Residencia de madres: un espacio que se resintió por la pandemia y necesita volver en Roca

Hace un año el servicio de Neonatología del hospital cedió el edificio de Residencia de Madres a Pediatría, ante la refuncionalización por la crisis sanitaria. Ahora, insisten en reabrir el lugar que albergaba a las mamás de los prematuros.

A pesar de tantas muertes que dejó la pandemia, hubo un lugar en el López Lima donde la vida siguió fluyendo. El servicio de Neonatología, uno de los más complejos de la provincia, nunca paró de albergar a los más pequeños de este mundo que batallan por crecer fuertes y conservar su salud.

Si bien no se registraron muchos contagios y no lucharon contra la covid cara a cara, el virus los afectó de otra manera. Este fue uno de los servicios que tuvo que ceder parte de su infraestructura y recursos ante los planes de contingencia y refuncionalización del hospital por la alta demanda de camas de internación.

El López Lima tiene una de las 27 maternidades del país que pudo contar con un servicio tan avanzado como la residencia de madres, que hace una década impulsa la Unicef. De fondo, se trata de garantizar los derechos de la madre y del recién nacido; al darles la posibilidad de permanecer en el hospital en condiciones adecuadas y dignas. En Roca, pese a los innumerables esfuerzos, quedó en «stand by» ante la falta de espacios.

La residencia de madres se transformó provisoriamente en un servicio de Pediatría que es lo que está funcionando ahora”, contó Daniela Leinbruger, jefa de Neonatología. La emergencia sanitaria los obligó a hacerlo en enero de 2021. La modificación iba a ser provisoria pero ya pasó un año y si bien el servicio logró acomodarse internamente para seguir alojando a las mamás, tiene menos capacidad y comodidades.

“Dentro del servicio de neo tuvimos que acomodar algunos espacios para darle alojamiento a estas mamás que son de lejos, que tienen bebés prematuros y tienen internaciones largas”, explicó la médica especialista.

Si bien resolvieron no separar a las madres de los chicos y armaron doce de las quince camas que había, están dispersas y ya no es la “residencia” con espacios comunes para todas.

La sala de reuniones de Neo se transformó en una habitación para madres y otros dos consultorios -uno de ellos de pre alta- también fueron adaptados como vivienda de las madres. Otras de las mamás, están parando en un trailer frente a la guardia del hospital.

En tanto, antes de este cambio, la residencia de madres estaba conformada por un comedor y espacio común, más cinco habitaciones con tres camas cada una y baños privados. En los espacios comunes se daban charlas y se propiciaron encuentros donde las mujeres podían compartir incluso sus angustias, antes de la pandemia.

Muchas de las mujeres provienen de localidades lejanas al ser este un centro de derivación, no pueden ir y volver a cuidar a sus bebés y pasan largo tiempo en el hospital, aún lejos de sus familias.

“No hay que olvidarse que la internación de bebés prematuros suelen ser de dos a tres meses y todo ese tiempo la mamá está al lado de su bebe, acompañándolo, dándole leche con la importancia que tiene para el bebe recibir la leche de su propia mama; y haciendo Copap, contacto piel a piel. La madre tiene un rol fundamental en el cuidado de ese bebe y es parte de su tratamiento”, argumentó la jefa del servicio.

Es por eso que ante la adversidad, todos se fueron readecuando priorizando que las madres siguieran cerca de sus hijos, lo cual es fundamental para el bienestar de ambos. Ahora, piensan que es necesario reevaluar la situación.

“Lo que queremos y anhelamos es que se busquen las estrategias para poder volver a recuperar nuestro espacio y que tengan sus camas en otro lado”, contó la médica entrevistada, quien agregó que mantienen un diálogo directo con la dirección del Hospital para poder lograrlo y se analizan alternativas.

Tenemos que volver a ganar ese espacio sin desproteger a los adultos que necesitan camas (en esta pandemia)”

Daniela Leingruber, jefa Neonatología hospital

“A pesar de la pandemia, los prematuros siguieron naciendo y nuestro servicio siguió trabajando como siempre”, enfatizó la mujer, y es por eso que pidió no perder de vista el objetivo y buscar conjuntamente la manera de retomar el espacio de residencia.

No saben de tiempos ni fechas ya que en medio de la tercera ola, la incertidumbre reina por el alza en la curva de casos. “No se puede dejar a adultos sin camas, pero la sala de madres también es importante para estos bebés que son muy vulnerables y no hay que perderlo de vista”, cerró Leinbruger.

Datos

15
camas para madres de bebés prematuros tenía la Residencia de Madres en Neonatología en Roca.
27
maternidades públicas de la Argentina ya adoptaron el modelo de Unicef de incorporar una Residencia de Madres.



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