La ciencia, entre el éxodo y el recorte presupuestario: la situación en Neuquén, Río Negro y Chubut

Distintos informes alertan sobre la cantidad de despidos que padece el sector y el impacto que tendrá sobre la creación de conocimiento. Científicos de la Patagonia cuentan su día a día.

La ciencia está en todos lados. Nos rodea. Nos ayuda a entender nuestro mundo. Nos permite comunicarnos y movilizarnos. También a que nos curemos de alguna enfermedad. Mejora nuestra calidad de vida. También que construyamos edificios y puentes. La ciencia, en definitiva, juega un papel fundamental en nuestra vida: nos determina.

En campaña, Javier Milei, anticipó su intención de modificar el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Tras asumir, un año y medio después, el impacto en el área se siente. Hay varios estudios que dan cuenta de las modificaciones que viene atravesando la ciencia en Argentina. Uno es el elaborado por ATE Conicet (Asociación Trabajadores del Estado) publicado recientemente que demuestra la reducción de personal del sector.

Según el informe, el organismo ya tiene 1.291 trabajadores menos. Estas cifras corresponden a trabajadores despedidos, pero también a renuncias. Los bajos salarios, los recortes en las investigaciones y la interrupción de fuentes de financiamiento son algunos de los motivos por los que muchos científicos decidieron buscar otro empleo, irse al sector privado o incluso mudarse al exterior.

Según ATE Conicet se registró un 24% de renuncias en la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico (CIC) y un 46% de renuncias de personal administrativo.

Otro informe, el publicado por el Grupo EPC (Economía, Política, Ciencia) para el Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación, asegura que en los primeros 16 meses del gobierno de Javier Milei se perdieron 4.148 mil empleos en Ciencia, Tecnología e Innovación en el país.

De ese total, el Conicet representa algo más del 36% (1.513). De acuerdo con este informe, 751 son becas y 762, cargos de personal bajo convenio, administrativos del Sistema Nacional de Empleo Público y cargos CIC-CPA (carreras de investigador científico y tecnológico, y de personal de apoyo a la investigación y desarrollo, respectivamente).

Esos puestos, representan profesionales con formación universitaria que se dedican a la investigación, que llevan años formándose y que construyen conocimiento en el país.

En otro informe del EPC analiza el presupuesto para Ciencia y Tecnología . El año pasado, según lo publicado, lo destinado cayó un 30,3%. “De esta manera el Crédito Vigente de la FCyT (Función Ciencia y Técnica) cayó un 48,0% en dos años en términos reales”, dice el informe. Y también asegura: “la FCyT representaría en 2025 tan solo 0,152% del PBI (0,302% en 2023; 0,214% en 2024), un mínimo absoluto en la serie histórica”.

Respecto a los salarios el informe establece que “continuaron perdiendo terreno contra la inflación durante el mes de abril, hallándose muy por debajo en términos reales respecto de noviembre del año pasado”.

La carrera científica en Argentina: años sin aportes y nada asegurado


Leonardo Venerus es investigador, desde el junio del 2001 estudia los peces y trabaja en el mar de Puerto Madryn, en el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (Cesimar) del CCT Conicet – Cenpat.

Además, es delegado gremial de ATE y especifica el largo recorrido que tiene que hacer un científico para asegurarse un puesto de trabajo: “nosotros terminamos la carrera universitaria, después tenemos un periodo de beca doctoral, que son cinco años más de especialización. Durante esos cinco años no hay relación de dependencia, con lo cual no hay aportes jubilatorios, no hay aguinaldo, no hay vacaciones. Y después hay otros tres años más como becario posdoctoral. Recién ahí se puede ingresar al sistema. Es decir, seis años de carrera universitaria, más ocho años entre beca doctoral y posdoctoral”.

Venerus calcula y proyecta: “un científico con esa carrera y diez años de experiencia, cobra, en promedio – porque varía según la zona y otras especificaciones – 1.400.000 o 1.600.000 pesos”.

La ciencia es la herramienta que permite crear inteligencia colectiva y resolver problemas. Foto: Cecilia Maletti

Para él, en esta situación de desfinanciamiento la inversión estatal en la especialización se pierde. “El impacto es muy grande”, explica, “porque se están desarmando los equipos de trabajo, cuesta mantener las investigaciones en curso o incorporar nuevas personas. En definitiva, es un ahogamiento al Conicet”.

Por último, dice: “Hay una intencionalidad de destruir el sistema científico en Argentina, porque se está produciendo una pérdida de capital humano sumamente capacitado”.

Fuga de científicos en Argentina y cargos no otorgados en Conicet


Damián Dellavale vive en Bariloche y está angustiado. Es ingeniero electrónico, especializado en el Balseiro. Desde 2014 es investigador del Conicet. Su área de análisis es la actividad cerebral. Y por primera vez en su vida está considerando irse del país.

“Es algo que jamás me imaginé”, dice y cuenta: “Javier Milei dice que en 30 años seremos como Irlanda. Bueno, en este momento laboratorios de Irlanda me facilitan el acceso a recursos computacionales para realizar mis estudios porque les interesa los proyectos en los que trabajo. O sea, hoy el país en el que nos vamos a convertir en 30 años, Irlanda, está dispuesto a recibir a los investigadores argentinos”.

Damián padece no tener financiamiento para sus proyectos, pero más aún le pesa no poder tener un salario que le permita tener una vida tranquila. “Ahora la preocupación es si me alcanza para pagar el alquiler o no”, explica.

Clara Giachetti está en Puerto Madryn es Doctora en Ciencias Biológicas. Desde el 2015 analiza especies marinas exóticas, invasoras en el Centro Nacional Patagónico (CENPAT). En 2022 concursó y ganó un cargo para entrar a planta permanente del Conicet. Pero, al igual que otros 850 científicos, aun no le dieron el alta.

Ella es una de las afortunadas: tiene una beca posdoctoral y puede seguir trabajando y cobrando hasta que el Estado la efectivice. Pero tiene muchos colegas que están trabajando por fuera del sistema científico esperando la efectivización.

Clara Giachetti en 2023 también había ganado un subsidio y tampoco se lo entregaron. Tuvo que reformular sus estudios. En vez de hacer experimentos ahora hace muestreos, que son más cortos. Para ella la falta de financiación en la ciencia implica un atraso para el país y para la sociedad entera.

Nuestros problemas solamente los podemos resolver nosotros. Nadie va a venir de afuera a poner plata, a resolver un problema – por ejemplo, el Chagas – que no sea propio. Esto es un atraso para el desarrollo del país; es un retroceso gravísimo”.

Las aristas del desfinanciamiento de la ciencia y tecnología en Argentina en el gobierno de Javier Milei


El desfinanciamiento de la Ciencia y Tecnología se plasma en distintos aspectos. Uno es el no otorgamiento de cargos ganados para ingresar a carrera de investigador científico en Conicet. Así se encuentran 850 profesionales en todo el país.

“A esos 850 se le van a sumar quienes ya fueron evaluados entre el año pasado y este año. O sea, vamos a tener un cúmulo de más de 1.600 personas que están esperando el alta a los cargos que ya ganaron”, dice Verónica Trpin, directora del Instituto Patagónico de Estudios en Humanidades y Ciencias Sociales de Neuquén.

“El desfinanciamiento es un freno al desarrollo”, aseguran. Cecilia Maletti

El desfinanciamiento también se refleja en los bajos salarios. “En nuestro propio instituto tenemos becarios que no tomaron las becas que concursaron porque no les conviene en términos de ingreso. Y hay otros que renunciaron a becas que ya tenían en curso”, analiza Trpin.

Otro efecto de la reducción de presupuesto es la no cobertura de puestos que quedan vacantes por renuncia o despido. “Con eso”, explica Trpin, “vemos sobrecargas de tareas en las personas”. Por último, el vaciamiento de los fondos para proyectos de investigación es otra manera en que la crisis de la ciencia se expresa.

Trpin propone que hay que considerar la articulación de investigadores/as y becarios/as con las universidades públicas. “Muches damos clases a nivel de grado y posgrado, tenemos proyectos en las universidades, por lo que, aquellos temas que investigamos tienen un correlato directo en la formación de profesiones, docentes. Sin ciencia no hay posibilidad de enriquecer los circuitos de formación. La base de la transmisión de conocimiento se gesta en las universidades y en los organismos de Ciencia y Tecnología; las empresas privadas no suelen invertir en formación y en investigación, lo hacemos en estos espacios que, hoy no están garantizadas las condiciones para hacer ciencia y formación de profesionales”, cierra.


La ciencia está en todos lados. Nos rodea. Nos ayuda a entender nuestro mundo. Nos permite comunicarnos y movilizarnos. También a que nos curemos de alguna enfermedad. Mejora nuestra calidad de vida. También que construyamos edificios y puentes. La ciencia, en definitiva, juega un papel fundamental en nuestra vida: nos determina.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios