Araceli Balboa rema con estilo propio: creció a orillas del río y enseña a navegarlo en Neuquén

Es profesora de canotaje, guardavidas, bombera y tiene su marca de indumentaria para kayak, hecha con propias manos. La hermana de los famosos palistas, Dardo y Franco Balboa, tiene una historia para contar. 

Los Balboa de Neuquén viven remando, fabricando botes, ganando competencias. Es un apellido presente en los portales de noticias por los títulos que cosechan los hermanos Dardo y Franco; sin embargo, una de las mujeres de la familia tiene una historia para contar.

“Crecí a orillas del río Limay y con el tiempo me volví una guardiana”, cuenta Araceli Balboa a Diario RIO NEGRO. Cumplió 33 años y al igual que sus tres hermanos (Dardo, Denise y Franco), ella se crió frente al Club Santafesino de Neuquén. 

Desde chicos, los cuatro hermanos pasaron los años contemplando las aguas correr sin detenerse. Y el legado fue inevitable en ella: Araceli lleva un remo en la sangre, pero también muchas otras cualidades.  

En plena clase con el frío de otoño. Foto: Cecilia Maletti.

“Gracias a mi papá (Ricardo Balboa), el creador de las embarcaciones ‘Ribal’, aprendí a navegar en kayak y con el tiempo me volqué a enseñar. Hace más de 15 años que doy clases de canotaje”, explica. 

La cantidad de alumnos varía según la temporada, pero en verano, su escuela llega a tener más de 200 alumnos de distintos niveles. En los meses de invierno «queda el grupo más aguerrido», dice. Un grupo de 20 alumnos inicial y un grupo avanzado de unas 15 personas.

«Creo que mi rol fue acercar este deporte a las mujeres, a la gente adulta y mayor que muchas veces piensa que no puede hacerlo», cuenta. Como profesora, disfruta de ver el progreso de sus estudiantes en el aprendizaje, cuando pueden desenvolverse en el agua, perder los miedos y ganar confianza.

Los más aguerridos. Foto: Cecilia Maletti.

Aún vive en la casa de su infancia, con el río a unos metros de distancia donde habita su corazón. Un hogar que tiene naturaleza, paisajes ribereños para recorrer desde adentro de una embarcación donde se la ve luciendo una sonrisa.

Los botes que fabrica su papá. Foto: Cecilia Maletti.

Más alla del deporte y el trabajo cotidiano, explorar islas, disfrutar de la paz y la calma del río junto a su perro Kenay, su fiel compañero de remo, es su cable a tierra.

Estudió la carrera de Psicología, pero se dio cuenta que estar dentro de un consultorio no era lo suyo. Tras algunos años de viajar, decidió volver a Neuquén, cerca de su río. Parecía que el Limay la llamaba y así fue como decidió echar raíces abriendo la escuela de canotaje.

“Ser una Balboa para mi ha sido transmitir lo que se del canotaje desde los más chiquitos hasta a los más grandes”.

Araceli Balboa, emprendedora y profesora de canotaje de Neuquén.
Foto: Cecilia Maletti.

«Los sábados tenemos un grupo de nivel inicial y muchas veces vienen los remeros en familia y salimos todos, chicos y grandes», agrega.

Araceli también se perfeccionó en seguridad acuática hasta entrar en la escuela de guardavidas. Actualmente, trabaja en la Coordinación de la Seguridad Balnearia de Neuquén durante la temporada. “Estar activa en las situaciones de emergencia me llevó a capacitarme”, dice. 

Una Balboa todo terreno: no solo guardavidas, bombera


Hace un año, decidió salvar a personas no solo del agua (como guardavidas), sino también del fuego. Hizo el curso para ser bombera voluntaria en Centenario y hoy también es parte del cuerpo activo del cuartel. Su vida dio un giro consolidándose como una heroína todo terreno. “La parte del servicio está muy marcada en mi vida”, admite.  

Siempre la caracterizó la necesidad de ayudar y de ser útil para la sociedad. “Movilicé mi vida en función de poder estar a la altura de situaciones en las que se requiere intervenir activamente”, resume. 

“De chica me di cuenta lo importante que es estar para alguien que lo necesita. Me hace sentir muy bien saber que puedo dar una mano. Aunque para uno no sea nada, para otro significa seguir adelante”, comenta.

Balboa y una pasión de madre a hija: corte y confección


De su mamá María del Carmen, otra de las mujeres de la familia, heredó la pasión por la confección de indumentaria y como buena emprendedora, Araceli lanzó una marca de ropa para kayakistas que hace con sus propias manos.

Los accesorios que fabrica Araceli con su emprendimiento. Foto: Cecilia Maletti.

«Balboa accesorios» se volvió su marca y emprendimiento personal que la acompaña y le da seguridad en el río no solo a ella misma, sino a sus alumnos. Araceli fabrica ropa y accesorios de todo tipo para navegar: funda de las palas y botes, chalecos salvavidas, chaquetas de neopren, chalecos impermeables, cubrecopit y manoplas para el invierno.

Todo empezó como un hobby, pero la necesidad de contar con los elementos para su escuela y deportistas en general, la hicieron crecer en la creación de modelos cómodos y adaptados exclusivamente para remar. «Hoy tengo pedidos desde diferentes puntos del país», admite.

Sus días arrancan en el taller de confección de prendas. Luego le dedica tiempo a la actividad física en su rutina diaria: correr, pedalear o remar. Por la tarde, da clases de canotaje al anochecer, la esperan en el cuartel de bomberos.


Los Balboa de Neuquén viven remando, fabricando botes, ganando competencias. Es un apellido presente en los portales de noticias por los títulos que cosechan los hermanos Dardo y Franco; sin embargo, una de las mujeres de la familia tiene una historia para contar.

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