Repudio de las Madres a la reinvidicación de la tortura en Tucumán

Los secuestros, torturas y desapariciones forzadas en Tucumán, incluídos los ocurridos en 1975, aún están bajo juzgamiento.

Tras el repudio de Madres de la Plaza de Tucumán y organismos de Derechos Humanos de todo el país, el Ejército Argentino levantó un tuit en el que se reivindicó el operativo Independencia en Tucumán.

El posteo se realizó el 5 de septiembre desde la cuenta oficial del Ejército Argentino. Algunos diputados nacionales de Neuquén, criticaron que se levantara por el repudio generalizado de los organismos en el país.

Desde la Liga Argentina por los Derechos Humanos se recordó que «los hechos ocurridos en Tucumán en 1975 son parte de los delitos que se juzgan desde el 2.006 en los tribunales argentinos» como para desconocer la gravedad del homenaje a partícipes de grupos de tarea que operaron en Tucumán.

Una nota de las Madres de Plaza de Mayo de Tucumán, H.I.J.O.S y organismos de todo el país ante el ministerio de Defensa, logró dejar sin efecto un posteo en el que se reinvindicó el genocidio en Tucumán que comenzó con el operativo que Inteligencia Militar denominó “Independencia”.

El secuestro y tortura (con desaparición forzada de personas), en la escuelita de Famaillá fue el modelo de proliferación de más de 300 centros clandestinos de detención en todo el país a partir del golpe militar de marzo 1976.

Así lo insinuó el general Adel Vilas en Bahia Blanca ante los jueces de la Cámara Federal con los primeros juzgamientos de la democracia, antes de la Obediencia Debida y del Punto Final.

Por eso los centros de tortura en Bahia y en Neuquén –también bajo el mando de Vilas por vías clandestinas- llevaron el mismo mote de “escuelita” que en Famailla.


En la región, varios de los condenados por los secuestros y torturas en el Alto Valle, eran interrogadores que se formaron en los métodos de torturas de la escuelita de Famaillá, como se ventiló en los juicios de “La Escuelita”. Entre otros el interrogador de inteligencia Enrique Charles Casagrande, el ex interventor de Rió Negro, general de Brigada Néstor Castelli y los gendarmes Emilio Sacchitella y el comandante Ramón Saboredo.


“Señor Ministro, el Operativo Independencia y por ende la participación del Ejercito en él, no fue el cumplimiento de ningún deber militar, sino la ejecución de una orden ilegal, que implicó la intervención ilegal de nuestras Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad interior, y el comienzo de ejecución de un plan criminal, que desde hace más de 30 años la sociedad argentina considera que fue un genocidio”, se señaló en el comunicado dirigido al ministro Rossi.


Se citó que el subteniente Rodolfo Hernán Berdina y del soldado Ismael Maldonado cuyas fotos ilustraron el postero de twitter, integraron los grupos de tarea que secuestraron personas, las trasladaron a los centros clandestinos y desaparecieron alrededor de 400 personas “entre un 30 y un 45 % del total de víctimas del terrorismo de Estado en Tucumán”.


Antes del golpe cívico militar “los tucumanos vivíamos en la zozobra, el terror, sin derechos ni garantías desde febrero de 1975, cuando comenzó a ejecutarse esa orden ilegal que se llamó Operativo Independencia”.


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