en el 2015 eso implicaría un gasto en subsidios de $ 389.300 millones. Pasado a dólares, al tipo de cambio “paralelo”, son u$s 27.000 millones. Y si lo convertimos al tipo de cambio oficial promedio del año, de $ 9,3, entonces nos vamos a u$s 40.000 millones. O sea, incluso gastándonos toda la plata de los 10 más ricos del país no podríamos siquiera mantener el gasto que Cristina Fernández de Kirchner dedicaba a subsidiar las tarifas. Toda esa riqueza, una vez comparada con la máquina de gastar que es el Estado argentino, se reduce a tres empanadas.

Joaquín Bertrán

DNI 5.433.822


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