El cultivo de ajo expuso sus secretos en Valle Medio

En esta zona el cultivo de ajo encuentra condiciones ideales para su desarrollo. Mendoza es la principal provincia productora y hay una fuerte demanda de mercados externos.

El cultivo de ajo tuvo su jornada de actualización en Valle Medio. Fue con una charla denominada “ABC del Ajo” realizada en la Agencia de Extensión Rural de Valle Medio del INTA, a cargo de un gran referente nacional, el ingeniero agrónomo Aldo López de INTA La Consulta, de Mendoza.

Allí se abordaron los aspectos básicos del cultivo de ajo, una hortaliza de gran importancia para el país, siendo Mendoza la principal provincia productora de este noble producto de exportación: Brasil, España, USA, Sudeste asiático, México, Australia, y 25 países más son destino de exportaciones de ajo argentino. Esto convierte a la Argentina en el principal país productor del hemisferio sur.

A lo largo y ancho de Río Negro esta especie encuentra las condiciones agroecológicamente aptas para su crecimiento y desarrollo.

La agenda productiva regional



Hace ya una década que el cultivo de ajo viene instalándose en la agenda productiva de la región, como alternativa para ampliar la oferta de productos hortícolas. Desde la Agencia de Extensión Rural INTA Valle Medio se desarrollan acciones para incrementar el conocimiento respecto a este cultivo y a las posibilidades reales con las que cuenta como alternativa productiva.

Se han llevado adelante diferentes ensayos de variedades para conocer aquellas que tienen una mejor performance para los valles irrigados. A partir de allí anualmente, desde la Agencia Valle Medio se brinda el servicio de compra conjunta de semilla de ajo en INTA La Consulta, para que los productores puedan planificar la producción del cultivo.

Los “secretos” del cultivo



Este cultivo, explica el ingeniero López, “es una hortaliza que requiere inviernos fríos, necesita esta condición ‘sí o sí’, por eso Argentina lo puede cultivar con éxito hacia el sur del país y hacia el oeste, en busca de altura, solo con el objetivo de ‘ganar’ horas de frío”.

La jornada en Valle Medio contó con buena asistencia de productores interesados en el cultivo de ajo.


Como en toda siembra, la “semilla” es el principal y más importante insumo. La misma debe contar con tres requerimientos que avalan su calidad:

  • Pureza genética. Es una especie que no produce semilla verdadera, como si lo hace la cebolla, y solo se puede multiplicar agámicamente mediante un “diente”.
  • Aptitud Sanitaria. Este aspecto requiere de una mención muy especial, ya que comparte enfermedades con la cebolla, y se debe ser muy estricto a la hora de elegir una semilla, ya que de lo contrario se podría afectar por muchos años la sanidad del suelo.
  • Tamaño del bulbo. El tamaño de los dientes -siempre mayor a 3 gr para algunas variedades, y 5 para otras provenientes de bulbos grandes-, junto con su adecuada condición de conservación, hacen a un crecimiento rápido y vigoroso de la planta.

Ventajas y desventaja del cultivo de ajo en la región



Pero no todo es color de rosa ya que este cultivo requiere de gran cantidad de mano de obra en etapas de desgranado, plantación, cosecha y empaque. Por eso la mecanización es necesaria, o mejor dicho para esta zona: “imprescindible”. Esto obliga a tener un balance económico que pueda adaptarse a un sistema productivo que absorba el costo de estas inversiones.

En Río Negro el cultivo de ajo encuentra condiciones agroecológicas aptas para su desarrollo.


Además, al ser un cultivo de invierno, requiere de una revisión de los sistemas de corte de agua para limpieza de canales, que generalmente se realiza en esta época. Si bien es un cultivo con cierto grado de resistencia a la sequía, lo hace perdiendo mucho rendimiento.

Todo lo demás como la fertilización, control de plagas y enfermedades, control de malezas se puede manejar, hay mucho escrito al respecto. Lo importante es comenzar. “La más larga caminata comienza con un paso” sostiene López.

Desde la Agencia Valle Medio, el licenciado Eliceo Alfaro, referente hortícola local, señala que “si bien esta es una actividad incipiente, hay alta presencia del cultivo en la región, entre los predios de pequeños productores y una empresa asentada en Luis Beltrán. Principalmente lo que se obtiene se comercializa en las ferias o mercados de proximidad”.

Mayor oferta productiva



Actualmente la disponibilidad de suelo, agua y un clima propicio favorecen el desarrollo de actividades que fortalecen en el mediano plazo una mayor oferta regional de productos como ajo, batata, espárragos, alcauciles, los que se suman a la amplia gama de hortalizas y vegetales que se obtiene bajo distintas modalidades en los valles irrigados.

De ahí que desde proyectos regionales como “Aportes a la sostenibilidad de los sistemas hortícolas y cultivos diversificados de la Patagonia Norte”, coordinado actualmente por la ingeniera agrónoma Patricia Baffoni (Experimental Valle Inferior), desde el INTA se busca potenciar la generación de conocimiento, innovar, realizar ensayos y potenciar las articulaciones entre el sector público y el privado para que la horticultura despliegue su mayor potencial en la Norpatagonia.


El cultivo de ajo tuvo su jornada de actualización en Valle Medio. Fue con una charla denominada “ABC del Ajo” realizada en la Agencia de Extensión Rural de Valle Medio del INTA, a cargo de un gran referente nacional, el ingeniero agrónomo Aldo López de INTA La Consulta, de Mendoza.

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