Neuquén: el día que se intentó decirle chau al peronismo

A pocos días del golpe militar del 55, un grupo de vecinos derribó el monumento de Eva Perón, ubicado frente a la Catedral. Algo similar sucedió en Cutral Co. Pero en este caso un “robo” lo salvó.

La avenida Argentina de la ciudad de Neuquén fue desde todos los tiempos el andarivel de los monumentos. Desde el de San Martín hasta el del Centenario, todos marcan un momento histórico de la capital. La mayoría aún persisten, mezclándose con los más antiguos. Pero hay uno que fue derribado y si bien en su lugar se reconstruyó uno similar, éste no tiene nada que ver con el original.

Se trata del monumento a Eva Perón que se encontraba frente a la Catedral de Neuquén.
Corrían los años 50. La actual avenida Argentina se llamaba Eva Perón. Y como era obvio allí se levantó el busto de la esposa del expresidente argentino, Juan Domingo Perón. Era un punto de encuentro para el peronismo neuquino. Incluso algunos recuerdan que los vecinos solían llevar flores para depositarlas a los pies del monumento.

Pero se vino el golpe militar de 1955 con la turbulencia que implicó y el busto de Eva Perón fue elegido por los antiperonistas para canalizar los odios de los antiperonistas que querían expresarse por tantos años de censura a los que les había sometido.

Y utilizando la misma técnica que se usó para derribar la tranquera de los ingleses que separaba lo que hoy es el Alto y Bajo de la capital, decretaron los días contados para el busto de la “abanderada de los humildes”. Solo hizo falta un tractor y una soga.

Fue un 16 de septiembre de 1955. Un grupo de vecinos “rodearon el pilar que hacía de base de la figura de Evita con una soga, la que ataron a la parte trasera de un tractor y comenzaron a tirar hasta el que rectángulo de ladrillos y cemento se vino abajo.

Algunos memoriosos aseguran que fue arrastrado por varias cuadras por la avenida, que desde ese momento empezó a llamarse Argentina. De esto no se conocen registros documentados que puedan acreditar su veracidad. Pero lo cierto es que el monumento desapareció.

Años después, con otra realidad, el monolito fue reconstruido en partes hasta lograr la fisonomía que tiene actualmente.

Pero no fue la única vez que Neuquén pretendía “borrar del mapa” al peronismo. Esta nueva historia se sitúa en Cutral Co, un pequeño poblado que por aquellos años se llamaba Eva Perón y por supuesto había un busto de bronce de ella en una esquina. Llegó el año 55, en ese momento la localidad estaba bajo la gestión de Felipe Sapag.

Un grupo de personas quiso sacar el busto. El pueblo salió a defenderlo. Pero misteriosamente al día siguiente la estatua había desaparecido. Nadie sabía qué había pasado.

Pasaron los años y en 1973 se supo la verdad. Sapag se lo había “robado” y lo dejó en custodia en la casa del electricista del pueblo. Luego se instaló en la Legislatura cuando don Felipe era gobernador. En 1976 volvió a desaparecer durante la dictadura. ¿Donde estaba? En la casa del exmandatario.


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