Exclusivo Suscriptores

Es tan fácil romper un corazón

“Es tan fácil romper un corazón, y es tan tonto el amor, que se deja atrapar, por un corazón que no sabe amar”. Miguel Mateos me resuena en mi mente hoy, casi como un mantra.

Escucho las noticias y me genera confusión. Necesito ubicarme para tener una posición y eso me lleva a debatir si existe un blanco o un negro. Pero mi voz sabia me cuenta que solo hay muchos grises, que tienen cara sucia.

Entonces entiendo que es interesante aunque al mismo tiempo, genera una cierta carga de angustia suponer que no pertenezco a ningún bando. Que no me siento representada en discursos.

Por qué si tanta gente defiende con tanta vehemencia una idea, a mí, no me sale. Entonces escucho que los niños de mi país otra vez están sin clases y que tendré que poner energías en saber cómo me trasladaré por los cortes. Y empieza a sonar en mí ser, ya no en mi mente, la música de Miguel Mateo, como un mensaje claro.

Es tan fácil romper un corazón. Y tengo que admitir que es así. Que me rompe el corazón Cecilia y su madre. Que me gustaría no imaginarme la crueldad y el horror. Tampoco me hubiera gustado ver cómo se arrancaban los árboles para defenderse de la policía, ni sangre en las calles, ni docentes pidiendo sueldos dignos.

Pensar en el litio y ver cómo hay personas dispuestas a todo por eso. Por el poder y el dinero, pueden vender cualquier cosa, lo más preciado o tal vez aquello que nunca existió, su dignidad.

Hace tiempo que no concibo que se rompan montañas, que se contaminen ríos y océanos sólo por un supuesto desarrollo. ¿Cuál sería si las consecuencias son guerras y hambre? Peleas entre partes y encierro.

¿Dónde está la mejor calidad de vida si en poco tiempo no tendremos más agua para tomar y las escuelas no se sostienen en ningún sentido?

Soy argentina si, con mucho orgullo. “Yo argentina”, no me lavo las manos y sé que soy parte de esta hipocresía. El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

Soy la que disfruta una prenda nueva, intentando desconocer todos los litros de agua que se gastaron para eso.

La que anda en auto, contaminando y a la que le gusta hacer viajes en avión.

No como carne y no puedo concebir que nos atrapen la conciencia con golpes bajos. Soy también la que está dejando de bailar canciones que agreden a la mujer y la que de-construye su modelo cultural, observando que nadie es bueno o malo, solo somos fruto de un todo. Pero… (Y siempre hay una excepción que justifica la regla) cuando en nombre de lo aparentemente justo, se cometen barbaridades, es otro cantar.

Que los docentes y médicos no tengan sueldos como se merecen, me rompen el corazón. Lo considero un asesinato. A la vida, a los proyectos, a los niños, a cada uno de nosotros.

Voy a seguir con ese tintineo dentro de mí, con las palabras del tema “Es tan fácil romper un corazón” “…Es tan tonto el amor, que se deja atrapar, por un corazón que no sabe amar…”

Creo que somos corazones tontos si le damos energía a seres que no están trabajando desde el corazón, en el bienestar social.

Lic. Laura Collavini

Psicopedagoga.

laucollavini@gmail.com


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios