Los turistas chilenos se llevan de Bariloche hasta las compras del supermercado

El cambio beneficia a los trasandinos que arrasan con todo en la región. El combustible está a mitad de precio y es el gran aliado para el aluvión de viajeros este verano. Hay rubros que cuestan tres veces menos que en su país.

No piden que llene el tanque, piden que rebalse”, ironizó un playero de una estación de servicio de Bariloche para graficar lo que ocurre este verano con los turistas chilenos que tienen el viento a favor del cambio y encuentran los precios en la región muy por debajo de los valores en su país.

Arrasan con góndolas en supermercados y mayoristas, se llevan varios productos de un mismo comercio, si es regalería salen con bolsas colmadas en las manos y los chocolates también son su perdición, pero además mantienen el gusto de comprar libros y música, y regresaron las compras de indumentaria de cuero y carteras. Y la lista sigue.

Hay pocos rubros que no son beneficiados con el boom del compre chileno. El peso chileno tiene -al igual que el dólar- una cotización paralela en la calle con los tradicionales “arbolitos” que vociferan su actividad. Ayer en una casa de cambio oficial por cada 10.000 pesos chilenos se ofrecían 2.300 pesos argentinos y en la calle Mitre la cotización del mercado informal llegaba a 3.900 pesos argentinos.

Hay productos en los comercios de Bariloche que cuestan hasta tres veces menos que en el país trasandino, pero sin dudas el gran aliado para los turistas chilenos es el combustible que encuentran a la mitad de precio de su país, a pesar de que en Argentina ese rubro sufre un aumento mensual del 5% promedio y que Bariloche tiene la nafta más cara de la región, superando los 201 pesos el litro de nafta premium (ver aparte).

La gastronomía es uno de los rubros que los turistas de Chile encuentran barato en Bariloche. Foto: Chino Leiva

“Entre lo más conveniente encontramos el combustible, las bebidas que cuestan tres veces menos, los pañales son baratos, todo lo que sea de supermercado y la gastronomía”, enumeró Marcos, un turista de Puerto Montt que esperaba su turno para cargar combustible en una estación de servicio céntrica.

Los comercios del centro registran los cambios de consumo de esta temporada. En otras épocas eran un clásico las indefiniciones de los chilenos al momento de comprar, pedían ver cada producto, revisar, probarse, pero al final se llevaban poco o nada. Ahora las ventas crecieron y se evidencia en los exhibidores como ocurrió esta semana en un conocido local de bijouterie y carteras que literalmente estaba desabastecido.

Los chocolates, un clásico de Bariloche que llevan todos los turistas. Foto: Chino Leiva

“El rubro que por excelencia recibe público chileno es el supermercado mayorista y minorista, también los comercios de regionales, regalería y artesanías, las vinotecas y tiendas de bebidas, las librerías de artículos escolares y papelería y también venta de libros”, enumeró Hernán Lagar, presidente de la Cámara de Comercio de Bariloche.

Por estos días es habitual una postal que antes no era vista y es que los vehículos con patente blanca, de Chile, colman los estacionamientos de supermercados y mayoristas porque hacen las compras de productos esenciales y alimentos no perecederos antes de retornar a su país, por la amplia diferencia de precio. Esta práctica en otras épocas era una costumbre para los argentinos en sus viajes de compras a Osorno, ahora imposible de rememorar.

Carola, del Centro Cultural del Disco, dio cuenta de un rubro que siempre tuvo un nicho de clientela importante en el público chileno. La única disquería de la calle Mitre tiene un recambio constante de clientes con tonada trasandina. “Compran muchos CDs, colecciones completas muchas veces, y también ahora es un boom el disco de vinilo, es lo que más buscan”, comentó la vendedora que reconoció que con la pandemia tuvieron incertidumbre respecto de cómo continuar con el local y sumaron otros artículos de accesorios de celulares para ampliar la variedad.

Carola puntualizó que los chilenos buscan mucho los artistas de rock nacional argentino como Charly García, Fito Páez, Soda Stereo, Virus, todos consagrados en el país vecino y a veces suelen comprar de hasta diez discos de un mismo artista. Mencionan que los CD tienen un precio mucho más barato que en su país, sin embargo el vinilo no encuentra tanta diferencia pero les atrae la variedad.

Los libros siempre fueron muy buscados por los turistas de Chile y sigue siendo un rubro destacado. Foto: Chino Leiva

En las librerías ocurre un fenómeno similar porque ya antes de este auge por el cambio, los libros eran baratos para los chilenos, en comparación a los valores de su país, y es un rubro siempre buscado. En la librería La Barca, de calle Mitre, no hay momento del día que no haya un turista hurgando entre los estantes.

Según el sondeo interno de la Cámara de Comercio, también advierten este año un crecimiento notable de ventas de camisetas argentinas que se llevan los trasandinos, no solamente motivados por el cambio sino también por la euforia mundialista que no se apaga.

En el rubro de indumentaria el movimiento es el habitual y no impacta el público chileno y tampoco en tiendas de artículos de camping o montaña porque mayoritariamente son productos importados que suelen costar más caros que en Chile.

Ezequiel Barberis, presidente de la Cámara de Turismo y referente de la Asociación de Agencias de Viajes, admitió que en materia de excursiones no se refleja el boom de compre chileno. “Históricamente en las agencias de viajes el turista chileno consulta, pide mapas y pregunta qué puede hacer en su auto, pero no consumen excursiones ni tampoco actividades de turismo aventura”, graficó.


Restricciones aduaneras


Aunque no todos los visitantes trasandinos lo conozcan, Chile tiene algunas restricciones pero no una franquicia como rige para los argentinos cuando retornan al país.

Según la normativa de Chile, no se puede ingresar al país con productos de origen vegetal o animal. Además una persona adulta puede ingresar, como máximo, 400 unidades de cigarrillos, 50 unidades de puros, 500 gramos de tabaco de pipa, 2,5 litros de bebidas alcohólicas.

Bolsas y m{as bolsas, cargan los turistas chilenos en el centro de Bariloche.

Quedan excluidos del concepto de equipaje los muebles, vajilla, cuadros, instrumentos musicales, repuestos y artefactos eléctricos o electrónicos, instalaciones de oficina.

Los que son habituales de cruzar la frontera, también conocen que hay ciertos reparos de las autoridades chilenas con los productos artesanales elaborados en madera, a los que muchas veces se rechaza el ingreso y deben dejar su artesanía en la Aduana.


La nafta es la gran aliada de los extranjeros


Una tendencia que los turistas chilenos mantienen es la modalidad de viaje familiar, en auto particular, y este verano todos coinciden en que se evidencia mucho más la afluencia de turistas extranjeros. “Hay una patente blanca por cada argentina que cruzás en la calle”, graficó un empresario sorprendido de la magnitud de vehículos extranjeros en Bariloche. Otros apuntan al paso Cardenal Samoré donde queda plasmado este aluvión de turismo con las largas colas en la Aduana, que el fin de semana largo llegaron a una espera de 5 horas para avanzar.

El combustible en Bariloche cuesta la mitad que en los surtidores de Chile, por eso el viaje en auto rinde. Foto: Chino Leiva

El Samoré registra esta masividad desde enero. Solo ese mes, atípico para las vacaciones de los chilenos, unos 35.000 trasandinos cruzaron la frontera y en febrero se mantiene un promedio de 2.500 a 3.000 ingresos por día.

El precio del combustible a mitad de valor que en Chile es uno de los puntos que cada turista remarca como uno de los factores determinantes para viajar y las estaciones de servicio de la región son las grandes beneficiarias.

En Bariloche “no se aplica ninguna restricción” a la venta de combustible a vehículos extranjeros, remarcó Claudio Roccatagliata, propietario de estaciones de servicio Axxion de Bariloche y Dina Huapi. Tampoco hay cupo de combustibles desde las refinerías a la ciudad, la llegada de camiones es a demanda. Algo similar ocurre en las estaciones de YPF.

En otras zonas de frontera, como en Misiones, se estableció el año pasado un cupo porque había desabastecimiento ya que muchos vehículos cruzaban para cargar combustible y regresar. Acá la distancia es mayor, son 125 kilómetros de Bariloche a la Aduana Argentina y 240 Km a Osorno, la ciudad más poblada cercana.

Para la mayoría, la estrategia de muchos es llenar el tanque en la ciudad rionegrina, que tiene mayor oferta de combustible, y completarlo en Villa La Angostura, la localidad más próxima a la frontera, a 40 kilómetros, donde solo hay dos estaciones de servicio y puede haber faltantes.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios