Raquel, la mujer de 85 años que corre carreras en Bariloche con sus nietas
Participó en la prueba de 5 kilómetros de la Carrera de Reyes que se disputó en Bariloche. El año pasado había corrido los 3.000 metros y esta edición fue por más.
La abuela Raquel Ardaiz corrió en Bariloche una carrera de 5.000 metros junto a sus nietas. Foto: Marcelo Martinez
Se tomaron de las manos en los últimos metros del recorrido y apenas cruzaron la meta se fundieron las tres en un abrazo interminable. Raquel Ardaiz había logrado el objetivo deportivo. La mujer, de 85 años, había completado el recorrido de los 5 kilómetros de la Carrera de Reyes y estaba feliz. Pero estaba contenta por otro motivo. Raquel había corrido –y caminado en parte del trayecto– junto a sus dos nietas, Martina y Georgina Gelardi.
La emoción de las nietas se reflejaba en sus rostros sonrientes. Abrazaron una y otra vez a su abuela, que recibió uno de los aplausos más calurosos en ese frío atardecer del domingo pasado, cuando se disputó la tradicional Carrera de Reyes.
El viento helado que soplaba desde el oeste obligó a los turistas y residentes que se acercaron hasta la plaza del Centro Cívico a arroparse para seguir la competencia.
“Sale todos los días a caminar al velódromo”, destacaron las nietas tras finalizar la prueba. Raquel observaba a su alrededor algo desconcertada, porque la música que salía de los parlantes, ubicados a metros de la llegada, aturdía. Había recibido su medalla por terminar la prueba, pero, sobre todo, muchas muestras de afecto y cariño.
No era la primera vez que participaba de la Carrera de Reyes. Las nietas recordaron que el año pasado había completado la prueba de los 3 kilómetros. Sin embargo, había quedado con gusto a poco. “Esa vez nos dijo: ¿esto es todo?”, rememoraron las nietas.
Por eso, este año quiso ir por más. Martina reconoció que su abuela fue la que las instó a anotarse para participar del evento deportivo que desde hace más de tres décadas se organiza cada principio de año en Bariloche.
Georgina es corredora de montaña y justo viajó para pasar las fiestas con su familia y se sumó a la idea. No la quiso dejar sola. “Ella es todo inspiración, le pone mucha actitud. Tiene 85 años”, destacaron las nietas.
“Me gustó”, respondió, tímidamente, Raquel cuando se le preguntó cómo se había sentido durante el trayecto de los 5 kilómetros por el centro de la ciudad. “Caminé un poquito y me sentí bien”, aseguró.
“Para ella lo importante es estar en movimiento permanente”, afirmó Martina, con orgullo, minutos después de haber superado la meta de la mano de su abuela.
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