Se encadenó en el juzgado de Chos Malal para evitar que la desalojen

Su padrastro, acusado de causarle lesiones leves y abuso sexual, la denunció por usurpación y la justicia la intimó para que abandone el inmueble en 24 horas.

El juez Leandro Nieves intimó a una mujer que había denunciado a su padre por lesiones leves y abuso sexual, para que desaloje en 24 horas la casa en la que vive y que pertenecería al acusado. La joven se encadenó esta mañana en el Juzgado de Chos Malal para exigir que no proceda la orden de desalojo. Su abogada Gisella Moreira elaboró una impugnación para que un tribunal revise la medida.

El 4 de octubre del año pasado su padrastro la golpeó hasta dejarla tendida en el suelo. Estuvo 10 días internada, pero esa sería la última vez que volvería a tocarla. Ese último golpe que la dejó en una cama de hospital, también rompió con el miedo; ya no se callaría más. Fue lo que sacó a la luz toda una vida de maltratos. Después de aquella golpiza, reveló que, su padre para la justicia, su maltratador para ella, la había abusado sexualmente desde el 2007 hasta el 2013.

Lo denunció ante la Justicia Penal el 10 de ese mismo mes, por lesiones leves y más tarde por abuso sexual. El hombre identificado como R.M.A. vivía en la casa de la familia, mientras que la mujer violentada, su madre y su hermana menor, también maltratadas por el sujeto, se alojaban en un departamento en el mismo terreno.

Tras solicitar una orden de restricción de acercamiento, también se pidió la exclusión del sujeto de la vivienda familiar, pues se encontraban a escasos metros. Cuando la justicia concedió las medidas cautelares, la madre se mudó a la casa principal y sus hijas la siguieron, abandonando el departamento.

Así lo relató la abogada de la víctima, Gisella Moreira. Contó que al hombre no le bastó con haberlas maltratado, tampoco quería que vivieran en lo que él consideraba que era su casa, aunque las escrituras están a nombre de su esposa; la misma mujer que el intenta desalojar. En una audiencia realizada en el día de ayer, el sujeto solicitó que se deje sin efecto la orden de exclusión de la vivienda, para que pueda volver al inmueble, alegando ser un adulto mayor, pues tiene 77 años, con problemas de salud.

Moreira agregó que el abogado defensor del acusado desestimó las denuncias en su contra, argumentando que ambas mujeres pretendían quitarle la casa a su cliente. La letrada enfatizó que ni en la causa por lesiones ni en la de abuso sexual se está discutiendo la posesión de la casa.

«El juez lo que entiende es que la víctima incumplió la medida cautelar. Según mi interpretación, no son las víctimas las que deben cumplirlas», remarcó. Enfatizó que el juez Nievez, que intimó a las mujeres a desalojar la vivienda en 24 horas, no está teniendo «perspectiva de género» en este caso.

Sabrina Silva, referente de «Las Peludas», la colectiva feminista de Chos Malal que acompaña a la victima en su causa, calificó a Nieves como «un juez patriarcal». La activista le atribuyó al mal desempeño de la justicia el deterioro de la salud de la denunciante, quien padece lupus.

Según informó Moreira, la causa por lesiones leves ya está con control de acusación y próxima a elevarse a juicio. El 12 de este mes está pautada la audiencia de control de acusación por la causa de abuso sexual.

La fiscalía y la querella habían solicitado que las causas vayan juntas, para que «tenga más peso el legajo», pero el juez procedió a que se unifiquen y la defensa estuvo de acuerdo.


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