Treinta marchas quietas

Mar del Plata

Se puede mentir. Se puede escudar la propia ineptitud en la ya gastada esperanza de la gente. Se puede esperar que prime el engaño sobre alguna razón. Se puede autoconvocar al aplauso y al halago piadoso para sentirse el rey; pero no se puede enmendar con más truco y treta todo lo que ya se ha destruido.


Treinta marchas no alcanzan para acabar de simbolizar la más abyecta decadencia de quien ha confinado a todo un país a un raudo retorno a su peor historia. El calvario es y será de la gente, la que es instada a marchar portando en sus hombros la pesada cruz de otro, ese que descansado y divertido le ordena piedad a quienes marchan.

#SiSePuede, ser lo que mi educación no me permite escribir y ruego sepan reconocer a tiempo, eso que muy lastimosamente es quien hoy nos lidera.

Karina Zerillo Cazzaro
DNI 21.653.863


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