Regata del río Negro: Conesa le abre las puertas a la travesía

Tras el día de descanso se reanuda la competencia. Los Penchulef, referentes de la escuela Monguen Kawen, serán los anfitriones.

El hilo conductor gestado en el agua suele blindarse para siempre cuando el canotaje se transforma en un asunto de familia. En la Regata del Negro abundan las historias de padres y madres que transmiten a sus hijos e hijas el vínculo inquebrantable con el río.

La travesía avanza y en cada parada hay una historia para contar de aquellos forjadores del bote y del remo que son los que retroalimentan el mito de la Regata. Tras un día de descanso, hoy la prueba retomará su pulso con la quinta etapa que finalizará en Conesa, la tierra de los Penchulef y referente del Monwen Kawen, una de las escuelas de canotaje de esta comunidad que es potencia de la disciplina en la provincia.

Claudio Penchulef se está dando uno de los gustos de su vida. Comparte el bote N° 23 junto a su hija Lucía, de apenas 17 años, y lo hacen dentro de la categoría K2 mixto. “Son cosas de las que uno nunca se va a olvidar. La Regata es esto, te la da posibilidad de compartir el río con las personas que más querés”, asegura este instructor y alma mater de Monguen Kawen.

Para Lucía es la primera vez en la travesía y fue ella quién le pidió a su papá que corrieran juntos esta Regata. Hacía dos años que había dejado de remar, pero se volvió a subir al bote para poder tener su bautismo en estas aguas. “Las dos primeras fueron difíciles para mí, pero es hasta que te acostumbrás. Lo estamos pasando bien”, cuenta la joven palista cuya vida siempre estuvo signada por el canotaje. “A los 6 años ya me subía al bote”.

Claudio y Lucía Penchulef, padre e hija en acción, llegando al balneario de Choele Choel en el cierre de la cuarta etapa (Foto/Jorge Tanos)

Su papá cuenta con orgullo que Lucía estuvo dos años en el equipo de la selección, pero que de un día para el otro dejó de entrenar. A mediados del año pasado le dijo que quería correr esta prueba y él le sugirió que corriera con Jonathan, el otro Penchulef en esta travesía.

Cuando me dijo que quería correr conmigo, casi me muero de la alegría”, afirma Claudio, que ya lleva disputadas nada menos que 22 ediciones de la Regata. “En la única que falte fue en el 2006, que fue cuando inauguré la escuela. Fue un 6 de enero y la regata de ese año se corría por esos días”.
Cuando se le pide a Claudio que elija una de sus tantas participaciones, se queda con las que corrió junto a sus hijos.

En esta edición 2021 Jonathan está compitiendo en el K 1 senior y ya lleva siete regatas en su haber. Claro que la primera de ellas lo hizo junto a su padre. “Fue en el 2012, de esa no me olvido más. Me acuerdo que estaba con mucha adrenalina y mi papá trataba de calmarme”. Claudio interviene y cuenta: “Yo iba sentado adelante y por ahí perdía la ola y me retaba. ‘Cómo con tus años de lexperiencia te pasa eso…’, me decía (risas) Los quería correr a todos. Son cosas muy lindas que uno nunca se va a olvidar.

Claudio Jonathan Penchulef, compite en K1 senior. Ocupa el quinto puesto en la general. (Foto/Jorge Tanos)

La escuela Monguen Kawen tiene seis embarcaciones en competencia y Claudio asegura que presentar ese número requiere de un gran esfuerzo y trabajo. “Todos están cumpliendo buenas actuaciones y esto el fruto del sacrificio que hacen los chicos, que entrenan duro para llegar en buena forma. Mañana (por hoy) Conesa va a ser una fiesta. Es el día que la gente premia a sus palistas y lo tienen merecido”.


Luego de la jornada de descanso, hoy se reanudará la competencia con la quinta etapa que unirá el Establecimiento Rural Bacciadone con el Balneario de Conesa. Serán 40 kilómetros de carrera y se largará a las 13.



Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios