Tres recetas para amar la sopa

Con este tiempo frío, ¿qué mejor que abrigarse con un plato caliente de sopa? Aquí van tres recetas deliciosas para convertir el ritual de este plato clásico –ese que tanto odiaba Mafalda– en un verdadero manjar.

Mafalda las odiaba. Pero las sopas, las sopas ricas, cremosas, sabrosas, son un mimo para los días fríos y destemplados.
Y para este tiempo de encierro, son además una suerte de cariño, de recuerdo del hogar (no en el que estamos encerrados, sino del hogar cuando podíamos entrar y salir, y queríamos algo caliente que nos reconforte el alma).


Por eso, para acompañarnos en estas jornadas y para sentirnos con ánimo, van aquí tres deliciosas sopas que pueden ser nuestra cena.
Las tres recetas vienen de distintas fuentes. La primera, de calabaza, corresponde a un viejo libro titulado “Comidas sanas para sus hijos” y es sencilla de preparar y muy rica.
La segunda corresponde al libro “Escuela de cocina”, del británico Jamie Olivier, en el que se propone de manera muy didáctica, que todos perdamos el “miedo” a la cocina y en este caso a esos clásicos, como la sopa, que muchas veces preferimos comprar en sobres en lugar de tomarnos el poco tiempo que lleva prepararlas.
La tercera receta, la de ajo, corresponde a una colección de fascículos –“Comer sano para vivir mejor”–. En este caso, salió del fascículo dedicado a las sopas y entradas. Y aunque parezca una bomba, dice que es apta para hipertensos, diabéticos, celíacos y para prevenir osteoporosis.

AQuí van:


Sopa de calabaza


Ingredientes

1 calabaza de aproximadamente 1 kg de peso
2 cucharadas de aceite
1 papa pequeña cortada en daditos
1 cebolla picada
1 diente de ajo
900 ml de caldo de verduras
4 hojas de salvia frescas picadas
150 ml de crema de leche fresca
60 g de queso rallado
Croutons

Preparación

Pelar la calabaza, retirar todas las semillas y cortarla en cubos grandes.

Calentar el aceite en una olla de base pesada o una cacerola. Agregar la papa y cocinar sobre fuego moderado hasta que esté dorada (nunca marrón).
Agregar la cebolla y el ajo mezclándolos bien con los daditos de papa.

Luego agregar el caldo, la calabaza y la salvia.
Llevar al punto de hervor, bajar el fuego, tapar la olla y cocinar durante 20/25 minutos hasta que las papas y las calabazas están blandas

Verter la mezcla en un procesador de alimentos o en una licuadora y procesar o licuar hasta que adquiera una consistencia cremosa.

Agregar la crema fresca y servir la sopa en cuencos individuales.
Espolvorear con queso rallado y servir con croutons.


Sopa de tomate


Esta es una receta de Jamie Olivier, el chef británico. Una sopa clásica y genial. Si uno la sazona bien, es sorprendente la diferencia entre esta sopa casera y el mejunje que preparamos con polvo”, dice él.

Receta para 6-8 personas
2 zanahorias
2 pencas de apio
2 cebollas medianas
2 dientes de ajo
Aceite
1.8 litro de caldo
2 latas de 400 g de tomate perita.
6 tomates grandes y maduros
Un manojo de albahaca fresca
Sal y pimienta

Pelar y cortar las zanahorias en rodajas gruesas. Cortar el apio en juliana. Pelar las cebollas y trocearlas gruesas. Pelar y cortar el ajo en tiritas.
Poner al fuego una olla grande y verter adentro el aceite. Poner en la cazuela todas las verduras cortadas y remover con una cuchara de madera. Dejarlo unos diez minutos, con la olla medio tapada, hasta que las zanahorias se hayan ablandado pero aun conserven su forma y la cebolla se haya dorado un poco. Verter el caldo, junto con las dos latas de tomate y los tomates frescos enteros.
Removerlo bien hasta que rompa el hervor.Bajar el fuego y dejarlo así durante unos diez minutos más
Retirar la olla del fuego. Sazonar con sal y pimienta, y añadir las hojas de albahaca. Con una licuadora o procesadora, tritura la sopa hasta que quede uniforme. Servir.


Sopa de ajo


Esta suculenta sopa armoniza a la perfección el sabor fuerte del ajo y de la cebolla, con la suavidad de las papas y ña cremosidad del queso blanco y la leche. ES fácil y rápida de preparar

Ingredientes:

40 g de manteca
2 cabezas de ajo
2 cebollas
300 g de papas
500 ml de leche
500 ml de caldo
Sal y pimienta a gusto
100 g de queso blanco

Preparación:

Derretir la manteca en una olla y dorar los dientes de ajo enteros y pelados. Cocinar a fuego medio durante cinco minutos y añadir las cebollas finamente picadas y saltear durante 2 o 3 minutos. Agregar las papas peladas y cortadas en cubos pequeños y cocinar durante siete minutos.

Verter la leche y el caldo y cuando rompa el hervor, bajar el fuego y cocinar durante 20 minutos más. Retirar del fuego y licuar hasta obtener una preparación homogénea.

Llevar nuevamente al fuego y condimentar con sal y pimienta a gusto. Cuando esté caliente, retirar, añadir el queso blanco y mezclar bien para homogeneizar. Servir bien caliente.


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