La despedida en Neuquén a Lolín Rigoni, Madre de Plaza de Mayo
Una multitud se agolpó en el cementerio central de Neuquén para brindar el último adiós a Lolín Rigoni, Madre de Plaza de Mayo de Neuquén
Centenares de personas llegaron hoy desde distintos puntos de la región para brindar el último saludo a Lolín Rigoni, tras su muerte el martes, a los 100 años. Al ritmo de dos guitarras criollas y muchos aplausos, más de 400 personas acompañaron el cortejo hasta el fondo del cementerio central de Neuquén.
Desde el grupo de Apoyo a las Madres y los 30.000 explicaron que Lolín solicitó que la recuerden con cariño y alegría, por lo que eligieron cantar en la despedida que se hizo desde la calle Córdoba hasta el interior del camposanto neuquino.
La música Jorgelina Sotelo y el artista Tito Gutiérrez la homenajearon, en tanto Sebastián Rigoni, nieto de Lolín e hijo de Roberto le regaló una última canción a su abuela, dijo, de las que compuso para su padre desaparecido. «Alma, cuerpo, corazón, historia, a tu pañuelo blanco, a tu abrazo y amor reviven en cada marcha»…cantó.
Integrantes de organizaciones de derechos humanos, de gremios neuquinos y de Río Negro, agrupaciones de trabajadoras y trabajadores, profesionales, jóvenes universitarios, artistas, escritores y poetas, militantes políticos y de derechos humanos de la región integraron la columna que se internó en los fondos del cementerio central esta mañana para la despedida de Lolín Rigoni.
Su nieta, Florencia Elissetche, la saludó con sus propias palabras: «queremos ser tus brotecitos. Disfrutá de este descanso, acá seguimos honrando la vida con fortaleza y alegría». «Gracias Lolín, seguimos hermanadas en toda la vida, sos el orgullo de mi vida«, afirmó Zulema López Candan de Kubli, hermana de Lolín.
El grupo de apoyo a las Madres y los 30.000 desaparecidos cerró la despedida con el «Presente, ahora y siempre», hubo muchos aplausos a lo largo de más de 40 minutos que duró el sentido adiós y se habló del compromiso de continuar el camino que tejieron las Madres durante casi medio siglo.
«Yo cuando me ato el pañuelo, pienso en los 30.000 y por eso tengo que hablar», parafraseó a Lolín Bernardo Busso, quien agradeció a la familia Rigoni, haber compartido con sus tiempos y espacios, las actividades militantes de la Madre neuquina.
Lolín Rigoni junto con Beba Mujica, Inés Ragni y otras Madres de Plaza de Mayo que se fueron antes, integraron hace 48 años la sede Neuquén y Alto Valle de la asociación de mujeres argentinas que demandó conocer cuál fue el destino de sus hijas e hijos desaparecidos y asesinados durante la dictadura cívico-militar que tomó el poder en 1976.
Con «la sola herramienta del pañuelo» blanco sobre la cabeza, las mujeres bregaron incasablemente por obtener justicia. Las Madres encontraron en las rondas periódicas y en la calle, la modalidad de protesta y resistencia ante el terrorismo de Estado y la búsqueda posterior, que se extendió desde el regreso democrático hasta la actualidad.
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