Un difícil presente frutícola

La actividad supo ser el motor de la economía de Allen. Arnaldo Brevi, un referente del sector, analiza la crisis actual

La fruticultura es la actividad que definió la economía de Allen durante muchos años, pero ahora sus chacras no son ajenas a la crisis que atraviesa el rubro.

Entre los antiguos chacareros, Arnaldo Brevi lucha para continuar con el trabajo que comenzaron sus abuelos italianos. Con 79 años de edad y 60 de trabajo es una voz reconocida al momento de analizar la fruticultura.

“Nací en la chacra y si Dios quiere me voy a morir en ella, amo mucho la fruticultura pero lamento la crisis que hay y siento que no va a mejorar”, manifestó Brevi a este medio.

A pesar del contexto está satisfecho porque hizo todo lo que podía para revertir esta situación en su empresa.

De su padre heredó 25 hectáreas y cuando hubo buenos tiempos amplió la compañía y compró más tierra para producir.

Hoy cuenta con 250 hectáreas con una producción de 10 millones de kilos entre peras, manzanas, duraznos, pelones y ciruelas. También tiene un galpón de empaque y dos frigoríficos.

Según su mirada existen cinco “patas” por las cuales la actividad está tan complicada. Una es “la falta de compromiso del personal, la gente ya no va a trabajar, sino que va al trabajo”, haciendo referencia a que sólo se busca cumplir con el horario laboral.

Por otro lado, mencionó que hay médicos que entregan certificados “truchos” para que empleados puedan faltar.

Asimismo, hizo mención de que los abogados han construido una industria del juicio.

En sus últimos dos argumentos, nombró la “presión por parte de los sindicatos y los altos impuestos que tiene la actividad”.

Aunque criticó que los trabajadores “no se ponen la camiseta”, reconoció que sus empleados son una excepción. “A mí nunca me faltó gente para trabajar. Les estoy agradecido a los laburantes que tengo”, expresó.

En plena temporada la firma emplea 300 personas, 100 en el galpón de empaque y 200 en la chacra. Cuando se van los empleados temporarios queda un plantel en chacra de 120 personas y en el empaque de 50. El grueso de a exportación se hace a través del grupo PAI.

El mecánico de la chacra

Luis Bustos hace 40 años trabaja en la empresa de Arnaldo Brevi, donde empezó como tractorista. Enfundado en su delantal azul dijo a “Río Negro” que le gusta que “el mantenimiento quede espectacular”.

Respecto de la situación por la que atraviesa la fruticultura indicó que “la actividad la veo complicada, la producción vale poco pero igual tengo expectativas”.

Datos

La empresa tiene 250 hectáreas en producción, un galpón de empaque y dos frigoríficos. Produce 10 millones de kilos de fruta por año.

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