Un tratamiento más humano en un momento difícil

La corriente de “humanización en los cuidados intensivos” busca brindar una contención fundamental para los pacientes internados en plena pandemia. ¿Cómo se logra incluir a las familias en los tratamientos?

Entre tantos problemas que trajo consigo la pandemia por covid-19, uno de los más dolorosos es el del aislamiento de los pacientes internados en unidades de cuidados intensivos. Si previo al coronavirus ya era una situación dolorosa poder visitar y contener a una persona en una situación tan vulnerable (por las lógicas restricciones de visitas que tiene una sala intensiva), con los protocolos de salud establecidos en la actualidad esto se agrava aún más.


En este contexto, los grupos como HUCI (Humanizar Cuidados Intensivos) tienen una tarea esencial en un momento más que difícil.

Durante esta pandemia, los pacientes en estado crítico necesitan soporte ventilatorio invasivo, y para ello deben ser sedados profundamente. Al recuperarse y comenzar a despertar suelen presentar desorientación, miedo y delirium.

¿Cómo se logra esto en un momento así? “A pesar del aislamiento que deben tener los pacientes y por el cual no se permiten las visitas de familiares, y la limitación de que el personal no puede permanecer el turno completo junto a los pacientes, se trata de brindar herramientas de contención. Intentar que se respeten los ciclos día/noche para que el paciente esté orientado, comunicarse con el, en fin, hacerlo parte del proceso” explicó el licenciado en kinesiología, Ariel Salvucci.

Respecto a la situación actual, Salvucci asegura que “como la demanda de atención es mucha y el personal es escaso en todas partes del mundo se complica aún más. Pero no debemos olvidar que a pesar de la alta carga de trabajo lo más importante es darle al paciente el mejor tratamiento que se pueda”.

Ariel Salvucci insiste en que lo más importante es darle lo mejor al paciente.


Así las cosas, y aún con una situación tan delicada, “coordinamos bien entre médicos, enfermeros, kinesiólogo, bioquímicos, radiólogos y el resto del personal que siempre da una mano, para entre todos hacer las distintas atenciones a los pacientes, aunque a veces no sean de tu área”.

En un contexto de aislamiento como el que hoy atravesamos, ¿cómo debe afrontar la familia el tratamiento de un ser querido?

“Las recomendaciones para las familias son las que hacemos cuando nos comunicamos con ellos. Primero explicarles la situación que esta cursando el familiar enfermo, comprender como esta el paciente y para que son los tratamientos sirve para que puedan ayudarnos. En los pacientes que están en condiciones de hacerlo realizamos videollamadas, para que vean que su familia está bien y pendiente de su recuperación a pesar de no poder verlo físicamente. Pedimos que nos manden la música preferida del paciente, mensajes grabados con palabras de aliento y apoyo”, asegura Salvucci.

Pero, ¿cómo evolucionó esta corriente de “humanización” en los cuidados intensivos?

No debemos olvidar que a pesar de la alta carga de trabajo lo más importante es darle al paciente el mejor tratamiento que se pueda”

añadió Salvucci sobre la sobrecarga en el sistema de salud.


Según explicaron, a partir del año 2000 hubo un gran avance en las Ciencias de la Salud que también trajo consigo un gran problema. Es que los pacientes que sufren de una afección muy severa y atraviesan largas estadías en las Unidades de Cuidados Intensivos, con tratamientos sumamente invasivos, están aislados de la realidad, con alteración del reloj biológico y ritmo circadiano, alarmas y luces las 24 hs; y en muchos casos sobreviven a dichas patologías con secuelas sumamente invalidantes.

Como explicaron, “el ser humano es un ser bio-psico-social; y desde los cuidados críticos se olvidaba esto, centrándose en la patología que lo afectaba en dicho momento, priorizando lo somatofísico y sin tener en cuenta las consecuencias que esto ocasionaba en los aspectos psicológicos y sociales”.

A partir de esto, se pudo observar que una gran parte de las secuelas que los pacientes presentaban eran prevenibles, tratables y se podían disminuir, para que al final del proceso de internación el paciente presente un mejor estado general de salud.

En los pacientes en condiciones de hacerlo realizamos videollamadas, para que vean a su familia bien y pendiente de su recuperación”

aseguró Salvucci en referencia a los métodos usados en aislamiento.


Con el debate sobre la mesa, varios profesionales comenzaron a preparar un paquete de medidas (denominado Abcdef) para prevenir y tratar el dolor, el miedo, los efectos adversos de fármacos utilizados, evaluar y prevenir el delirium, prevenir la atrofia muscular y, sobre todo, incluir a la familia en el proceso de recuperación.

Al suponer todo esto una carga de trabajo mayor para un personal de por si escaso y con abundante trabajo, fue fundamental la aparición de la familia. Sea de forma presencial, prepandemia; o de forma virtual hoy, es clave que sean parte del proceso tanto para ayudar al personal como para darle contención al paciente.


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