Vuelven a impulsar que se declare monumento histórico nacional a la Catedral de Bariloche
El estado de deterioro del edificio ideado por el arquitecto Alejandro Bustillo motivó el reimpulso de la iniciativa que ya había tenido media sanción en 2015.
Foto: archivo/ Chino Leiva.
El estado de deterioro del edificio de la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi de Bariloche que reveló RÍO NEGRO semanas atrás, motivó un nuevo impulso para lograr que se declare monumento histórico nacional.
La promoción de la declaración de monumento histórico ya había sido presentada por la senadora Silvina García Larraburu en 2015 y tuvo media sanción pero se no avanzó en Diputados y perdió estado parlamentario.
Ahora, la senadora volvió al ruedo con esta iniciativa “ante la situación actual de deterioro de la Catedral y la preocupación manifestada diariamente por los vecinos”, informó el equipo de trabajo de la parlamentaria barilochense.
“La Catedral, ícono de la ciudad de Bariloche, posee especiales valores religiosos, culturales y arquitectónicos que la convierten en un bien del patrimonio histórico, cuya relevancia trasciende la ciudad para proyectarse a toda la nación”, indicó García Larraburu en sus fundamentos.
Remarcó que una ley de estas características, que incluiría el edificio ideado por el arquitecto Alejandro Bustillo en la década del ’40, “permitirá incrementar su valorización y garantizar con recursos nacionales su conservación”.
En el articulado del proyecto, se instruye a la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, a tomar las medidas pertinentes a efectos de asegurar la custodia, conservación, refacción y restauración del monumento histórico nacional.
La Catedral fue declarada patrimonio histórico municipal en 2016, pero no se asignan recursos para su preservación.
El edificio, ubicado en un pendiente a metros de la costa del lago Nahuel Huapi, luce con un deterioro avanzado. Se evidencian grietas en los techos y filtraciones de humedad.
El mantenimiento de la Catedral no tiene recursos estatales y los fondos que reúne la institución de sus fieles se utilizan para costear los servicios.
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