Bariloche tiene todo listo para recibir 11.000 brasileños este invierno

El arribo masivo de visitantes de ese país comenzará desde el 5 de julio próximo. Habrá durante dos meses 7 u 8 vuelos directos por semana y otros 14 chárteres. El cambio los favorece. Y la nieve y la ciudad, los seduce.

La presencia de turistas brasileños vuelve de a poco a resultar familiar en las calles de Bariloche, aunque la oleada grande llegará a partir del 5 de julio, con los primeros vuelos directos desde San Pablo, que en los siguientes sesenta días traerán como mínimo unos 10 mil visitantes de ese país.

Esas referencias estuvieron entre las más repetidas de la presentación de la temporada de invierno de Bariloche para operadores turísticos que se realizó el jueves en Buenos Aires. El secretario municipal de Turismo, Gastón Burlón, dijo que “la convocatoria fue muy buena y la perspectiva es inmejorable”.

Afirmó que a partir de mediados de julio, Bariloche recibirá en total unos 35 vuelos diarios, muy cerca de los números récord de 2019, cuando llegaron a entrar 41 aviones por día, aunque con menos plazas de los que emplean las compañías en la actualidad.

Pero la mira de muchos hoteleros y agencias está puesta en la recuperación del turismo internacional y en especial del público brasileño. Burlón dijo que desde el 5 de julio y durante dos meses está garantizado el ingreso de entre 7 y 8 vuelos regulares por semana directos desde el país vecino, “más otros 14 vuelos chárter”, que proponen distintas operadoras.

En total serían no menos de 70 vuelos sin escalas que recibirá la ciudad. Según el empresario Gustavo Batica, de la agencia receptiva Tip Group, son aviones de 168 plazas, de modo que una cuenta rápida permite anticipar el ingreso de 11 mil pasajeros de Brasil en forma directa, a los que se sumarán los que lleguen vía Buenos Aires.

Batica dijo que la recuperación de ese segmento era muy esperada y superará las cifras del último año anterior a la pandemia. Reconoció sin embargo que no volverán por ahora los volúmenes de turismo brasileño de los mejores años, que ubicó en el período “previo al volcán”, que alteró la temporada 2011. “Eran épocas de 17 vuelos por semana -recordó-. Con el volcán se rompió esa inercia que teníamos y no se volvió a recuperar”.

Señaló que de igual modo el interés en Brasil por viajar a la nieve es muy grande y los vuelos están casi todos vendidos. Aun así la comercialización sigue y se podrían agregar más servicios.

“Es gente que viaja en su mayoría en familia y se alojan en hoteles de 3, 4 y 5 estrellas -afirmó el operador-. No es un público que viene a esquiar, sino a pasear y a jugar con la nieve. El cambio los favorece, porque los precios acá están entre 30 y 40% más baratos que en Brasil, pero no es eso lo que los decide. Vienen porque aman a Bariloche. Y los vuelos directos son un factor muy importante”.

Burlón subrayó que la venta es buena y “hay más disponibilidad” de asientos en la medida de que se consolide la demanda de brasileños por vacacionar en Bariloche. Mientras, las vidrieras de la zona céntrica de la ciudad y del cerro Catedral vuelven a exhibir cartelería en portugués y ese idioma comenzó a escucharse nuevamente en restoranes y chocolaterías.


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