Atención: ya hay estafas web con el ChatGPT

Como suele ocurrir ante cada lanzamiento que revoluciona Internet, los estafadores desarrollaron una plataforma similar para robar datos de usuarios. Cómo estar alerta.

Desde el lanzamiento del ChatGPT, los usuarios de Internet se vieron sorprendidos por el avance de la inteligencia artificial y se volcaron en masa a probar esta nueva herramienta, a punto tal que la web de la desarrolladora OpenAI suele estar bastante colapsada. Y como suele ocurrir en la web, hecha la ley, hecha la trampa: ya comenzaron a aparecer estafadores que aprovechan el ChatGPT para embaucar usuarios desprevenidos.


Es que ya comenzaron a aparecer réplicas de la aplicación, que prometen a los usuarios ser “oficiales” y que son una tapadera para robar datos personales. Aprovechando el tráfico sobrecargado de la web real de ChatGPT, estas páginas alternativas venden la posibilidad de ingresar sin demoras y presentan una interfaz muy similar, a partir de la cual se quedan con información importante del usuario.

Desde Kaspersky, una de las empresas de ciberseguridad más grandes del mundo, advirtieron ante la proliferación de estas plataformas falsas y, sobre todo, ante la aparición de programas “de escritorio” que pueden robar aún más información. Como primera recomendación, aconsejaron utilizar estos servicios siempre desde el navegador web y no descargar ejecutables.


A esto hay que sumar la recomendación de siempre chequear las webs oficiales: si el desarrollador es OpenAI, buscar directamente en su web el enlace al ChatGPT, y no ingresar desde otros links ofrecidos por los buscadores, que muchas veces indexan resultados engañosos.

Por ejemplo, el sitio “chat-gpt-pc.online” puede parecer oficial, pero es una web que simula la interfaz y ofrece un ejecutable que contiene malware y roba información. Por eso, siempre debemos confirmar que la página es la original.

Ya hay más de 50 aplicaciones falsas de ChatGPT circulando, por lo que debemos ser precavidos para evitar estafas.


Tres claves para no caer en la farsa



– Chequear siempre que la web sea original de la empresa desarrolladora.

– Buscar el certificado de seguridad del sitio, que suele aparecer con un cerrojo en alguna de las esquinas.

– Evitar descargar ejecutables que puedan ser malware oculto.


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