Reabrió la feria de la calle Otto Goedecke, la más popular de Bariloche
Cientos de puestos volvieron a la calle con un protocolo especial. Se controlaba la temperatura en el acceso al predio que se colmó de gente en pocas horas.
Cientos de puestos de venta de artículos de los más diversos, nuevos y usados, volvieron a la calle Otto Goedecke que se colmó de feriantes y visitantes, en el primer día de su reapertura luego de seis meses de inactividad.
La populosa feria de Bariloche volvió a su esencia en sábado a pleno sol. Con puestos montados sobre caballetes y con una distancia prudencial entre cada uno, los feriantes se instalaron de manera ordenada en tres hileras en unos 200 metros y con una extensión en las transversales. La expectativa era grande y si bien las ventas para algunos no fueron importantes, transitaron la jornada satisfechos por el regreso.
“Ya no daba para más, estábamos ahogados y que nos permitan volver es un alivio”, dijo entusiasmado uno de los feriantes. El público fue constante desde las 10 que permaneció habilitada. Al mediodía se formaban colas en los dos accesos que dispuso el municipio.
Sobre la calle Otto Goedecke y 25 de Mayo, se colocaron vallas y se permitía el ingreso luego de tomar la temperatura y colocarle alcohol en las manos a cada visitante. Lo mismo ocurrió en el puesto acceso instalado sobre la calle Chubut, a 50 metros de la transitada Onelli.
Los vendedores y visitantes respetaron las instrucciones de portar tapabocas en todo momento e incluso algunos llevaban máscaras. También en los puestos de comidas se indicaban en carteles las medidas de prevención elementales.
“Pensé que iba a colapsar al principio, pero no ocurrió, esperemos que siga así para que podamos mantener la feria”, señaló Sandra desde su puesto de venta donde cada tanto alguna persona preguntaba precios. Algunos con mayor fe agradecían a Dios la vuelta a la actividad.
Los visitantes tomaron la feria como un “paseo de sábado”. La mayoría recorría cada puesto solo observando o realizando consultas, aunque también algunos realizaron compras de manera decidida.
En esta feria se puede encontrar desde ropa usada o nueva, en la mayoría de los puestos, pasando por artículos de limpieza, bazar, ferretería, elementos de cocina, juguetes, plantas, frutas y verduras, inciensos, cuchillería y puestos de comidas rápidas.
El municipio autorizó la apertura de la feria con protocolos y cursos previos a los feriantes. Por el momento solo se permitirá abrirla los días sábado.
“Queremos ver cómo anda todo porque es un lugar donde hay que extremar mucho los cuidados para que pueda resultar”, dijo el intendente Gustavo Gennuso en su programa radial, donde confesó que finalmente se habilitó la feria por la “necesidad de trabajo de la gente” a pesar de los temores por posibles focos de contagio si no se cumplen las medidas de prevención.
“Hay que entender la lógica del trabajo y necesidad que tiene el feriante. De su cuidado depende su trabajo, sus hijos, su vida”, insistió Gennuso que pidió a quienes visiten el espacio “cuidarse tanto como el feriante”.
Luciano Olivera, coordinador de ferias municipales, relató que un equipo de la municipalidad trabajó desde la madrugada para preparar el predio y tener todos los cuidados en el arranque. “Hicimos un esfuerzo muy grande para abrir la feria y estamos a la expectativa que todo sea para bien”, expresó al dialogar con Gennuso en su programa radial de los sábados.
Para Olivera el ambiente de la feria evidenció que “la gente respeta y se nota que tenía la necesidad de salir”.
Comentarios