Tras cuatro años, llegó la silla a motor para Julián pero no era la que habían pedido a través de la Justicia de Roca
Julián y su familia esperaban con ansias recibir su silla de rueda a motor pero la que está armando la Orotopedia Inmed SRL no es la adecuada para sus necesidades. "Es un engendro", dijo la abuela del adolescente.
La abuela de Julián asegura que le enviaron una silla manual (foto) que no responde a las necesidades de Julián. foto: gentileza.
La expectativa de Julián y su familia era inmensa. Después de cuatro años de reclamos y de recurrir a la Justicia finalmente la silla a motor que necesitaba este joven de 18 años -que padece una enfermedad degenerativa- iba a ser una realidad. Pero todas las ilusiones se desvanecieron porque la empresa trajo un equipamiento que no era el que se había requerido. «Es un engendro lo que nos querían enviar», dijo la abuela del joven.
Silvina Pérez, la abuela de Julián, relató que el compromiso era que la empresa debía entregar la silla a principios de semanas pero por un tema y algunos inconvenientes se decidió armarla en Cipolletti. Lo cierto es que cuando estaban en ese proceso le enviaron una foto y allí fue que se dieron cuenta que en realidad se trata de una silla manual que está siendo adapta con un motor; y que está lejos de sus necesidades.
«Esto es un desastre, lo dice la kinesióloga y las personas que trabajan con atrofia muscular espinal. No es la silla que se pidió ni la que compró el Ipross», dijo la afligida abuela al responsabilizar de manera directa a la empresa Ortopedia Inmed SRL, la encargada de enviarla.
«Es casi una estafa, es lo mismo que si te compras un auto de cuatro puertas y te entregan un Fiat 600», dijo a RIO NEGRO RADIO y agregó que atraviesan momentos difíciles porque el estado de Julián no es bueno y porque temen que ingrese en una profunda depresión.
Silvina destacó el esfuerzo de su hija Ariadna Reyes aunque sostuvo que se siente cansada después de golpear todas las puertas en distintos organismos para llegar a tener la silla de de rueda a motor.
Cabe recordar que el reclamo comenzó hace cuatro años. Primero a la obra social Ipross, pero como no tuvieron respuestas recurrieron a la Justicia a través de un recurso de amparo. Después de algunas apelaciones, finalmente el Superior Tribunal de Justicia confirmó que la obra social debía entregar la silla a Julián. Lo cierto es que a pesar del tiempo transcurrido, el equipamiento todavía no llegó.
Pero Silvina agregó que todavía tienen fuerzas para comenzar una campaña solidaria y aseguró que será el único camino que les queda para que Julián pueda tener una silla adecuada a las necesidades que tiene en este momento y de esa manera cumplir su deseo de comenzar sus estudios universitarios.
Comentarios