Semana de la Moda paulista, diseño brasileño hecho en China e India

Para reducir costos, aumentar el volumen de producción o acceder a más variedad de telas, diseñadores brasileños que participan en la Semana de la Moda de Sao Paulo han confeccionado piezas en China o India, una tendencia nada extraña en el mundo de la moda.

Marcas como Animale o Cavalera, que se presentaron en la primera jornada de la Semana de la Moda de Sao Paulo (SPFW, por su sigla en inglés), o Ellus, que lo hará este martes, incluyen confecciones o telas provenientes de ambas potencias asiáticas emergentes, más diversas que las disponibles en el mercado brasileño.

“Es por capacidad productiva. Hay marcas que tienen necesidad de atender una distribución mayor y muchas veces nuestra mano de obra no tiene condiciones de atender esa demanda”, declaró a la AFP Luis Fiod, director creativo de Animale, que abrió los desfiles para la temporada verano-2014 de la SPFW y ha firmado convenios para producir en Asia.

En el ‘backstage’ del desfile, Fiod aseguró que China “ofrece posibilidades” al disponer de tecnología y mano de obra, por lo que depende de cada diseñador cómo hacer uso de ellas.

“Tenemos una parte de nuestra producción hecha fuera, en China, y otra, los bordados, en India, que tiene mano de obra especializada. Son cosas que en Brasil no conseguimos hacer”, declaró al diario O Estado de Sao Paulo Adriana Bozon, directora creativa de Ellus.

Los jeans y las prendas tejidas son hechos en Brasil, quinto mayor productor textil del mundo. Pero la sastrería, los productos sintéticos u otros materiales más complejos provienen de China.

“Y vale la pena hacerlos allá”, enfatizó.

Alberto Hiar, creador y director de Cavalera, dijo que si otras industrias como la automotriz o de informática recurren a China, ¿por qué no la de la moda? “Ellos tienen tanta variedad, tecnología, tantos tejidos, que nos dan más opciones a los creadores de desarrollar lo que queremos. Brasil no tiene esa materia prima”, dijo a la AFP.

En su desfile al ritmo del funk y el soul en la mayor pasarela de América Latina, Cavalera mostró una moda comercial con piezas coloridas, en telas como algodón o viscosa, con estampas llamativas y cortes muy juveniles.

“La mano de obra allá es más barata. Infelizmente, dejan de producir ropa aquí en Brasil para producir fuera, donde no todo es de tan buena calidad”, advirtió Arlindo Grund, un conocido presentador de televisión y consultor de moda brasileño.

Según datos de Abit, la asociación brasileña de la industria textil, el precio bruto de venta de un pantalón tipo jean producido en el país es de unos 13 dólares. Desde China, el precio promedio de exportación de esa pieza es de unos 7 dólares. Importada a Brasil, con impuestos, llega a 10, según cálculos de Abit.

“La moda es así. Las grandes marcas italianas, francesas o americanas también producen en China, India o Marruecos. No es un escándalo, pero es una pena que Brasil, con una producción tan grande, no haya conseguido antes reorganizar su sistema productivo”, comentó a la AFP Paulo Borges, director de la SPFW.

Brasil, con 194 millones de habitantes, tiene una industria textil y de confecciones antigua, pero “la moda evolucionó mucho en los últimos años y eso trajo características nuevas a la producción que no supimos seguir”, planteó Borges.

Diseñadores y consultores de moda locales han criticado la falta de competitividad de Brasil. Altos costos de energía y mano de obra, infraestructura insuficiente, elevados impuestos, falta de inversiones y “la ausencia de planes”, según Borges, atentan contra la evolución de la industria.

Quinto mayor productor textil del mundo, Brasil es el cuarto mayor elaborador de productos confeccionados, según datos de Texbrasil, el programa de exportación de la industria de la moda brasileña. En 2011, el sector facturó 63.000 millones de dólares.

“Yo llevo telas nacionales a la pasarela. Tenemos que dar prestigio a los materiales que tenemos, incentivar la industria local”, opinó de su lado Eduardo Pombal, director creativo de Tufi Duek, una marca que sólo vende en Brasil. En su desfile, propuso una moda más lujosa con piezas de cuidada sastrería.

Pero China no es sólo una amenaza. El gigante asiático también es una tierra de oportunidades para los diseñadores brasileños, consideró Rafael Prado, gerente de proyectos de Apex, la agencia de promoción a las exportaciones.

“Acabamos de volver de una feria en Shanghai y los empresarios llegaron con una impresión muy positiva. China es un mercado que aún amedrenta a algunos, pero es bueno ir allá, tener ese contacto con compradores. Vamos a insistir mucho en China este año, declaró a la AFP.

AFP


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