Javier, una estrella de Neuquén que brilla en el mundo: lo contrató Antonio Banderas
Tenía ocho años cuando empezó Teatro Musical en la academia de Claudia La Valle. A los 18, se fue a Estados Unidos, luego a México y ahora cautiva en la obra "Gypsy", en España.
Con 31 años, Javier Manente es uno de los neuquinos que pisa fuerte y deja su impronta a nivel internacional. Artista desde pequeño, hoy se luce como una estrella de comedia musical, consagrado en exitosos musicales de Broadway.
Es actor, cantante y entrenador vocal. Por estos días interpreta un personaje en el musical “Gypsy” dirigido por Antonio Banderas. En España, no hace más que recibir aplausos y llega a Europa luego de un largo recorrido por escenarios de América, en Estados Unidos y México.
Javier empezó “desde abajo” como él mismo cuenta. Su historia es la de un chico común y corriente, pero que respiró arte desde el primer día de su vida. Sus padres lo llevaban al teatro a ver funciones de títeres o clown todos los fines de semana, desde que tiene uso de razón. La crianza, el talento y el entrenamiento se unieron para darle un pasado, presente y futuro luminosos en lo que ama.

Mientras estudiaba en la Primaria del Instituto Superior de Formación Docente N° 6 de Neuquén, daba sus primeros pasos en la academia neuquina de Claudia La Valle. “Desde ahí me enamoré del teatro musical”, balancea. En su adolescencia, fue parte de dos obras, “Brigada R» en 2009 y “Despertar de primavera” en 2012.
Dejó Neuquén en un avión a los 18 años, apostando al arte pero sin saber lo que le deparaba el destino. Una universidad de Estados Unidos lo becó para un curso de danza, sin embargo, tentados de no perder el talento, le ofrecieron una beca para cursar la carrera completa y lo hizo durante cuatro años.
Finalmente, se recibió de licenciado en Artes Escénicas en 2016 en Point Park University de Pittsburgh, en Pennsylvania. Además, tiene un master como entrenador vocal certificado por Estill Voice International, otra de sus grandes pasiones.
“Honk”, “In The Heights”, “Oklahoma!”, “The Hunchback of Notre Dame”, “Mamma Mia!” fueron algunas de sus primeras obras en Estados Unidos mientras cursaba su carrera. “Estudiaba a la mañana y a la noche me iba al teatro a hacer funciones, porque me empezaron a contratar”, cuenta.
Un momento clave en su carrera fue cuando logró hacerse miembro de “Actors Equity”, la asociación de actores de Estados Unidos. “Es muy difícil entrar a esa asociación siendo extranjero”, dice y agrega: “Una vez que estás dentro es como un poco más fácil audicionar para distintos espectáculos”.

“En 2016, cuando eligen a Trump (como presidente), no quería estar ahí, sentía que Estados Unidos ya había cumplido un ciclo y me entero de unas audiciones en México para hacer Los Miserables, entonces fui a audicionar y me seleccionaron”, repasa su trayectoria.
La pandemia lo sorprendió en ese país, pero el cierre de los teatros no lo paralizó sino que aprovechó la salida obligada de los shows para seguir estudiando y dar clases de canto. Se certificó en la técnica Estill Voice Training, un entrenamiento de la voz desde el punto de vista científico. “Eso es lo que más me apasiona, enseñar canto, ayudar a la gente a descubrir su voz, única, y que no copien a otros artistas. Eso me llena. Que el alumno saque su propia voz”, explica.
Luego del aislamiento por el coronavirus, en Ciudad de México formó parte de producciones como “Anastasia: el musical de Broadway” en el que encarnó a Dimitri; en “Aladdín: el deslumbrante éxito de Broadway” y en “Les Miserables”. El año pasado, ganó el premio al Mejor Actor Protagónico en Musical en los Premios Metropolitanos de Teatro.
Cada cierto tiempo, Javier empieza a buscar nuevos horizontes. Así fue como audicionó para “Gypsy” el musical clásico de Broadway de los años 50, dirigido por Antonio Banderas y quedó. Hizo sus maletas y se mudó a España donde vive por trabajo para interpretar el personaje Yonkers.

“Antonio Banderas no podía creer que hubiera ido desde México a España solamente para participar de una audición (…) El que no arriesga no gana”.
Javier Manente, actor y cantante de Neuquén en musicales del mundo.
Hoy, a kilómetros de distancia y en escenarios cada vez más prestigiosos, Javier valora a su niño interior. “Recuerdo ir al teatro cuando me llevaba mi viejo hace 20 años. Veía a los actores en la sala Conrado Villegas, o algún teatro de Neuquén, donde me sentaba y decía: yo quiero hacer eso», cuenta.
Ahora vive de lo que ama, pero no deja de ser un trabajo. “Cuando estoy desanimado (antes de alguna función) pienso en eso, que seguramente hay alguien sentado en el público que va a salir inspirado, o un niño que va a decir: yo quiero hacer esto”, plantea.
Para el actor, lo más importante es contar historias y hacer que el público “se deje llevar, que se olvide del mundo un rato y que pueda conectar con algo de lo que estamos interpretando”, dice, que los inspire como le pasó a él con tantos actores en su infancia y juventud.
Una carrera como artista: los estigmas y el rechazo
En toda su trayectoria, pasó por los nervios de un sinfín de audiciones y si bien muchas veces lo contrataron, muchas otras le dijeron que no. Para él, como artista, hay que amigarse con el rechazo, es parte de la vida. “De diez proyectos a los que me presento, nueve me dicen que no”, reflexiona.

También atravesó estigmas como el ser latino en Estados Unidos y el bullying en la escuela. “Me gustaba el teatro, la danza y el canto y muchísima gente se burlaba de mí”, recuerda, si bien eran otras épocas.
“El ser latino en Estados Unidos lo convertí en mi virtud, lo que me diferenciaba del resto. Soy latino pero tengo el mismo talento que tiene esta persona que nació en Carolina del Norte (…) hice muchos shows con temática latina inmigrante”, aclara.
Una carrera como artista: ser un ciudadano del mundo
“Lo que más me gusta de mi trabajo es poder ir a distintas partes del mundo. (…) En Estados Unidos estuve siete años formándome, en México otros siete años. Pude conocer a fondo todo, la cultura, la gente, mis amigos que son como mis hermanos”, cuenta. Es que él mismo es garantía de su trabajo: su cuerpo, su voz, su creatividad.
“Yo puedo tomar un avión y venirme a trabajar a España, lo puedo hacer en cualquier parte del mundo”, dice aunque el lado B es el sacrificio de estar lejos de su familia, perderse fechas importantes, cumpleaños, nacimientos.

“Me siento muy orgulloso, yo siempre que salgo al escenario y doy el 100% de mis habilidades y de mi ser”.
Javier Manente, actor y cantante de Neuquén en musicales del mundo.
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Con 31 años, Javier Manente es uno de los neuquinos que pisa fuerte y deja su impronta a nivel internacional. Artista desde pequeño, hoy se luce como una estrella de comedia musical, consagrado en exitosos musicales de Broadway.
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