Títulos de propiedad, claves para el desarrollo neuquino

La provincia del Neuquén tiene una superficie de 94.078 kilómetros cuadrados, algo así como 9 millones de hectáreas, en las que habitamos unas 650.000 personas. Su superficie es muy amplia, y escasamente poblada. Para tener referencias: Suiza tiene 41.000 kilómetros cuadrados (la mitad que Neuquén) y unos 6 millones de habitantes, Irlanda tiene 70.000 kilómetros cuadrados y casi 5 millones de habitantes, Italia tiene 300.000 kilómetros cuadrados (el triple que Neuquén) y 60 millones de habitantes.

Se calcula que casi la mitad de la superficie de la provincia del Neuquén es tierra fiscal, propiedad del Estado, tanto provincial como municipal. Miles de neuquinos trabajan campos o habitan viviendas de los que no son dueños. Pero la Provincia y los municipios otorgan documentos de escaso valor legal a estas personas, atentando contra el desarrollo humano y económico.

En Neuquén se entregan: tenencias precarias, permisos de usos, certificados de ocupación y cualquier otro invento legal en lugar de reconocer el derecho a la propiedad.

El mismo IPVU tiene cerca de 40.000 viviendas adjudicadas pero sin escriturar, con perjuicio a los beneficiarios, pero también a las arcas del Estado.

La falta de títulos de propiedad genera enormes problemas a los neuquinos, sobre todo a los más pobres. La falta de seguridad jurídica trae aparejada una enorme dependencia del político/funcionario de turno, algo que muchas veces es utilizado como mecanismo de extorsión política. Durante las campañas políticas se asusta a la gente con la posibilidad de perder su casa o campo en caso de no ganar el partido gobernante, lo que produce una especie de esclavitud política, condicionando la libertad de los neuquinos más humildes.

Pero la falta de títulos de propiedad no sólo genera perdida de libertad política por dependencia de un funcionario, sino que también genera un fuerte atraso económico, impidiendo el acceso al crédito, el comercio y la inversión.

Propiedad y desarrollo

Viendo el mapa de la provincia del Neuquén se puede ver claramente una relación entre atraso económico y falta de títulos de propiedad.

Las zonas menos desarrolladas económicamente son, al mismo tiempo, aquellas con mayor cantidad de tierras fiscales y menos títulos de propiedad. En el centro y norte neuquino y las zonas petroleras hay muy pocas escrituras, y abundan las tierras fiscales y los documentos de escaso valor legal. Dentro de los pueblos y ciudades pasa lo mismo: los barrios más pudientes tienen escrituras, mientras que los barrios más pobres son los que no tienen títulos de propiedad.

Comparemos algunas zonas: en Villa La Angostura y San Martín de los Andes hay muchos títulos de propiedad, los campos y las viviendas tienen escrituras y casi no hay tierras fiscales ni títulos precarios. En esta área de la provincia (zona sur) el grado de desarrollo económico es elevado, tiene bajos índices de pobreza, hay hoteles y servicios para el turismo de calidad internacional, hay cotos de caza, lodge de pesca, centros de esquí y recibe permanente inversión en industria turística y ganadera. Pero si miramos la zona centro-cordillerana, donde se encuentra Villa Pehuenia y Moquehue, vemos menor grado de desarrollo. Allí casi no hay títulos de propiedad, hay sospechas y denuncias de corrupción en la entrega de tierras y la dependencia del poder político ahuyenta las inversiones.

En Villa Pehuenia quien quiera comprar un terreno tiene que hablar con el intendente y en Moquehue hay que pedir permiso a Pulmarí, una corporación burocrática y lenta, que impide el desarrollo.

Otros casos similares de falta de inversión y desarrollo se registran en los campos del norte neuquino, donde casi nadie tiene títulos de propiedad. Sin títulos no hay inversión ni créditos, no se invierte en genética, no se hacen alambrados ni bebederos, se sobrepastorea los campos y se produce desertificación.

El drama de Añelo

Quizás donde es más evidente el atraso que genera la falta de escrituras es en Añelo, que a pesar de ser el corazón de Vaca Muerta tiene una falta de inversión alarmante.

En Añelo no se consiguen terrenos con escritura, por lo que las grandes cadenas de hoteles, supermercados, bancos, comercios, etc., no realizan inversiones en el lugar, perdiendo grandes oportunidades de desarrollo. Los habitantes de Añelo tienen sus casas en grandes terrenos, pero no pueden pedir créditos hipotecarios para construir por falta de escritura. La falta de seguridad jurídica hace imposible la inversión. Con sólo darles la escritura a los vecinos el intendente de Añelo podría generar una revolución de inversión privada, logrando que miles de metros cuadrados de construcción empujen el crecimiento del pueblo.

La falta de títulos de propiedad también genera problemas sociales. Los vecinos de campos o terrenos sin escrituras muchas veces pelean por los límites de cada propiedad, ante la falta de certeza de los mismos. Los matrimonios que se divorcian o las parejas que se separan no pueden dividir correctamente sus bienes, no pueden vender su casa o terreno y muchas veces una de las partes se queda sin nada. También surgen conflictos entre hermanos o parientes cuando ocurre la muerte de un ocupante sin título. La herencia no siempre se reparte en partes iguales, y muchas veces un hermano se termina quedando con todo el terreno, en perjuicio del resto de los herederos.

En todos los juzgados neuquinos hay miles de juicios que generan enormes gastos de burocracia y honorarios de abogados, por la falta de certezas y seguridad jurídica. Al no tener escrituras son muy comunes las usurpaciones, reclamos de límites, servidumbres, contratos no cumplidos, reclamos de subdivisiones y cualquier tipo de acciones judiciales entre privados.

El desarrollo económico viene de la mano de la seguridad jurídica, y en Neuquén esta está ausente en miles de kilómetros cuadrados.

Nuestra provincia podría aumentar exponencialmente la producción agrícolo-ganadera, la cantidad y calidad de hoteles, cabañas y restaurantes; multiplicar los metros construidos, el acceso al crédito, y generar miles de puestos de trabajo con una medida muy simple y barata: dar escrituras a la gente.

El gobernador y los intendentes deberían lanzar una campaña de escrituración masiva, lo que va a mejorar la vida de miles de neuquinos, a un costo muy bajo. Sólo hace falta entender la importancia de la propiedad privada en el desarrollo económico, y tener la voluntad política de darle libertad a la gente.

* Diputado nacional por Cambiemos


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