Transitar, estacionar y viajar en colectivo, todo colapsa en Bariloche con turistas

El tránsito y el estacionamiento son los principales factores complicados en temporada de verano, con una duplicación del parque automotor. También el transporte urbano es un problema. Hay ensayos de soluciones que no llegan a ser totales.

Bariloche es una ciudad turística que muchas veces padece al turismo y el verano es una muestra clara de las complicaciones que se generan por la cantidad de personas que circulan y demandan los servicios, que también exigen los 140.000 habitantes que se estiman que permanecen todo el año.

La situación no escapa a ninguna otra ciudad turística con el nivel de afluencia como lo tiene Bariloche que, sin llegar a un récord como en el 2022, tiene este enero un 85% de la capacidad hotelera de 30.000 plazas, ocupadas.

El colapso de algunos servicios es notable en temporada: hay largas colas en el tránsito; caos para estacionar y vehículos que aparcan en lugares prohibidos; filas para ingresar a comer a los restaurantes y cervecerías; en el transporte urbano es complicado encontrar asiento, cuando se dan las condiciones que el colectivo se detenga para subir pasajeros; además en las guardias médicas de los sanatorios privados la demora de atención supera las 2 horas; y los fines de semana suele haber inconvenientes con cajeros sin dinero.


Caos para circular


El tránsito es el principal indicador de una buena temporada turística y este enero se ratifica. El verano es la época en la que los turistas mayoritariamente viajan en sus propios vehículos con la idea de recorrer la región por su cuenta. Por eso se estima que se duplican los vehículos circulando en la ciudad, que de por sí ya tiene un parque automotor grande, con 108.000 automóviles radicados en Bariloche, según datos de 2020 que ofreció el subsecretario de Tránsito y Transporte, Daniel Pincheira.

La avenida de los Pioneros una mañana cualquiera de esta semana. Largas filas y lento avance de los autos. Foto: Chino Leiva

Hay complicaciones en el tránsito no solo por el turismo, sino también los locales que aprovechan los días lindos para ir a las playas y en la salida del oeste hacia el centro se hace un flujo lento entre las 19 y las 22, por eso se está dando otro tiempo al semáforo del kilómetro 13”, dijo Pincheira a RÍO NEGRO.

El propio funcionario hizo el fin de semana un “estudio de campo” y midió el embotellamiento que se produce cada domingo al retirarse el público de Colonia Suiza al atardecer. En su cronómetro contó que avanzaba un kilómetro cada 15 minutos y desde Dina Huapi hacia Bariloche, donde también se produce un flujo lento los fines de semana, el promedio era de 7 minutos por kilómetro.

A paso lento

4 km por hora
es lo que se puede llegar a demorar un domingo de calor en el regreso desde Colonia Suiza hasta el centro de Bariloche, a una razón de avance de 1 kilómetro cada 15 minutos.

Desde el oeste no hay demasiado por hacer ya que la avenida Bustillo es la única vía de escape, al menos hasta el kilómetro 10 donde se puede desviar el tránsito por el viejo camino al cerro Catedral (actualmente de ripio) o en el kilómetro 8 cuando se puede tomar la avenida de los Pioneros.

Buscamos generar un ordenamiento en el tránsito y el estacionamiento, por eso desde el lunes volvieron a la calle los preventores que están en lugares estratégicos con esta misión”, dijo Pincheira. Estas personas, que por ahora son 14 y a partir de febrero se completará un staff de 40, junto a inspectores de tránsito, están ubicadas en las playas Bonita, Bahía Serena, Villa Los Coihues, Villa Tacul y Colonia Suiza con la premisa de dirigir el tránsito y controlar en qué lugares se estacionan para que se garantice el paso de vehículos de emergencia y transporte urbano.


El drama de estacionar


El tema del estacionamiento en lugares prohibidos es un clásico del verano. Este fin de semana los inspectores multaron a todos los vehículos aparcados junto a la guardarrail de las inmediaciones del puente del lago Moreno, donde hay playas públicas y mucha afluencia. La queja se viralizó en las redes sociales, pero Pincheira asegura que el municipio ya flexibiliza bastante las normativas al no restringir el estacionamiento en banquinas ante la falta de espacios.

El dato

108.000
vehículos es el parque automotor radicado en Bariloche, según datos oficiales de 2020.

En el microcentro el estacionamiento también provoca caos y muchas veces discusiones. Por la gran demanda, ahora el municipio habilitó la parte de abajo del playón ubicado en la costanera, junto al lago Nahuel Huapi, a solo 200 metros del Centro Cívico.

El estacionamiento medido y pago en el microcentro tiene un valor de 150 pesos la hora. En los privados el valor asciende a 400 pesos la hora.

“En el centro el problema también son los locales que dejan todo el día sus autos en las zonas donde trabajan y eso nos traba la circulación de vehículos estacionados”, indicó Pincheira quien graficó que se evidencia en las cercanías de los edificios municipales, en Parques Nacionales, Afip, la CEB.

A esto se suma que edificios y grandes comercios se habilitan sin tener cocheras.


Los colectivos viajan llenos, subir es una suerte de pocos


El transporte público es un tema aparte. El sistema no logra cubrir la demanda de los locales en todo el año y en el verano colapsa totalmente en las líneas más turísticas, por eso subir al colectivo en las paradas intermedias es una suerte ya que salen completos desde las cabeceras.

La solución no es poner más colectivos, a veces los colectivos quedan parados sin poder subir a la ruta cuando toman pasajeros en las avenidas y eso atrasa el horario. Dependemos de la voluntad de que lo dejen volver a la ruta”, dijo Daniel Pincheira, subsecretario de Tránsito y Transporte.

Del centro al oeste, desde el mediodía hasta las 17, es difícil viajar cómodo un día de verano. En el regreso, de 19 en adelante, los colectivos ya no frenan en paradas intermedias. Foto: Archivo/Chino Leiva

El funcionario dijo que además del refuerzo de líneas más utilizadas por los turistas, que se realiza en esta temporada, está en carpeta un proyecto para realizar algunos circuitos “de punto a punto”. “Sería un servicio exclusivo para llevar a los pasajeros a un destino como puede ser Colonia Suiza, el cerro Catedral, el aeropuerto, y tendría un valor diferencial, pero así descomprimiríamos el colectivo”, explicó.

La mayor resistencia a este plan está entre los remises y taxis que entienden que les quitará eventuales clientes y que no se trata de un servicio público que debe meterse el municipio. El gobierno prevé armar una licitación para combis y colectivos y apuesta a lograr la prueba  piloto en invierno, con el cerro Catedral.

Antes, el municipio busca instrumentar una aplicación móvil que ayudará a los usuarios a saber con certeza a qué hora pasará el colectivo que espera.


Grandes demoras en la atención médica por guardia


La atención médica también tiene problemas por la afluencia de turistas y las guardias de sanatorios privados son la caja de resonancia de esta situación porque mayoritariamente los visitantes tienen seguros de viaje, obras sociales o prepagas y ante una emergencia acuden al sistema privado.

Hoy en Bariloche tienen guardia médica las 24 horas el hospital zonal Ramón Carrillo, el sanatorio San Carlos y el Hospital Privado Regional.

En el hospital no hay registros de un incremento de atención por guardias en temporadas porque allí generalmente no acuden los turistas. Su público es el residente.

El HPR atiende principalmente obras sociales sindicales y tiene un público cautivo local importante, que sumado a los turistas que necesitan de una atención médica de urgencia, las esperas se prologan cada día y el espacio físico es tan reducido que muchos terminan abortando la misión.

En el sanatorio San Carlos, que tiene su edificio central en el kilómetro 1 de la avenida Bustillo, la recepción de turistas es habitual y las demoras para ser atendido en las guardias suelen superar las 2 horas, dependiendo el día y el horario.

Desde la entidad admitieron, ante la consulta de este diario, que en temporada de verano como en invierno crece entre un 20 y un 30 por ciento la demanda por guardia.

En temporada invernal también la guardia se encuentra saturada con muchas atenciones diarias de personas lesionadas en el centro de esquí y también tienen el público de todo el turismo estudiantil, por la cobertura médica de viajeros.

A pesar de que la demanda crece, el staff médico no se modifica.

Uno de los  problemas que  aducen en el sanatorio, al igual  que  otras  instituciones, es la falta de alquileres en la ciudad que frena la posibilidad que profesionales de la  salud formados en  otras  ciudades  se radiquen en Bariloche.


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