A un año del devastador incendio de El Hoyo y Lago Puelo, aún no hay responsables

Fue una de las mayores catástrofes de la cordillera, en la comarca de Chubut. Se determinaron cuatro zonas de inicio del fuego y se descartó la intencionalidad.

La noche del 9 de marzo de 2021 nadie se fue a dormir en las localidades que conforman la Comarca Andina del Paralelo 42, en Chubut, en el límite con El Bolsón. Un incendio devastador arrasó con alrededor de 13.000 hectáreas en Lago Puelo y El Hoyo, dejó víctimas fatales y casas destruidas. Durante varias horas el paraíso se convirtió en un infierno.

Un año después, la investigación preliminar a cargo del fiscal general de Lago Puelo, Carlos Díaz Mayer, sigue abierta. “Aún no hay ningún imputado en la causa”, informó el fiscal a RÍO NEGRO.

“Sigo recabando expedientes e información en distintos lugares”, comunicó y señaló que los dos expedientes en trámite todavía están en lo que se denomina la etapa preliminar.

Explicó que hay un expediente abierto por el incendio en la zona de Lago Puelo y otro por el que afectó miles de hectáreas en la localidad de El Hoyo.

La lupa del Ministerio Público Fiscal de Chubut está desde hace un año sobre esa zona, pero aún no pudieron establecer responsabilidades como para formular cargos contra personas sospechadas.

Dijo que recolectó en este año muchos informes y declaraciones.

Los incendios interfase devastaron todo a su paso. Dañaron más de 500 viviendas, destruyeron emprendimientos productivos y redujeron a escombros a cientos de casas. Pero causaron la muerte del poblador rural Sixto Garcés, que tenía 50 años, en el paraje Buenos Aires Chico, cerca de El Maitén; de María Briones, de 51 años, conocida como “Maruca”, de Lago Puelo; y de José Luis Rivero, de 68 años, de Las Golondrinas.

El fiscal del caso contó que la hipótesis más firme sigue apuntando al deficiente estado de tendidos eléctricos y generadores a cargo de Servicios Públicos de la provincia de Chubut, que presta el servicio de energía en Lago Puelo y El Hoyo. La teoría posible es que hubo falta u omisión de un mantenimiento adecuado que determinaron el inicio del primer foco, en el sector de Las Golondrinas.

El documento más relevador que tiene el fiscal desde mediados del año pasado es el informe del subcomisario Luis María Díaz, segundo jefe de la División Investigación de Siniestros Superintendencia Federal de Bomberos de la Policía Federal.

Los peritos que elaboraron el informe determinaron “cuatro zonas de inicio independientes y sin relación de continuidad”. El primero de los focos se desarrolló en el paraje Las Golondrinas, el segundo de los focos investigados se ubicó en el cerro Radal, a unos 50 metros aproximadamente la ruta nacional 40. Mientras que el tercer y cuarto foco, lo ubicaron a la altura del kilómetro 22 y 25,500 de la ruta 71, en cercanías de Cholila.

El documento advirtió que la sequía reinante ese verano, las características de la vegetación, la topografía y los agentes atmosféricos (vientos dominantes y baja humedad relativa del ambiente) “propiciaron que el fuego se desarrolle rápidamente y con gran intensidad afectando un total aproximado de 12.901 hectáreas en la zona de Las Golondrinas y cerro Radal”. Además de 272 hectáreas correspondientes al foco 3 y media hectárea del foco 4, en cercanías de Cholila.

Por eso, Díaz Mayer sostuvo en declaraciones a este diario a finales de julio pasado que los incendios representaban “una de las catástrofes ambientales más grandes de la localidad, la jurisdicción y la provincia por la gran cantidad de superficie afectada y todas las consecuencias que podría generar en los próximos tiempos”.


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