Remisero: «Me contó que lo acusaban de un homicidio y que iba a entregarse»
Hoy se desarrolló la segunda audiencia del juicio contra Darío Millalonco, que está imputado por el homicidio de Juan Llancanao, que ocurrió la noche del 25 de agosto pasado.
La fiscal del caso Betiana Cendón, junto al fiscal adjunto, Marcos Sosa Lukman, acusan a Millalonco de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego". Foto: gentileza
«Me contó que lo acusaban de un homicidio y que iba a entregarse», recordó hoy martes ante el tribunal el remisero que trasladó la madrugada del 26 de agosto a Rubén Darío Millalonco hasta la Comisaría 28 de Bariloche.
Millalonco está imputado por el homicidio de Juan Llancanao, que murió de un tiro en la nuca alrededor de las 23, en cercanías del edificio 8 del barrio 170 Viviendas, en la esquina de Sobral y Sarmiento, a metros de la garita de colectivo. La acusación fiscal sostiene que el imputado discutió con Llancanao y le disparó por la espalda, con un revólver calibre 38.
Esta mañana se llevó a cabo la segunda jornada del debate oral y público. La fiscal del caso Betiana Cendón, junto al fiscal adjunto, Marcos Sosa Lukman, acusan a Millalonco de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego».
El primero en declarar fue el remisero. Luego, fue el turno de la hermana menor de la víctima: «Mi hermano era una persona buena, generosa, amable, compañero, divertido, alegre, vulnerable. Debido a su sordera, iba a la escuela especial 6».
La muchacha, junto a una hermana, fue una de las primeras personas en llegar a la escena del crimen. Los vecinos alertaban sobre «la presencia de un cuerpo». «Pregunté a la policía si tenía zapatillas rojas«, recordó.
En relación al imputado, la joven fue contundente: «Es el dueño del barrio. Si alguien quería hacer algo, tenían que preguntarle a el» y aseguró que «era la única persona con la que su hermano tenía problemas en el barrio«.
A continuación prestó declaración un vecino que al escuchar el disparo, se acercó al living y vio un cuerpo en el piso. Llamó a la policía para advertir sobre el suceso.
Finalmente, declaró un amigo del imputado. Dijo que lo recibió en su casa y estuvieron bebiendo hasta momentos antes de que Millalonco decidiera entregarse a la policía. Fue además quien llamó a la empresa de remis para que lo trasladara a la Comisaría 28.
El defensor particular Sebastián Arrondo pretenderá demostrar que Millalonco no fue el autor del homocidio, sino que intervino una tercera persona.
La abogada por la querella Karina Chueri está en la misma sintonía que la fiscalía.
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