Se tensa un conflicto que deja sin guardavidas las playas de Bariloche

Solo una bajada al lago Nahuel Huapi cuenta con el servicio y es reducido. Hay una demanda laboral y judicial en el medio.

Con una temporada de verano en crecimiento y días de calor en la cordillera, las playas de los lagos de Bariloche se colman cada tarde de veraneantes, pero un conflicto que no vislumbra una salida inmediata deja las costas sin seguridad ante la falta de guardavidas.

Desde el 31 de diciembre solo en la extensa playa Bonita, en la costa del lago Nahuel Huapi, hay tres guardavidas, y en resto de las 8 playas públicas que antes tenían seguridad, las casillas de los custodios de las costas permanecen vacías.

El gobierno de Gustavo Gennuso y la Asociación de Guardavidas de Bariloche tensan un conflicto que se inició en septiembre con demandas laborales de un lado y cambio de condiciones contractuales del otro, aunque muchos recuerdan que hubo roces también años atrás.

El problema ahora llegó aun punto inédito en 20 años ya que a un mes de iniciada la temporada de guardavidas, que habitualmente comenzaba cada 1 de diciembre, no hay servicios que garanticen la seguridad de los bañistas en ningún lado, a excepción de playa Bonita donde se redujo a la mitad la cantidad de personal.

En playa Bonita hay solo 3 guardavidas este verano, es la única costa con servicio. Foto: Marcelo Martínez

Hasta el verano pasado eran 40 guardavidas que cubrían las 9 playas públicas seguras. Por ahora solo se contrataron 3 y hay una convocatoria abierta para contratar nuevos agentes a partir del 13 de enero. Este segundo llamado lo hizo el municipio antes de la Navidad debido a que en la primera convocatoria solo 3 guardavidas pasaron los exámenes psicofísicos y las pruebas de reválida que este año son más exigentes.

Creemos que va a haber más inscriptos, solo pedimos que los guardavidas pasen los exámenes porque si no aprueban pagamos por algo que no corresponde”, señaló el jefe de Gabinete Marcos Barberis, quien dijo que además “se están buscando” guardavidas en otros lugares para cubrir la demanda local.

De todos modos, el gobierno municipal no cree indispensable el servicio. “Bariloche está rodeado de playas, esto de los guardavidas es relativamente nuevo, en muchas playas no hay guardavidas, es mucho de autoresponsabilidad”, esgrimió Barberis y afirmó que en los últimos cuatro veranos las intervenciones de rescate en las playas no llegaron a 10. Con esta premisa, en septiembre el gobierno había anunciado que no habría servicio en las costas este año a modo de ahorro por la pandemia, aunque luego cambió de estrategia.

Para Juan Rapoport, titular de la Asociación de Guardavidas, “queda la gente como rehén de este conflicto” y sentenció: “Están jugando con fuego”. El dirigente es uno de los trabajadores que presta servicio cada verano desde hace 11 temporadas, pero esta vez, al igual que otros 32 compañeros, no superó el examen psicofísico, según le informaron desde el área de Medicina Laboral, aunque ninguno tiene precisiones sobre en qué falló. Otros 7 guardavidas -que ya tenían relación laboral con el municipio- superaron esta instancia, pero rechazaron los cambios en las exigencias físicas para la reválida. Los otros 3 guardavidas que superaron ambas etapas de la reválida y finalmente fueron contratados, no tenían vínculo laboral previo con la comuna.

Rapoport dijo que este conflicto “lo están tomando (el gobierno) como una muestra de poder, con la lógica de que acá las cosas se hacen como ‘nosotros’ decimos y lo que digan las leyes no importa”.

Es evidente que el tema es disciplinamiento y persecución sindical”.

Juan Rapoport, guardavidas.

El guardavida denunció que el municipio modificó las condiciones contractuales tomando convenios de trabajo de otras ciudades, lo que implica una reducción salarial de 10.000 pesos, y además cambió las exigencias físicas para ser ratificados en los puestos. Por su lado, Barberis aseguró que la comuna solo se adaptó a la normativa que rige en el resto de la provincia. El conflicto llegó a la Justicia y hay una medida cautelar pendiente de resolución.


El origen de las diferencias


Los guardavidas señalan que desde el inicio de la gestión de Gennuso hay diferencias porque el gobierno llegó con un plan de ajuste y recorte para este servicio, aunque siempre se “encauzó” el conflicto.

Las playas públicas sin guardavidas por ahora en Bariloche. Foto: Marcelo Martínez

En septiembre los guardavidas reclamaron un convenio colectivo y el gobierno anuncia que no habrá temporada de playas seguras por la pandemia. Tres días más tarde, interviene un privado que habría ofrecido contratarlos y dar el servicio “tercerizado” previo convenio con el municipio, aunque el gobierno lo desmintió.

Han pasado ciertos límites de respeto y responsabilidad (… ) solemos tener reclamos, pero nunca pasar a cuestiones personales”.

Marcos Barberis, jefe de Gabinete de Bariloche.

El gobierno asegura que los guardavidas planteaban un salario de 125.000 pesos, por encima de cualquier municipal y hasta del propio intendente. Luego cambió las exigencias para revalidar los cargos plegándose a normativas de otros destinos de la provincia.

En los últimos meses hubo manifestaciones y un reciente escrache en la casa de Gennuso. El gobierno hizo una denuncia por violencia verbal a una funcionaria y cuestiona el nivel de agresividad.


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